¿Cómo inculcar conocimientos en un niño que creció con un teléfono en las manos? Prueba el microaprendizaje

Hoy en día, hay muchas actividades educativas para niños en edad preescolar, pero no es tan fácil sentar a los niños que ya dominan un teléfono inteligente: les falta perseverancia. El microaprendizaje puede ayudar a resolver este problema. La neuropsicóloga Polina Kharina habla sobre la nueva tendencia.

Los niños menores de 4 años aún no pueden mantener su atención en una cosa durante mucho tiempo. Sobre todo si hablamos de una tarea de aprendizaje, y no de un juego divertido. Y es aún más difícil cultivar la perseverancia hoy en día, cuando los niños usan aparatos literalmente desde el primer año de vida. El microaprendizaje ayuda a resolver este problema.

Esta forma de aprender cosas nuevas es una de las tendencias de la educación moderna. Su esencia es que niños y adultos reciban conocimientos en pequeñas porciones. Avanzar hacia la meta en pasos cortos, de lo simple a lo complejo, le permite evitar la sobrecarga y resolver problemas complejos por partes. El microaprendizaje se basa en tres principios básicos:

  • clases cortas pero regulares;
  • repetición diaria del material cubierto;
  • progresiva complicación del material.

Las clases con niños en edad preescolar no deben durar más de 20 minutos y el microaprendizaje está diseñado solo para lecciones cortas. Y es fácil para los padres dedicar de 15 a 20 minutos al día a los niños.

Cómo funciona el microaprendizaje

En la práctica, el proceso es así: supongamos que quiere enseñarle a un niño de un año a ensartar cuentas en un hilo. Divide la tarea en etapas: primero ensartas la cuenta e invitas al niño a quitarla, luego te ofreces a enhebrarla tú mismo y finalmente aprendes a interceptar la cuenta y moverla a lo largo de la cuerda para que puedas agregar otra. El microaprendizaje se compone de lecciones breves y secuenciales.

Veamos el ejemplo de un juego de rompecabezas, donde el objetivo es enseñar a un niño en edad preescolar a aplicar diferentes estrategias. Cuando propongo armar un rompecabezas por primera vez, es difícil que un niño conecte todos los detalles a la vez para obtener una imagen, porque no tiene experiencia y conocimiento. El resultado es una situación de fracaso, una disminución de la motivación y luego una pérdida de interés en este juego.

Por lo tanto, al principio armo el rompecabezas yo mismo y divido la tarea en etapas.

El primer escenario. Consideramos una sugerencia de imagen y la describimos, prestamos atención a 2-3 detalles específicos. Luego los encontramos entre otros y los colocamos en el lugar correcto en la imagen de pista. Si es difícil para un niño, sugiero prestar atención a la forma de la pieza (grande o pequeña).

La segunda etapa. Cuando el niño hace frente a la primera tarea, en la próxima lección elijo de todos los detalles lo mismo que la última vez y los doy vuelta. Luego le pido al niño que coloque cada pieza en el lugar correcto de la imagen. Si le resulta difícil, presto atención a la forma de la pieza y le pregunto si la está sujetando correctamente o si necesita darle la vuelta.

La tercera etapa. Aumente gradualmente el número de detalles. Luego, puede enseñarle a su hijo a armar rompecabezas por su cuenta, sin una sugerencia de imagen. Primero, enseñamos a doblar el marco, luego el medio. O bien, primero recopile una imagen específica en un rompecabezas y luego únala, enfocándose en el diagrama.

Así, el niño, dominando cada etapa, aprende a utilizar diferentes técnicas y su habilidad se convierte en una habilidad fija durante mucho tiempo. Este formato se puede utilizar en todos los juegos. Al aprender en pequeños pasos, el niño dominará toda la habilidad.

¿Cuáles son los beneficios del microaprendizaje?

  1. El niño no tiene tiempo para aburrirse. En el formato de lecciones cortas, los niños aprenden fácilmente aquellas habilidades que no quieren aprender. Por ejemplo, si a un niño no le gusta cortar y le ofreces hacer una tarea corta todos los días, donde solo necesitas recortar un elemento o hacer un par de cortes, aprenderá esta habilidad gradualmente, de forma imperceptible para sí mismo. .
  2. Estudiar “poco a poco” ayuda al niño a acostumbrarse a que los estudios son parte de la vida. Si estudia todos los días a una hora determinada, el niño percibe las microlecciones como parte del horario habitual y se acostumbra a aprender desde una edad temprana.
  3. Este enfoque enseña concentración, porque el niño está completamente concentrado en el proceso, no tiene tiempo para distraerse. Pero al mismo tiempo, no tiene tiempo para cansarse.
  4. El microaprendizaje facilita el aprendizaje. Nuestro cerebro está dispuesto de tal manera que ya una hora después de terminar las clases, olvidamos el 60% de la información, pasadas las 10 horas el 35% de lo aprendido queda en la memoria. Según la curva de olvido de Ebbinghaus, en tan solo 1 mes olvidamos el 80% de lo que hemos aprendido. Si repite sistemáticamente lo que se ha cubierto, entonces el material de la memoria a corto plazo pasa a la memoria a largo plazo.
  5. El microaprendizaje implica un sistema: el proceso de aprendizaje no se interrumpe, el niño avanza gradualmente, día a día, hacia un gran objetivo determinado (por ejemplo, aprender a cortar o colorear). Idealmente, las clases tienen lugar todos los días a la misma hora. Este formato es perfecto para niños con varios retrasos en el desarrollo. El material se dosifica, se trabaja al automatismo y luego se complica. Esto le permite arreglar el material.

Donde y como estudiar

Hoy tenemos muchos cursos en línea y aplicaciones móviles diferentes que se basan en los principios del microaprendizaje, como las populares aplicaciones de aprendizaje de inglés Duolingo o Skyeng. Las lecciones se entregan en formatos infográficos, videos cortos, cuestionarios y tarjetas didácticas.

Los cuadernos japoneses KUMON también se basan en los principios del microaprendizaje. Las tareas en ellos están organizadas de simples a complejas: primero, el niño aprende a hacer cortes a lo largo de líneas rectas, luego a lo largo de líneas discontinuas, onduladas y espirales, y al final recorta figuras y objetos de papel. La construcción de tareas de esta manera ayuda al niño a afrontarlas siempre con éxito, lo que motiva y desarrolla la confianza en sí mismo. Además, las tareas son sencillas y comprensibles para los niños pequeños, lo que significa que el niño puede estudiar de forma independiente.

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