Gato de pelo largo: ¿cómo mantenerlo?

Gato de pelo largo: ¿cómo mantenerlo?

Ciertas razas de gatos tienen el pelo largo, como el persa, el Ragdoll, el Maine Coon o el gato del bosque noruego. También hay muchos de los llamados gatos europeos, por lo tanto sin raza, adornados con pieles de pelo largo. Este rasgo es el resultado de una selección sobre el físico de los gatos y va acompañado de algunas consecuencias que es bueno conocer para asegurar la buena salud de nuestros gatos.

¿Por qué mantener el pelaje de mi gato?

El pelaje de los gatos no solo tiene una función estética. De hecho, la piel protege a los animales de las variaciones de temperatura y las lesiones. La apariencia del cabello está más fuertemente ligada a la salud de la piel que cubre. Así, los trastornos dermatológicos suelen ir acompañados de una degradación de la calidad del cabello y, viceversa, un pelaje mal arreglado puede dañar la piel. Por tanto, es fundamental garantizar una buena higiene del pelaje.

Las consecuencias de la falta de aseo personal pueden ser dermatológicas o cosméticas, con grandes nudos o pelos sucios que provocan daños en la piel debajo de los mechones. 

Además, cuando los gatos se acicalan, naturalmente ingieren una cierta cantidad de pelo. Estos pelos normalmente se eliminan con las heces. Sin embargo, en gatos con pelaje largo, es común que estos pelos ingeridos formen tapones llamados tricobezoares que serán vomitados. 

A veces, la cantidad de pelo que pasa por el estómago es tal que irrita la pared del estómago y provoca gastritis. Esto puede resultar en pérdida de apetito y vómitos con o sin una bola de pelo. En el peor de los casos, el tricobezoar formado obstruye los intestinos. Luego hay pérdida de apetito, vómitos intensos y, a menudo, dolor abdominal. Si la obstrucción es completa, el tratamiento es quirúrgico.

Es para prevenir estos diferentes problemas que es importante mantener el pelaje de su gato, especialmente si tiene el pelo largo.

¿Cuándo debe prestar especial atención al cuidado del pelaje?

Por regla general, los gatos cuidan su pelaje de forma espontánea y no requieren ninguna intervención por nuestra parte. Sin embargo, hay situaciones en las que no pueden garantizar la correcta higiene de su pelaje. Por un lado, nuestra ayuda puede ser necesaria si hay una disminución en el comportamiento natural de aseo. Esto es común en gatos de determinadas razas, como el persa, en gatos estresados ​​o ansiosos, en gatos enfermos o en gatos envejecidos. 

Además, algunos gatos ya no tienen la capacidad física para arreglarse adecuadamente. De hecho, este es el caso de los gatos con sobrepeso, los que padecen afecciones dolorosas como la osteoartritis o una fractura de pelvis, por ejemplo, o los que tienen que llevar camisa de fuerza en todo momento. Por otro lado, algunos gatos tienen un pelaje tan largo y grueso que no pueden brindar los cuidados necesarios para la correcta higiene de su pelaje por sí mismos.

El cepillado, un cuidado imprescindible

Para limitar la cantidad de pelo ingerido, es fundamental cepillar a diario a los gatos de pelo largo. Los gatos no siempre aprecian el cepillado. Por tanto, es preferible acostumbrarlos a esta manipulación desde una edad temprana, de forma muy paulatina. También es posible utilizar el refuerzo positivo para conseguir que el gato tolere o incluso disfrute las sesiones de cepillado, asociándolas con comidas, con golosinas o siguiéndolas con un juego o sesión de caricias, según las preferencias de su gato. Una vez desensibilizado con el cepillo, deberá realizar un meticuloso cepillado de todo el cuerpo para eliminar la mayor cantidad de vello posible y evitar la formación de nudos. El cepillado también estimula la producción de sebo y lo distribuye por el cabello.

La elección del cepillo también es de gran importancia. El cepillado perderá eficacia si la herramienta utilizada no es adecuada para el pelo de gato. Existe el riesgo de no penetrar la capa interna o de no eliminar suficiente pelo, o incluso de rayar la delicada piel de los gatos. Por tanto, es aconsejable utilizar un cepillo especialmente diseñado para el mantenimiento del pelaje de los gatos. Si su gato no puede tolerar el cepillo, también es posible pasar un paño húmedo por su pelaje para eliminar el exceso de pelo muerto que se puede quitar fácilmente. Esta técnica muy suave puede representar un compromiso interesante, pero sigue siendo menos eficaz que el cepillado asiduo.

Cabello sucio, ¿cómo arreglarlo?

Los cabellos largos también son susceptibles a la contaminación, ya sea al aire libre o en caso de enfermedades como la diarrea, por ejemplo. Si tu gato no logra limpiarse, puedes bañarlo y lavarlo con champú (todo o solo en la zona afectada) siempre que uses un champú para gatos, adaptado al pH de su piel. El baño debe ir seguido de un secado suave con una toalla de felpa. El uso de un secador de pelo suele ser riesgoso porque el gato puede asustarse y el riesgo de quemaduras no es despreciable.

Sin embargo, la mayoría de los gatos no toleran los baños. En este caso, existen champús secos, generalmente en forma de espuma, que son fáciles de aplicar. Seguido de un cepillado, el champú seco limpia el pelaje e hidrata la piel para limitar la irritación cutánea relacionada con la suciedad.

Los gatos de pelo largo requieren cuidados especiales para mantener una buena higiene del pelaje, que es fundamental para su buena salud. Estos tratamientos se basan sobre todo en un cepillado minucioso y regular, con un cepillo adecuado. En caso de contaminación, se pueden utilizar champús convencionales o sin aclarado. Finalmente, en casos extremos en los que el pelaje está enmarañado y se resiste al cepillado, cortar el césped puede ser beneficioso y ayudar a restaurar un pelaje saludable.

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