Las verduras son un tesoro abandonado, o por qué comer verduras es extremadamente beneficioso

Nuestras madres, abuelas, especialmente aquellas que tienen su propio jardín, a sabiendas les encanta abastecer la mesa de verano con ensaladas, perejil, eneldo. Los verdes son realmente necesarios e indispensables para el cuerpo humano. Pero, ¿por qué lo usamos tan raramente o no lo comemos en absoluto? ¿Por qué el repollo, el brócoli y las espinacas aparecen tan raramente en nuestras mesas?

Las verduras y los tallos de las verduras son un alimento ideal para el control de peso, ya que estos alimentos son bajos en calorías. Reducen el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, ya que son bajos en grasa, ricos en fibra dietética, ácido fólico, vitamina C, potasio, magnesio y también contienen fitoquímicos como luteína, beta-criptoxantina, zeaxantina y beta-caroteno.

Debido a su alto contenido de magnesio y bajo índice glucémico, las verduras y los tallos son muy recomendables para las personas con diabetes tipo 2. Agregar una porción de verduras al día se ha relacionado con una reducción del 9% en el riesgo de diabetes. Los altos niveles de vitamina K contribuyen a la producción de una proteína esencial para la salud de los huesos.

Los tallos y las verduras son la principal fuente de hierro y calcio en cualquier dieta. Sin embargo, los cerdos y las espinacas no pueden presumir de ello debido al alto contenido en ácido oxálico. El betacaroteno, que es rico en verduras, en el cuerpo humano se convierte en vitamina A, lo que mejora la inmunidad.

– los carotenoides contenidos en las verduras de hoja verde oscuro – se concentran en el cristalino del ojo y en la región macular de la retina, desempeñando así un papel protector para el ojo. Previenen el desarrollo de cataratas y degeneración macular relacionada con la edad, que es la principal causa de ceguera relacionada con la edad. Algunos estudios afirman que la luteína y la zeaxantina pueden reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, el cáncer de pulmón, así como ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.

es un bioflavonoide que se encuentra en abundancia en las hojas verdes. Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, así como propiedades únicas en la lucha contra el cáncer. La quercetina también bloquea las sustancias implicadas en las reacciones alérgicas, actúa como inhibidor de la secreción de mastocitos y reduce la liberación de interleucina-6.

Los verdes y las hojas vienen en una amplia variedad de colores, desde el color azulado del repollo hasta el color verde brillante de las espinacas. Además, la gama de sabores es rica: dulce, amargo, picante, salado. Cuanto más joven es el brote, más tierno y suave es su sabor. Las plantas maduras tienen hojas más duras y un aroma más fuerte. El sabor suave es inherente al repollo, la remolacha, la espinaca, mientras que la rúcula y la mostaza tienen un sabor picante. Una ensalada llena de verduras contiene suficientes nutrientes y químicos para mantenernos saludables. ¡No descuides un tesoro tan verdaderamente olvidado como los verdes!

 

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