El desgaste emocional en escolares: cómo reconocerlo y superarlo

Alta carga académica, apretada agenda de actividades extracurriculares, altas expectativas de los adultos, incertidumbre sobre el futuro… Los estudiantes de secundaria y preparatoria a menudo se enfrentan al agotamiento. ¿Cómo reconocer los signos en las primeras etapas y ayudar al niño a sobrellevar este problema?

Causas del desgaste emocional

El estrés prolongado es la principal causa del agotamiento emocional. Un poco de estrés incluso tiene ventajas, ya que con su ayuda el alumno aprende a no tener miedo a las dificultades, a superar los obstáculos ya alcanzar sus objetivos. Los problemas comienzan cuando el estrés se vuelve regular. El niño no tiene la oportunidad y el tiempo para "reiniciar": la sensación acumulada de ansiedad crece y eventualmente conduce al agotamiento emocional y luego al agotamiento. 

Las principales causas del estrés en los escolares:

  • responsabilidad hacia los padres y el deseo de cumplir con sus expectativas;

  • alta carga docente (por ejemplo, según un reciente encuesta, solo el 16% de los escolares pasan de 11 a 15 horas a la semana preparándose para el Examen Estatal Unificado, y el 36,7% pasan de 5 a 10 horas a la semana);

  • incertidumbre sobre el futuro.

La lista continúa, incluyendo posibles situaciones estresantes en la familia o, por ejemplo, dificultades para comunicarse con los compañeros.

El agotamiento emocional no ocurre de la noche a la mañana. Por lo general, todo comienza con la fatiga, que se acumula gradualmente, y las preocupaciones diarias sobre las calificaciones, las relaciones con la familia, los amigos y más.

Los niños se vuelven más retraídos, están inactivos e irritados, se cansan rápidamente, no quieren nada, el rendimiento académico disminuye. En tal situación, es muy importante notar los precursores del agotamiento lo antes posible y ayudar al niño a sobrellevar la carga. 

Síntomas del agotamiento emocional:

Cambios en el estado emocional

Con estrés constante, un adolescente se vuelve irritable, se niega a comunicarse, responde cualquier pregunta con monosílabos. Desde fuera parece que está constantemente en las nubes. 

Trastornos Sueño

Durante un período de sobreesfuerzo emocional, los niños a menudo comienzan a tener problemas para dormir. Se quedan dormidos durante mucho tiempo, se despiertan constantemente por la noche, apenas se levantan por la mañana.

Fatiga cronica

El niño no tiene suficiente fuerza para todo el día, después de algunas lecciones se siente cansado. Al mismo tiempo, después de un largo sueño o los fines de semana, el nivel de energía no se recupera.

Apatía y procrastinación.

Con el agotamiento emocional, es difícil para un niño concentrarse en estudiar, se vuelve indisciplinado, la información se recuerda peor. El estudiante deja de interesarse por lo que antes le fascinaba: pasatiempos, comunicación con amigos. Perdió el contacto con los compañeros de clase.

Problemas con el apetito

La negativa a comer o, por el contrario, el aumento del apetito debe alertar a los padres, porque un cambio en el comportamiento alimentario indica el estrés experimentado por el estudiante. 

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a sobrellevar el agotamiento emocional?

1. Reduce tu carga de estudio

La distribución adecuada de la carga de estudio y la capacidad de alternar actividades con recreación y deportes son habilidades clave que ayudarán a sobrellevar el agotamiento. Por lo tanto, antes que nada, debe reconsiderar el régimen del día. En caso de agotamiento emocional, se debe abandonar parte de las clases extras, dejando solo lo que le gusta al alumno y no le causa negativo. 

Además, por supuesto, los padres deben analizar su actitud hacia el éxito del niño: si tienen requisitos demasiado altos, si le permiten hacer todo al 100%. Tal apoyo y comprensión por parte de los adultos es extremadamente importante para un estudiante en un período emocionalmente difícil.  

2. Incluya descansos obligatorios en su horario diario

El tiempo de tarea se puede "dividir" en bloques de 25 a 30 minutos con descansos de cinco minutos usando el método Pomodoro. Y entre la escuela y los tutores, tómate un tiempo para dar un paseo al aire libre o hacer deporte. Además, el niño debe tener al menos un día libre a la semana cuando no pueda hacer nada. De hecho, como muestra la práctica, a veces los padres dejan a sus hijos sin ningún día libre. 

3. Organiza tu espacio de trabajo

Solodos porciento de la población de la Tierra puede realizar simultáneamente más de una tarea, la multitarea perjudica a todos los demás. Por lo tanto, el niño no debe distraerse mientras hace la tarea. El teléfono debe estar en modo silencioso, el iPad guardado en un cajón y el televisor apagado. 

4. Establece patrones de sueño 

Dependiendo de la edad de los escolares por la noche.Debería dormir de ocho a diez. Al mismo tiempo, segúnExploración, el 72% de los adolescentes duermen menos de siete horas, lo que provocaestrés y afectar negativamente la salud mental. Para resolver los problemas para conciliar el sueño, debe limitar el uso del teléfono una hora antes de acostarse, inventar rituales que no estén relacionados con los dispositivos, como leer libros, comunicarse con la familia, dibujar, etc.

5. Organiza unas vacaciones activas

El ocio no solo debe traer placer, sino también «descargar» la cabeza. Los deportes, los viajes a la naturaleza, la recreación cultural, las reuniones con amigos, los pasatiempos cambian perfectamente la atención y la energía. Esto no significa que valga la pena prohibir al niño pasar tiempo en las redes sociales y ver programas de televisión. El compromiso óptimo es alternar entre entretenimiento en línea y otros tipos de recreación. 

6. Proporcionar apoyo emocional

El apoyo emocional no es menos importante que la ayuda práctica en la organización del proceso educativo. El niño a menudo carece de confianza en sí mismo, cree que no tendrá éxito, por lo que no vale la pena intentar hacer todo y justificar las esperanzas de los demás.

En tal situación, la tarea de los padres es ayudar al niño a creer en sí mismo. Al mismo tiempo, los adultos deben ser pacientes y estar preparados para el hecho de que al principio el niño se enfadará y se negará a ayudar.

El desgaste emocional es un problema grave que no desaparece por sí solo y requiere la máxima atención por parte de los padres y, en ocasiones, la ayuda de un psicólogo.

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