«Tengo el control»: ¿por qué lo necesitamos?

Control en nuestras vidas

El deseo de control puede manifestarse de diferentes maneras. El jefe supervisa el trabajo de los subordinados, exigiendo informes frecuentes. El padre localiza al niño usando una aplicación especial.

Hay pacientes meticulosos: recurren a un médico, recopilan las opiniones de varios especialistas, preguntan en detalle sobre el diagnóstico, verifican la información recibida de amigos, tratando de mantener el control sobre lo que está sucediendo.

Cuando un compañero llega tarde al trabajo, lo bombardeamos con mensajes: "¿Dónde estás?", "¿Cuándo estarás?" Esta es también una forma de control de la realidad, aunque no siempre perseguimos el objetivo de localizar con precisión a un ser querido.

Un cierto grado de control es realmente necesario para navegar por lo que está sucediendo. Por ejemplo, un gerente necesita entender cómo avanza un proyecto, y cuando se trata de nuestra salud, es útil para aclarar los detalles y comparar opiniones.

Sin embargo, sucede que el deseo de poseer la información más completa no calma, sino que enloquece. No importa cuánto sepamos, no importa a quién le preguntemos, todavía tenemos miedo de que algo se escape de nuestra atención y luego suceda lo irreparable: el médico se equivocará con el diagnóstico, el niño caerá en malas compañías. , el compañero comenzará a hacer trampa.

¿La razón?

En el corazón del deseo de controlar todo está la ansiedad. Es ella quien nos hace comprobar dos veces, calcular los riesgos. La ansiedad indica que no nos sentimos seguros. Al tratar de prever todo lo que nos puede pasar, nos esforzamos por hacer más predecible la realidad.

Sin embargo, es imposible asegurarse contra todo, lo que significa que la ansiedad no disminuye y el control comienza a parecerse a la obsesión.

¿De qué soy responsable?

Es importante entender qué en nuestra vida realmente depende de nosotros y en qué no podemos influir. Esto no significa que debamos volvernos indiferentes a todo lo que no podemos cambiar. Sin embargo, la definición de una zona de responsabilidad personal ayuda a reducir el grado de tensión interior.

¿Confiar o verificar?

La necesidad de control está asociada a la capacidad de confiar, y no sólo en la pareja, en los propios hijos, en los compañeros, sino también en el mundo en su conjunto. ¿Qué queda por hacer si es difícil confiar en los demás? Asume todas las preocupaciones que podrías compartir con otra persona.

No existe una píldora mágica que lo ayude a aprender rápidamente a confiar más en el mundo, y es poco probable que la confianza absoluta traiga beneficios. Sin embargo, es útil observar en qué situaciones y en quién nos resulta más fácil confiar, y cuándo es más difícil.

Decide experimentar

Intente a veces, aunque sea un poco, pero debilite el control. No establezca una meta para abandonarla por completo, siga el principio de los pequeños pasos. Muchas veces nos parece que vale la pena relajarse y el mundo se derrumbará, pero en realidad no es así.

Rastrea tus sentimientos: ¿cómo te sientes en este momento? Lo más probable es que su condición tenga muchos matices. ¿Qué experimentaste? ¿Tensión, sorpresa o tal vez calma y paz?

De la tensión a la relajación

Al tratar de controlar demasiado la realidad, experimentamos estrés no solo mental, sino también físico. Agotado por la ansiedad, nuestro cuerpo también reacciona a lo que sucede: está en constante preparación para el peligro. Por ello, es muy importante cuidar un descanso de calidad.

Es útil practicar varias técnicas de relajación, como la relajación neuromuscular de Jacobson. Esta técnica se basa en la alternancia de tensión y relajación de varios grupos musculares. Primero, tensa un determinado grupo muscular durante 5 segundos y luego relájalo, prestando especial atención a las sensaciones en el cuerpo.

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No importa cuánto intentemos controlar la realidad, siempre hay un lugar para los accidentes en el mundo. Esta noticia puede disgustarte, pero también tiene un lado positivo: además de sorpresas desagradables, también suceden sorpresas alegres. Nunca sabemos lo que está a la vuelta de la esquina, pero nuestras vidas definitivamente cambiarán, nos guste o no.

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