Agotamiento materno

Agotamiento materno

¿Qué es el agotamiento materno?

El término "burn-out" estaba reservado anteriormente para el mundo profesional. Sin embargo, el agotamiento físico y mental también afecta al ámbito privado, incluida la maternidad. Como la empleada perfeccionista, la madre agotada busca cumplir todas sus tareas con diligencia, de acuerdo con un modelo idealizado y necesariamente inalcanzable. Un gran tabú ante la sociedad, algunas madres llegan a un estado de estrés y fatiga que supera con creces la norma. Tenga cuidado, el agotamiento materno es diferente de la depresión, que puede ocurrir en cualquier momento de la vida, o de la tristeza posparto, que desaparece unos días después del parto.

¿Qué mujeres pueden sufrir de agotamiento materno?

Como ocurre con otros trastornos mentales, no existe un perfil estándar. Madres solas o en pareja, para el pequeño o después de cuatro hijos, trabajando o no, jóvenes o mayores: todas las mujeres pueden preocuparse. Además, el agotamiento materno puede aparecer en cualquier momento, unas semanas después del parto o pasados ​​diez años. Sin embargo, ciertos contextos frágiles pueden favorecer la aparición de desgaste materno, como los partos cercanos o el parto de mellizos, situaciones precarias y gran aislamiento, por ejemplo. Las mujeres que compaginan un trabajo exigente y exigente con su vida familiar también pueden sufrir agotamiento si no cuentan con el apoyo suficiente de sus allegados.

¿Cómo se manifiesta el agotamiento materno?

Como ocurre con la depresión, el agotamiento materno es insidioso. Los primeros signos son perfectamente inofensivos: estrés, fatiga, molestia, sensación de agobio y comportamiento nervioso. Sin embargo, estos no son síntomas que deben pasarse por alto. Con el paso de las semanas o meses, esta sensación de estar abrumado crece, hasta manifestarse como una sensación de vacío. Se produce un desapego emocional (la madre siente menos ternura hacia su hijo) y se desarrolla irritabilidad. La madre, abrumada, termina sin sentirse nunca a la altura. Es entonces cuando lo invaden pensamientos negativos y vergonzosos sobre su hijo o hijos. El burnout materno puede llevar a situaciones de riesgo: gestos agresivos hacia el niño, indiferencia ante su sufrimiento, etc. En paralelo, suelen aparecer otros trastornos como la anorexia, la bulimia o incluso el insomnio.

¿Cómo prevenir el agotamiento materno?

Un factor principal para anticipar el agotamiento materno es aceptar que no eres un padre perfecto. Tienes derecho, de vez en cuando, a estar enojado, enojado, impaciente o cometer errores. Esto es perfectamente normal. Si sientes que estás flaqueando, abre un diálogo con otra madre, que está cerca de ti: verás que estos sentimientos son comunes y humanos. Para prevenir o curar el agotamiento materno, intente todo lo que pueda para soltarse: delegue ciertas tareas, con su pareja, un amigo, su madre o una niñera. Y date un respiro, donde te cuides: masajes, deporte, paseo, lectura, etc. También puedes consultar a tu médico para hablar con él sobre tu estado general de fatiga, este último te puede orientar a un especialista que pueda ayudarlo a superar esta situación.

¿Por qué es tabú el agotamiento materno?

En los últimos años, las madres han tenido la libertad de hablar sobre su agotamiento. En nuestra sociedad, la maternidad sagrada se presenta como la máxima realización de las mujeres, interrumpida solo por risas y abrazos. Muchas de ellas, por lo tanto, no anticiparon el estrés, la fatiga y el autosacrificio que conlleva la maternidad. Tener un hijo es un viaje maravilloso pero difícil, y a menudo se adormece con la ingratitud. De hecho, ¿qué podría ser más normal que una madre que cuida a su hijo? ¿Quién pensaría en felicitarla? Hoy en día, las expectativas de la sociedad hacia las mujeres son altas. Deben cumplirse profesionalmente, sin obtener las mismas responsabilidades ni los mismos salarios que sus homólogos masculinos. Deben florecer en su relación y su sexualidad, convertirse en madre sin dejar de ser mujer y manejar todos los frentes con una sonrisa. También deben mantener una vida social y cultural rica e interesante. La presión es fuerte y los imperativos numerosos. Es lógico que alguna se resquebraje en la esfera más íntima: es el desgaste materno.

El agotamiento materno es el resultado de una concepción idealizada de la madre perfecta: ¡admite ahora que ella no existe! Si sientes que te estás hundiendo, no te aísles, al contrario: habla de tu experiencia con amigas que también son madres, y tómate el tiempo para cuidarte.

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