Electromiograma

Electromiograma

Un examen de referencia en neurología, el electromiograma (EMG) permite analizar la actividad eléctrica de nervios y músculos. Además del examen clínico, ayuda en el diagnóstico de diversas patologías nerviosas y musculares.

¿Qué es el electromiograma?

El electromiograma, también llamado electroneuromiograma, electronografía, ENMG o EMG, tiene como objetivo analizar los impulsos nerviosos en los nervios motores, nervios sensoriales y músculos. Examen clave en neurología, permite evaluar el funcionamiento de nervios y músculos.

En la práctica, el examen consiste en registrar la actividad eléctrica de los nervios así como la contracción de un músculo, ya sea pinchando una aguja en el músculo o junto al nervio, o pinchando un electrodo en la piel si el nervio o el músculo son superficiales. La actividad eléctrica se analiza en reposo, tras estimulación eléctrica artificial o por esfuerzo voluntario de contracción del paciente.

¿Cómo funciona un electromiograma?

El examen se realiza en el hospital, en el laboratorio para la exploración funcional del sistema nervioso, o en el consultorio del neurólogo si está equipado. No es necesaria ninguna preparación. El examen, sin riesgo, tiene una duración de 45 a 90 minutos según el protocolo utilizado.

El dispositivo para realizar EMG se llama electromiógrafo. Mediante electrodos (pequeños parches) colocados sobre la piel, estimula eléctricamente las fibras nerviosas enviando descargas eléctricas muy breves (de una décima a un milisegundo) y de baja intensidad (unas milésimas de amperio). ). Esta corriente nerviosa se propaga al músculo, que luego se contrae y se mueve. Los sensores pegados a la piel permiten registrar la actividad eléctrica del nervio y / o músculo. Esto luego se transcribe en el dispositivo y se analiza en la pantalla en forma de gráficos.

Dependiendo de los síntomas y la patología buscada, se pueden utilizar diferentes tipos de pruebas:

  • el electromiograma real consiste en estudiar la actividad eléctrica del músculo en reposo y cuando el paciente lo contrae voluntariamente. Es posible estudiar la actividad de solo unas pocas fibras musculares. Para ello, el médico introduce una aguja fina, con un sensor, dentro del músculo. El análisis de la actividad eléctrica del músculo permite detectar una pérdida de fibras nerviosas motoras o una anomalía del músculo;
  • el estudio de las velocidades de conducción de las fibras motoras consiste en estimular el nervio en dos puntos para analizar la velocidad y las capacidades de conducción de los impulsos nerviosos por un lado y la respuesta muscular por otro;
  • el estudio de las velocidades de conducción sensorial permite medir la conducción de las fibras sensoriales del nervio a la médula espinal;
  • Las pruebas de estimulación repetitiva se utilizan para probar la fiabilidad de la transmisión entre el nervio y el músculo. El nervio se estimula repetidamente y se analiza la respuesta muscular. En particular, se comprueba que su amplitud no disminuya de forma anormal con cada estimulación.

La estimulación eléctrica puede ser más desagradable que dolorosa. Las agujas finas pueden causar un dolor muy leve.

¿Cuándo hacerse un electromiograma?

El electromiograma se puede prescribir ante diferentes síntomas:

  • después de un accidente que pudo haber resultado en daño a los nervios;
  • dolor muscular (mialgia);
  • debilidad muscular, pérdida de tono muscular;
  • hormigueo persistente, entumecimiento, hormigueo (paramnesia);
  • dificultad para orinar o retener la orina, evacuar o retener las heces
  • disfunción eréctil en hombres;
  • dolor perineal inexplicable en mujeres.

Resultados del electromiograma

Dependiendo de los resultados, el examen puede diagnosticar diferentes enfermedades o lesiones:

  • enfermedad muscular (miopatía);
  • ruptura muscular (después de una cirugía, un traumatismo o un parto en el perineo, por ejemplo);
  • síndrome del túnel carpiano;
  • En caso de daño de la raíz nerviosa tras un traumatismo, el estudio de las velocidades de conducción permite precisar el nivel de daño de la estructura nerviosa afectada (raíz, plexo, nervio en sus distintos segmentos a lo largo de la extremidad) y su grado de discapacidad;
  • enfermedad del nervio (neuropatía). Al analizar diferentes áreas del cuerpo, la EMG permite detectar si la enfermedad de los nervios es difusa o localizada y así distinguir polineuropatías, mononeuropatías múltiples, polirradiculoneuropatías. Dependiendo de las anomalías observadas, también permite orientar hacia la causa de la neuropatía (genética, trastorno inmunológico, tóxico, diabetes, infección, etc.);
  • enfermedad de las células nerviosas motoras de la médula espinal (neurona motora);
  • miastenia gravis (una enfermedad autoinmune muy rara de la unión neuromuscular).

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