Amistad femenina: reglas no escritas

A veces, los consejos o las críticas no solicitados pueden poner fin a una amistad de larga data. Como toda relación, tiene sus propios matices y momentos peligrosos. Cuáles son las reglas tácitas de la amistad femenina, lo descubrimos junto con los psicólogos clínicos Shoba Srinivasan y Linda Weinberger.

Anna y Katerina son viejas amigas. Suelen almorzar juntas una vez al mes y Anna tiende a compartir abiertamente lo que sucede en su vida, mientras que Katerina es más reservada, pero siempre lista para responder y dar consejos útiles.

Esta vez se nota que Katerina está bajo estrés, literalmente al límite. Anna comienza a preguntarle a su amiga cuál es el problema y ella se abre paso. El esposo de Katerina, que nunca antes se había quedado mucho tiempo en ningún trabajo, ahora decidió dedicarse por completo... a escribir una novela. Bajo este pretexto, no trabaja, no cuida a los niños, no se ocupa de las tareas del hogar, porque esto “interfiere con la creatividad”. Todo recayó sobre los hombros de su esposa, quien se ve obligada a hilar en dos trabajos, criar a los hijos y cuidar la casa.

Katerina se hizo cargo de todo, y esto aterroriza a Anna. Ella expresa directamente su opinión de que el esposo de su amiga no es un escritor, sino un parásito que simplemente la usa y no puede escribir nada bueno por sí mismo. Incluso afirma que su amiga debería solicitar el divorcio.

El almuerzo es interrumpido por una llamada de su esposo: algo sucedió en la escuela con uno de los niños. Katerina se derrumba y se va.

Más tarde ese día, Anna la llama para ver si el bebé está bien, pero la amiga no responde. Sin llamadas, sin mensajes de texto, sin correos electrónicos. Así transcurre semana tras semana.

Los amigos, incluso los antiguos, pueden ser reemplazados más fácilmente que otros cercanos.

Los profesores universitarios de medicina, los psicólogos clínicos Shoba Srinivasan y Linda Weinberger citan esta historia como un ejemplo de ruptura de las reglas tácitas de la amistad femenina. Refiriéndose a investigaciones de psicólogos y sociólogos, argumentan que existen reglas en la amistad, muchas de las cuales están relacionadas con la lealtad, la confianza y el comportamiento, como el cumplimiento de los compromisos. Estas “reglas de interacción” aseguran la estabilidad en las relaciones.

Los investigadores encontraron que las mujeres tienden a tener altas expectativas de sus amigos, más que los hombres, y exigen altos niveles de confianza e intimidad. El nivel de intimidad en la amistad femenina se determina a través de peculiares “reglas de revelación”. Así, la amistad íntima implica el intercambio de sentimientos y problemas personales. Pero las normas para tales “reglas” pueden ser ambiguas. Y cuando se viola tal regla, la amistad puede estar en peligro.

Romper una relación que parecía cercana puede ser doloroso e incomprensible para la otra parte. La apertura, el deseo de pasar tiempo juntos y brindar apoyo emocional son aspectos de las relaciones cercanas. Anna creía que ella y Katerina eran amigas cercanas, porque estaba acostumbrada a contarle sus problemas y recibir consejos.

¿Qué hizo mal Ana? Los psicólogos creen que ella violó la regla tácita de su amistad: Katerina era la que da, no la que recibe consejos. Anna también se entrometió en un área personal muy significativa de la vida de su amiga: expresó el hecho de que Katerina se casó con un hombre difícil y, al hacerlo, amenazó su sentido de identidad.

Algunas amistades pueden parecer fuertes, pero en realidad son bastante frágiles. Esto se debe a que los amigos, incluso los de larga data, pueden reemplazarse más fácilmente que otros cercanos, como parientes o parejas románticas. Por lo tanto, la intimidad en la amistad es cambiante. Su nivel puede depender del contexto: por ejemplo, aumentar durante los períodos en que las personas tienen actividades o intereses comunes, cuando ambas partes están en la misma etapa, por ejemplo, son solteros, divorciados o tienen hijos pequeños. La intimidad en la amistad puede aumentar y disminuir.

Los psicólogos sugieren tener en cuenta las reglas no escritas de la amistad:

  • Si vas a darle a tu amiga un consejo perentorio para resolver su problema, debes pensar si lo necesita y cómo puede tomar tus palabras.
  • No todas las amistades implican un alto grado de franqueza, revelando temas o sentimientos personales. Sucede que disfrutamos pasar tiempo juntos sin tener conversaciones de corazón a corazón, y esto es normal.
  • A veces, la intimidad basada en la divulgación es unidireccional, y eso también está bien.
  • Puede ser más conveniente que un amigo sea un asesor en lugar de recibir consejos. No trate de lograr un "equilibrio".
  • No confundas la necesidad de ser escuchado con pedir tu opinión.
  • La duración de un conocido no es un indicador de intimidad. Un largo período de comunicación puede dar una falsa sensación de intimidad.

A menos que una amiga esté en peligro debido a la violencia doméstica, no critiques a su cónyuge.

  • No tenemos que asumir la responsabilidad de amenazar el sentido de identidad de una amiga, incluso si creemos que es mejor que ella reconozca sus debilidades (a menos, por supuesto, que esto ya se haya convertido en parte de la relación, cuando ambos amigos se aprecian mutuamente y están dispuestos a aceptar tales juicios también). Un amigo no es un psicoterapeuta.
  • No es necesario señalar o culpar a un amigo por no cambiar nada en la situación después de recibir nuestro consejo.

A menos que una amiga esté en peligro debido a violencia doméstica o abuso emocional, no critique a su cónyuge o pareja:

  • especialmente si personalmente no nos gusta (nuestros sentimientos en este caso serán obvios),
  • incluso si pensamos que estamos dando un análisis legítimo del comportamiento de su pareja,
  • a menos que dicho formato para el intercambio de información sobre los socios ya se haya convertido en un aspecto bilateral establecido de la amistad.

La amistad es importante para nuestro bienestar psicológico: satisface la necesidad de afecto, pertenencia e identidad. Tiene muchos ajustes sutiles: el nivel de comodidad de cada uno, el grado de apertura y delicadeza. Comprender las reglas no escritas y tácitas de una relación puede salvar una amistad.


Sobre los autores: Shoba Srinivasan y Linda Weinberger son psicólogas clínicas.

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