Cómo los frutos secos te ayudan a perder peso

Las nueces son una fuente completa de proteínas, fibra, vitaminas, minerales, grasas y otras valiosas sustancias vegetales que son buenas para el sistema cardiovascular. Agregan valor nutricional a la dieta y su consumo regular reduce el riesgo de enfermedades del corazón. Sin embargo, las personas que pierden peso intentan evitar comer nueces debido a su contenido calórico. De hecho, la adición regular de nueces a la dieta ayuda a controlar el peso y a prevenir el aumento de peso. Esta acción es típica de casi todas las variedades de frutos secos. 

Investigación sobre los frutos secos y el aumento de peso En la edición de septiembre de The Journal of Nutrition, se publicó un artículo que indica que el consumo regular de frutos secos no conduce al aumento de peso y ayuda a reducir el índice de masa corporal. Un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition encontró que las mujeres que comían nueces dos o más veces por semana tenían un menor riesgo de obesidad y ganaban menos peso durante un período de 8 años, en comparación con las mujeres que rara vez comían nueces. en la dieta. Sin embargo, resultó que los cacahuetes son inferiores a otros tipos de frutos secos en este sentido. Es cierto que las personas que comían frutos secos también tendían a comer más frutas y verduras, y pueden haber fumado, que son factores que pueden haber influido en los resultados del estudio. Resultados de comer frutos secos La conclusión inesperada a la que llegaron los científicos es que los frutos secos ricos en calorías no conducen al aumento de peso esperado. Una posible explicación de este hecho es que la proteína, la grasa y la fibra que se encuentran en los frutos secos te hacen sentir lleno, lo que controla tu apetito después de comerlos. Además, es imposible masticar completamente las nueces, por lo que del 10 al 20 por ciento de la grasa se excreta del cuerpo. Y por último, algunos estudios afirman que las calorías derivadas de los frutos secos son de las que el cuerpo quema durante el descanso. Sin embargo, este hecho aún no ha sido completamente probado.

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