Cómo comer bien para… dormir lo suficiente

Agitación y raza, tensión y estrés, falta de consistencia en la nutrición y los ritmos circadianos... Así es la vida en una metrópolis moderna. Todo esto afecta directamente cómo nos sentimos durante el día y la noche, cómo reaccionamos ante nuevas tareas. No es ningún secreto que dormir bien nos ayuda a recuperar fuerzas, pero para dormir bien es necesario… comer bien. La experta en belleza Julia Enhel cuenta cómo exactamente.

El ritmo de vida moderno hace que muchos de nosotros sacrifiquemos nuestra salud. Esta es la realidad, pero ¿significa eso que no hay nada que podamos hacer al respecto? No, no lo hace. Está en nuestro poder proporcionarnos nutrición sistémica y sueño.

¿Cómo? En primer lugar, determinando qué alimentos nos dan energía y cuáles nos intoxican. Para hacer esto, basta con hacer un análisis de sangre: las modernas tecnologías innovadoras desarrolladas por científicos japoneses nos permiten calcular las características y necesidades de nuestro cuerpo. Y al ajustar su dieta, puede deshacerse de una serie de dolencias y mejorar la calidad de vida, incluso asegurando una buena noche de sueño.

¿Qué lo influye?

1. La fibra dietética es responsable de la duración del sueño

Durante las fases de sueño profundo, nuestro cuerpo se restaura y recarga de energía. Para que estas fases duren más, añade a tu dieta alimentos ricos en fibra, como nueces, fuente de triptófano (un aminoácido que produce quinurenina, serotonina, melatonina y niacina y actúa como un regulador natural del estado de ánimo), almendras ricas en magnesio , salvado y cereales, que, entre otras cosas, ayudarán a restaurar el funcionamiento del tracto digestivo. Todo esto también ayudará a acelerar la conciliación del sueño, normalizar la duración del sueño y los ritmos circadianos en general.

2. El azúcar afecta la tasa de conciliar el sueño

Para reducir el riesgo de insomnio y los niveles de estrés por la mañana, vale la pena reducir la ingesta de azúcar, especialmente justo antes de acostarse (incluso unas horas antes). El azúcar estimula la aparición de una fase rápida del sueño: el cuerpo no tiene tiempo para recuperarse y recuperar fuerzas, y por eso por la mañana nos invade una sensación de cansancio.

Si el té de la tarde con dulces se ha convertido en un hábito tal que no puede imaginar irse a la cama sin él, déle preferencia a la miel, una fuente de azúcar natural. Una cucharada pequeña de miel mejorará el efecto calmante del té de manzanilla: aumentará el nivel de glicina, el sistema nervioso se calmará y la tensión muscular disminuirá. Además, dicha bebida aumenta los niveles de insulina, lo que permite que el triptófano, que es responsable de la calidad del sueño y el estado de ánimo, interactúe más rápido con el cerebro.

3. La hidratación es responsable de la calidad del sueño

El agua enriquecida con moléculas de hidrógeno restaura la función de las células de tal manera que todas comienzan a funcionar como un reloj: mejora el metabolismo y la función de desintoxicación del cuerpo, se restablece el equilibrio ácido-base. Esta agua es 6 veces más efectiva que el agua regular en el proceso de hidratación, lo que la hace ideal para normalizar el sueño y la vigilia.

4. Las grasas saturadas afectan las fases del sueño.

Nuestro sueño consta de dos etapas principales: sueño REM y no REM. Si nos despertamos abruptamente durante el sueño REM, nuestra psique no puede funcionar normalmente durante mucho tiempo. Si la dieta está dominada por las grasas saturadas, la fase de sueño de ondas lentas se acorta, lo que hace que no durmamos lo suficiente y nos sintamos cansados ​​por la mañana, por lo que conviene minimizar su consumo.

Incluye en tu dieta atún y salmón, ricos en vitamina B6, responsable de la producción de melatonina y serotonina, así como gambas, inestimable fuente de triptófano.

5. La salud del sueño está determinada por las vitaminas

Para sentirse bien y dormir sano, necesita un equilibrio de todas las formas de vitaminas, tanto solubles en agua como solubles en grasa. En primer lugar, vale la pena realizar un análisis de vitaminas: no solo nuestro sueño, inmunidad y estado de ánimo, sino también nuestra apariencia dependen de estos indicadores. Es importante recordar que solo un médico puede realizar ajustes en el sistema de nutrición y seleccionar las vitaminas adecuadas.

6. La hidroterapia mejora el sueño profundo

Como dijimos anteriormente, el hidrógeno es extremadamente útil para nuestro cuerpo. Este poderoso antioxidante no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, no solo ralentiza el proceso de envejecimiento, sino que también aumenta la biodisponibilidad de las sustancias activas en 1000 veces.

Para garantizar un sueño saludable, se recomienda tomar un curso de inhalaciones de hidrógeno, que purifican la sangre en 30 minutos. Este proceso de rejuvenecimiento celular es reconocido por la comunidad internacional como el más seguro. Como resultado de la electrólisis, que tiene lugar en aparatos especiales, se forma gas HHO, que no tiene sabor ni olor. Una vez en el cuerpo, se descompone en iones de hidrógeno y oxígeno atómico.

El átomo de oxígeno se asimila como debe ser, y los iones de hidrógeno entran en reacción química con el radical hidroxilo, cuya acumulación es una de las principales razones del envejecimiento del cuerpo, el envejecimiento celular y el deterioro del sueño. El resultado de tal reacción es agua simple, que además nutre cada célula del cuerpo, y el efecto es instantáneo.

Todos los cambios anteriores ayudarán a mejorar la calidad del sueño y, por lo tanto, aumentarán el nivel de bienestar mental.

Sobre el desarrollador

ángel julia – especialista en el campo de las innovaciones de belleza, salud y juventud, presidente de la corporación internacional ENHEL Group, fundador de la innovadora clínica de spa ENHEL Wellness Spa Dome.

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