Cómo aumentar la inmunidad: 8 alimentos y 6 consejos

El sistema inmunológico es la forma que tiene el cuerpo de protegerse de cualquier cosa que pueda dañarlo. Protege contra todo lo ajeno del exterior y destruye células averiadas u obsoletas. Pero en invierno, nuestra inmunidad se debilita debido a la falta de sol y de nutrientes. Los productos a base de hierbas vienen al rescate, lo que aumenta la inmunidad debilitada.

Cítricos

La mayoría de las veces, nos apoyamos en los cítricos cuando ya estamos resfriados. Sin embargo, la vitamina C ayuda a desarrollar un sistema inmunológico fuerte porque aumenta la producción de glóbulos blancos. Nuestro cuerpo no produce ni almacena esta vitamina, por lo que hay que tomarla todos los días, especialmente en primavera. Coma naranjas, toronjas, mandarinas, limones y otras frutas cítricas.

pimiento rojo

Si crees que los cítricos contienen la mayor cantidad de vitamina C, estás equivocado. ¡Resulta que el pimiento rojo dulce o búlgaro contiene el doble de vitamina C! También contiene una gran cantidad de betacaroteno, que ayuda a mantener la salud de la piel y los ojos bajo control.

Brócoli

¡El brócoli es un almacén de vitaminas y minerales! Esta verdura es el mejor producto que puedes poner en tu mesa. Contiene vitaminas A, C, E, así como antioxidantes y fibra. Para que las vitaminas entren en tu cuerpo, trata de no cocinar el brócoli por mucho tiempo. La mejor opción es comer la verdura cruda.

Ajo:

El ajo es un remedio probado, cuyas propiedades curativas eran conocidas por nuestras abuelas. Sin embargo, de hecho, la gente ha reconocido su valor en la lucha contra las infecciones durante mucho tiempo. Las propiedades inmunoestimulantes del ajo se deben a su alta concentración de compuestos que contienen azufre, como la alicina. Así que añádelo a platos principales, ensaladas, aperitivos y no tengas miedo de su olor.

Jengibre

El jengibre es otro producto al que se recurre después de estar enfermo. Ayuda a reducir la inflamación, calmar el dolor de garganta y aliviar las náuseas. El jengibre también ayuda a reducir las enfermedades crónicas y reducir los niveles de colesterol, según estudios recientes. Prepare jengibre con limón, agréguelo a los platos principales y aderezos para ensaladas.

Espinacas

La espinaca está en esta lista no solo porque es rica en vitamina C. También contiene antioxidantes y betacaroteno, que aumentan la capacidad del sistema inmunitario para combatir infecciones. Al igual que el brócoli, es mejor no cocinarlo durante mucho tiempo. La mejor forma es utilizarlo como ingrediente de batidos verdes. Sin embargo, un ligero tratamiento térmico aumenta la concentración de vitamina A y libera otros nutrientes.

Almendras

Cuando se trata de prevenir y combatir el resfriado común, la vitamina E se consume con menos frecuencia que la vitamina C. Sin embargo, la vitamina E es la clave para un sistema inmunológico saludable. Es una vitamina liposoluble que debe consumirse adecuadamente. Los frutos secos como las almendras no solo contienen esta vitamina E, sino también grasas saludables. Media taza de almendras, que son unas 46 nueces enteras, aporta casi el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitamina E.

Té verde

Tanto el té verde como el negro contienen flavonoides. Sin embargo, el té verde tiene más galato de epigalocatequina (o EGCG), que también es un poderoso antioxidante. Se ha demostrado que EGCG mejora la función inmunológica. El proceso de fermentación del té negro destruye grandes cantidades de este antioxidante. El té verde se cuece al vapor y no se fermenta, por lo que se conserva el EGCG. También es una buena fuente del aminoácido L-teanina, que promueve un estado mental tranquilo y relajado.

Además de comer alimentos que ayuden a fortalecer el sistema inmunológico, es bueno seguir las siguientes reglas:

1. Duerme bien y evita el estrés. La falta de sueño y el estrés aumentan la producción de la hormona cortisol, cuyo aumento suprime la función inmunológica.

2. Evite el humo del tabaco. Esto socava las defensas inmunitarias básicas y aumenta el riesgo de bronquitis y neumonía en todos, así como infecciones del oído medio en los niños.

3. Reducir la cantidad de alcohol. El consumo excesivo daña el sistema inmunológico y aumenta la vulnerabilidad a las infecciones pulmonares. Lo ideal, por supuesto, es renunciar por completo al alcohol.

4. Come probióticos. Los estudios muestran que estos suplementos reducen la incidencia de infecciones respiratorias y gastrointestinales.

5. Camine al aire libre. La luz del sol provoca la producción de vitamina D. Eso sí, en época de frío el nivel de esta vitamina disminuye, por lo que se puede aumentar la duración de la caminata. Los niveles bajos de vitamina D provocan un mayor riesgo de infección respiratoria.

6. Pruebe las hierbas que estimulan el sistema inmunológico. Eleutherococcus, el ginseng asiático y el astrágalo ayudan a proteger el cuerpo de infecciones. También es bueno tener a mano o beber un curso de tintura o té de equinácea, que protege contra los virus respiratorios.

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