Síndrome mano-pie-boca: síntomas y tratamientos para esta enfermedad

Síndrome mano-pie-boca: síntomas y tratamientos para esta enfermedad

El acertadamente llamado pie-mano-boca se caracteriza por pequeñas vesículas en la boca y las extremidades. Muy común en niños pequeños porque es muy contagiosa, esta infección viral afortunadamente no es grave.

¿Qué es el síndrome mano-pie-boca?

El síndrome de la mano a la boca es una infección de la piel que puede ser causada por varios virus. En Francia, los más frecuentemente implicados son los enterovirus de la familia de Coxsackievirus.

Pie-mano-boca, una enfermedad muy contagiosa

Los virus que causan la infección se propagan con mucha facilidad: por contacto con vesículas, objetos impregnados con saliva contaminada o heces contaminadas, pero también durante los estornudos o los ataques de tos. Las pequeñas epidemias ocurren regularmente en primavera, verano o principios del otoño.

El niño infectado es contagioso 2 días antes de la erupción. La infección es particularmente contagiosa durante la primera semana, pero el período de transmisión puede durar varias semanas. El desalojo de su guardería o de su escuela no es obligatorio, todo depende del funcionamiento de cada estructura.

Para evitar que la enfermedad se propague, es fundamental seguir algunas reglas de higiene:

  • lávese las manos de su hijo con frecuencia, insistiendo entre los dedos, y córtele las uñas con regularidad;
  • si tiene la edad suficiente, enséñele a lavarse las manos y cubrirse la nariz y la boca cuando tosa o estornude;
  • lávese las manos después de cada contacto con su hijo;
  • evitar besarla y desanimar a sus hermanos;
  • evitar que se acerque a personas frágiles (ancianos, enfermos, mujeres embarazadas);
  • Limpiar periódicamente las superficies de contacto: juguetes, cambiador, etc.

hay que anotar que

Las mujeres embarazadas que contraen el virus pueden transmitirlo al feto. La gravedad de esta infección es muy variable e imposible de predecir, aunque a menudo es inofensiva. Por lo tanto, lo mejor para las mujeres embarazadas es evitar el contacto con una persona infectada e informar al médico si es necesario.

Síntomas

El pie-mano-boca se puede reconocer por sus pequeñas vesículas de menos de 5 milímetros que se extienden durante unas horas en la boca, en las palmas de las manos y debajo de las plantas de los pies. Estas lesiones cutáneas pueden ir acompañadas de fiebre leve, pérdida de apetito, dolor abdominal o incluso diarrea.

Si existen otros casos de mano-pie-boca en la guardería, niñera o colegio, si el niño no presenta síntomas distintos a las vesículas confinadas en la boca y extremidades, no es necesario consultarlo. Por otro lado, si sube la fiebre y si las lesiones predominan en la boca, es mejor mostrárselas al médico. Puede ser una infección primaria por herpes que requiera un tratamiento antiviral específico. También será necesario concertar cita al cabo de una semana si los síntomas no mejoran o incluso empeoran.

Riesgos y complicaciones del síndrome de pie-mano-boca

En la gran mayoría de los casos, el síndrome mano-pie-boca es leve. Ciertas formas atípicas, debido a mutaciones en los virus involucrados, pueden requerir sin embargo un seguimiento más detenido. Por tanto, es mejor consultar con un médico si las lesiones cutáneas son profundas y / o extensas.

Las uñas de su hijo pueden caerse unas semanas después del inicio de la enfermedad. Es impresionante, pero tenga la seguridad de que esta rara complicación llamada onicomadesis no es grave. Luego, las uñas vuelven a crecer normalmente.


El único riesgo real es la deshidratación, que preocupa especialmente a los bebés. Puede ocurrir si el daño en la boca es severo y el bebé se niega a beber.

¿Cómo curar la enfermedad?

Las lesiones cutáneas desaparecen sin un tratamiento especial después de diez días. Mientras tanto, se debe tener cuidado de lavar al niño con un jabón suave, secarlo bien sin frotar y desinfectar las lesiones con un antiséptico local incoloro. Tenga cuidado de no aplicar nunca crema o talco, ya que favorecen infecciones secundarias.

Para limitar el riesgo de deshidratación, ofrézcale a su hijo una bebida con frecuencia. Si no bebe lo suficiente, si tiene diarrea, compense sus pérdidas de líquidos con soluciones de rehidratación oral (SRO) disponibles en las farmacias sin receta.

La fiebre suele ser muy moderada. Si a pesar de todo pone a tu hijo gruñón, mareado o corta el apetito, medidas sencillas pueden bajarlo: no lo cubras demasiado, ofrécele una bebida con regularidad, mantén la temperatura ambiente a 19 °, dale si necesita paracetamol.

Si la presencia de ampollas en la boca le molesta a la hora de las comidas, ofrézcale alimentos fríos y bajos en sal, generalmente son mejor aceptados. Las sopas, yogures y compotas que salen de la nevera van bien. Si el dolor es tal que provoca una negativa total a comer o beber, no dude en aliviarlo con paracetamol. Asimismo, si las lesiones en los pies son muy numerosas y dolorosas hasta el punto de dificultar la marcha, allí también es posible aliviar al niño con paracetamol.

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