Neoplasia: pulmonar o mamaria, ¿qué es?

Neoplasia: pulmonar o mamaria, ¿qué es?

La neoplasia se refiere a la formación patológica de tejido nuevo en el cuerpo.

¿Qué es una neoplasia?

La neoplasia es la formación de tejido nuevo como resultado de la proliferación anormal y descontrolada de células. Puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. El tejido nuevo, llamado neoplasia, tiene una organización estructural o incluso un funcionamiento que difiere del tejido normal que lo rodea.

La neoplasia es sinónimo de tumor, pero no tiene por qué ser cáncer. Puede ser benigno o maligno. A menudo son necesarios exámenes adicionales para averiguarlo.

Causas de la neoplasia

Las causas de la neoplasia son múltiples y no siempre se conocen. Pero siempre existe la modificación de un gen o su expresión en una célula. Esto entonces se vuelve inestable y prolifera de manera anárquica.

Si la neoplasia presenta riesgo de diseminación en forma de metástasis, se denomina tumor maligno; de lo contrario, un tumor benigno.

Las consecuencias de la neoplasia.

Incluso una neoplasia benigna puede tener un impacto:

  • en estructuras vecinas: Cuando un quiste, nódulo o pólipo se agranda, o cuando un órgano crece, puede chocar con su entorno. Por lo tanto, se puede hacer que la hiperplasia prostática benigna comprima la uretra y levante el cuello de la vejiga, creando así trastornos urinarios;
  • en funciones remotas: si la neoplasia se desarrolla a partir de una célula glandular, conduce a una sobreproducción de hormonas. Esto puede desencadenar una cascada de reacciones, incluso en órganos ubicados lejos del tumor. Entonces hablamos de “síndromes paraneoplásicos”.

Cuando el tumor es maligno, también existe el riesgo de ver la lesión extendiéndose rápidamente, en detrimento de otros tejidos del órgano, pero también de verla dispersarse por el resto del cuerpo, a través de metástasis.

Ejemplo de neoplasias pulmonares

Los tumores benignos representan del 5 al 10% de las neoplasias pulmonares. Por lo general, no causan síntomas. Pero a veces se desarrollan, incluso lentamente, bloquean un bronquio, lo que promueve infecciones bacterianas, como neumonía y bronquitis. También pueden provocar tos con sangre (hemoptisis) o colapso de un pulmón (atelectasia), debido a la disminución del aire que entra durante la inspiración.

Tumores malignos, que dan lugar a una cáncer de pulmón y de, evolucionan mucho más rápido, pueden crear los mismos síntomas pero más graves. Pueden invadir gran parte de los bronquios y provocar insuficiencia respiratoria. Debido al estrecho contacto entre los pulmones y los vasos sanguíneos, necesario para la oxigenación de la sangre, tienen un mayor riesgo de propagar metástasis.

Ya sean cancerosas o no, las neoplasias pulmonares pueden comenzar en los bronquios, pero también en la parte externa de los pulmones. La lesión puede invadir otras estructuras, en particular los nervios, causando, por ejemplo, debilidad muscular o pérdida del equilibrio.

Además, en ocasiones las células de la neoplasia se han transformado en células glandulares, produciendo hormonas en un lugar que normalmente no las produce. El tumor luego se manifiesta por síntomas que no son respiratorios. Este síndrome paraneoplásico puede tomar varias formas, aisladas o asociadas, como por ejemplo: 

  • hipertiroidismo, con retención de líquidos y bajo contenido de sodio en sangre, consecuencias de la secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH), así como taquicardia, nerviosismo, sudoración inusual y pérdida de peso relacionada con la sobreproducción de cortisona natural (síndrome de Cushing). Si los exámenes muestran una tiroides normal, se busca otra causa: puede ser una hipersecreción de hormona coriogonádica (hCG) por un tumor de pulmón;
  • hipercalcemia que da lugar a orina abundante (poliuria), signos de deshidratación (boca seca, dolores de cabeza, confusión, irritabilidad, alteraciones del ritmo cardíaco) o incluso dolor abdominal, náuseas y vómitos. Entre las posibles explicaciones, la secreción de hormona paratiroidea en otro lugar que no sea la glándula paratiroidea, por ejemplo, por un tumor de pulmón;
  • hiperglucemia: algunos cánceres de pulmón inducen niveles elevados de glucagón, la hormona que hace que las células del hígado liberen glucosa al torrente sanguíneo;
  • acromegalia, es decir, un aumento anormal del tamaño de los pies y las manos y una deformación del rostro, vinculado a una sobreproducción de hormonas de crecimiento.

Estos síndromes paraneoplásicos, que se presentan en el 10% de los casos, pueden llamar la atención sobre la patología en su inicio, favoreciendo así el diagnóstico precoz.

Ejemplo de neoplasias de mama

Asimismo, los tumores de mama pueden ser benignos o malignos. Incluso pequeños, pueden chocar con las estructuras nerviosas o bloquear los vasos linfáticos, causando dolor o inflamación. Si la neoplasia comienza en una célula glandular, también puede causar síndrome paraneoplásico. Allí también las formas son variadas, siendo la hipercalcemia maligna la más frecuente. Estas complicaciones pueden ser el primer signo de un tumor.

En los hombres, las glándulas mamarias también pueden verse afectadas por neoplasias, aumentar de tamaño y secretar más estrógenos. Estamos hablando de ginecomastia. Un seno que está empujando (o ambos) generalmente conduce a una consulta. La escisión de las glándulas agrandadas corrige inmediatamente la hiperestrogenia.

¿Qué tratamientos?

El tratamiento depende de muchos factores: 

  • tipo de tumor;
  • localización ;
  • Estadio;
  • extensión;
  • estado general del paciente;
  • etc. 

Cuando la neoplasia es benigna y no causa síntomas, a menudo se realiza un control regular. Por otro lado, ante un tumor maligno, es necesario un manejo. Puede ser cirugía (extirpación del tumor, extirpación total o parcial del órgano), radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o una combinación de varios tratamientos.

¿Cuándo consultar?

Si experimenta algún síndrome inusual y molesto que persiste o empeora, hable con su médico.

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