Epidural: ¿cuáles son las contraindicaciones?

Parto: contraindicaciones para una epidural.

Un trastorno hemorrágico

Si se interrumpen los mecanismos que permiten la coagulación de la sangre, puede producirse una hemorragia. El peligro es que se forme un hematoma y comprima las pequeñas raíces nerviosas ubicadas en el espacio epidural, causando parálisis. Esto puede suceder si la futura madre tiene una enfermedad congénita que afecta la coagulación, está en terapia anticoagulante para prevenir la flebitis o si el nivel de plaquetas (elementos de la sangre involucrados en la coagulación) ha disminuido. El último caso a veces se manifiesta en preeclampsia grave.

Posible infeccion

Cuando la futura madre presenta un herida en la piel, un absceso o granos en la región lumbar, los microbios pueden diseminarse, a través del punto de mordida, al líquido cefalorraquídeo. Las complicaciones pueden ser graves, como la meningitis, por ejemplo. Lo mismo en caso de fiebre superior a 38 °. Esta es la razón por la que controlamos sistemáticamente la temperatura materna al ingresar a la sala de partos.

Un problema neurológico

En algunos casos, una enfermedad neurológica importante o un tumor pueden contraindicar una epidural. En general, la preocupación se conoce antes del parto y la decisión de preguntar o no se toma con el neurólogo, el obstetra y el anestesiólogo. Por supuesto, depende de la gravedad y las posibles consecuencias del trastorno.

Un riesgo de alergia

Las alergias a los productos (anestésicos locales, morfinas) utilizados durante una epidural son extremadamente raras. Sin embargo, pueden ser graves para la madre. Por eso, las futuras mamás deben informar al anestesista de todas sus alergias, incluso las leves.

Malformación de la espalda

Una espalda recta es generalmente la garantía de una instalación fácil y sin preocupaciones de la epidural. Pero si la madre ha sido operada o sufre de escoliosis mayor, el gesto técnico se vuelve más complicado. Por lo general, el anestesista se desvía un poco para encontrar el lugar más favorable y logra colocarlo. Para evitar una sorpresa de última hora, es fundamental un examen detenido de la espalda durante la consulta.

Un tatuaje mal colocado

Tenga cuidado, si ha decidido hacerse un tatuaje en la parte baja de la espalda, ¡puede que tenga que prescindir de una epidural! Que no cunda el pánico si luce uno muy pequeño y discreto pero si es gigantesco, y solo en la zona de la picadura, no se gana. La razón ? La tinta puede migrar al líquido cefalorraquídeo y causar complicaciones neurológicas. Es más una cuestión de prudencia porque en la actualidad nunca ha sucedido.

Vea también nuestro artículo : ¿Qué alternativas a la epidural?

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