Cómo 187 países acordaron luchar contra el plástico

El acuerdo “histórico” fue firmado por 187 países. El Convenio de Basilea establece reglas para los países del primer mundo que transportan desechos peligrosos a países menos ricos. EE. UU. y otros países ya no podrán enviar desechos plásticos a países que forman parte del Convenio de Basilea y no son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Las nuevas reglas entrarán en vigor en un año.

A principios de este año, China dejó de aceptar el reciclaje de los EE. UU., pero esto ha llevado a un aumento de los desechos plásticos en los países en desarrollo, de la industria alimentaria, la industria de bebidas, la moda, la tecnología y la atención médica. La Alianza Global para Alternativas a la Incineración de Residuos (Gaia), que respalda el acuerdo, dice que han encontrado aldeas en Indonesia, Tailandia y Malasia que “se convirtieron en vertederos en un año”. “Encontramos desechos de los EE. UU. que se acumulaban en las aldeas de todos estos países que alguna vez fueron comunidades predominantemente agrícolas”, dijo Claire Arkin, vocera de Gaia.

Luego de tales informes, se llevó a cabo una reunión de dos semanas que abordó los desechos plásticos y los químicos tóxicos que amenazan los océanos y la vida marina. 

Rolf Payet, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, calificó el acuerdo como "histórico", ya que los países tendrán que realizar un seguimiento de adónde van los desechos plásticos cuando salen de sus fronteras. Comparó la contaminación plástica con una "epidemia", diciendo que alrededor de 110 millones de toneladas de plástico contaminan los océanos, y del 80% al 90% proviene de fuentes terrestres. 

Los partidarios del acuerdo dicen que hará que el comercio mundial de desechos plásticos sea más transparente y mejor regulado, protegiendo a las personas y el medio ambiente. Los funcionarios atribuyen este progreso en parte a la creciente conciencia pública, respaldada por documentales sobre los peligros de la contaminación plástica. 

“Fueron esas tomas de polluelos de albatros muertos en las islas del Pacífico con el estómago abierto y todas las cosas de plástico reconocibles dentro. Y más recientemente, cuando descubrimos que las nanopartículas cruzan la barrera hematoencefálica, pudimos demostrar que el plástico ya está dentro de nosotros”, dijo Paul Rose, líder de la expedición Primal Seas de National Geographic para proteger los océanos. Las imágenes recientes de ballenas muertas con kilos de basura plástica en el estómago también han conmocionado al público. 

Marco Lambertini, director ejecutivo de la organización benéfica ambiental y de vida silvestre WWF International, dijo que el acuerdo fue un movimiento bienvenido y que durante demasiado tiempo los países ricos han negado su responsabilidad por las cantidades masivas de desechos plásticos. “Sin embargo, esto es solo una parte del viaje. Nosotros y nuestro planeta necesitamos un tratado integral para superar la crisis global del plástico”, agregó Lambertini.

yana dotsenko

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