Nostalgia, o por qué la felicidad perdida no te hace infeliz

Nostalgia, o por qué la felicidad perdida no te hace infeliz

Psicología

La nostalgia, actualmente 'de moda', nos hace conectar con nuestras experiencias y aprender de la experiencia

Nostalgia, o por qué la felicidad perdida no te hace infeliz

En un capítulo de la distópica 'Black Mirror' sus protagonistas viven una eterna fiesta ochentera, en la que todos disfrutan como si no hubiera un mañana. Y luego descubres lo que en realidad pasa (perdón por el destripamiento): los que hay son personas que deciden conectarse y vivir en un mundo virtual, 'San Junipero', una ciudad creada a través del nostalgia de su juventud.

Vivimos una época en la que la nostalgia va en aumento, como si fuera una moda. Vuelven las faldas cortas y rectas de los 90, los cassettes y vinilos, la serie de niños que resuelven misterios en los 80 armados con gorras y bicis, ¡y hasta los salmonetes están de vuelta! Si antes eran los románticos los que clamaban a los cielos que el pasado era mejor, ahora el desaparecido se basa en recrear en tiempos que muchos ni siquiera han vivido y solo han vivido a través de películas y libros. En un momento en el que incluso nos apetece poder hacer algunos bailes sin preocuparnos por la máscara o la distancia social, el nostalgia, un sentimiento, pero también en parte una experiencia universal, da forma a nuestro presente.

El fenómeno actual es tal que hay quienes dicen que vivimos en una 'retro-modernidad'. Diego S. Garrocho, filósofo, catedrático de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid y autor de 'Sobre la nostalgia' (Alianza Ensayo), asegura que existe una industria explícita de la nostalgia en la que se recuperan ritmos, imágenes, historias y diseños ancestrales que parece querer protegernos de un futuro amenazante.

Aunque el término 'nostalgia' fue acuñado en 1688, estamos hablando de un sentimiento que, sostiene Garrocho, “no responde a una construcción cultural sino que está inscrito en el corazón humano desde nuestro origen”. Sostiene que, si por nostalgia asumimos algo como un conciencia de pérdida poco clara, como algo que faltaba que era, “hay suficientes registros culturales para poder considerarlo un sentimiento universal”.

Cuando hablamos de nostalgia, hablamos de un sentimiento de nostalgia que, aunque tradicionalmente asociado a la tristeza o al dolor, en la actualidad va más allá. Bárbara Lucendo, psicóloga del Centro TAP, dice que la nostalgia es útil como recurso para conectar con personas, emociones o situaciones del pasado que nos dio felicidad y que, al recordarlos, nos ayuda a aprender de ellos, crecer y madurar con respecto a lo vivido.

Claro, hay personas más nostálgicas que otras. Aunque es complejo definir lo que hace que alguien tenga más o menos tendencia al anhelo, explica la psicóloga que, según numerosos estudios a lo largo de la historia, “las personas que son más propensas a tener pensamientos nostálgicos tienen menos pensamientos negativos hacia el sentido de la vida, así como también son más propensas a reforzar sus vínculos sociales y valorar las experiencias pasadas como un recurso para afrontar el presente ». Sin embargo, dice que las personas menos nostálgicas presentan un mayor número de pensamientos negativos tanto con el sentido de la vida como con el de la muerte y, en consecuencia, no dan tanto valor a los momentos pasados ​​y la utilidad que estos pueden traer para la actualidad.

Diego S. Garrocho sostiene que es “innegable que la nostalgia es un rasgo de carácter” que ayuda a definirnos. «Aristóteles sostenía que la gente melancólica estaba melancólica por un exceso de bilis negra. Hoy, obviamente, estamos lejos de esa descripción humoral del personaje pero creo que hay rasgos y vivencias que determinan nuestra condición nostálgica", Él dice.

Evita la nostalgia

La nostalgia, en cierto modo, es recrearnos en el pasado, pero a diferencia de quienes encuentran el gusto por esos recuerdos, hay quienes viven con el peso de no poder olvidar nada, les guste o no. «El olvido es una experiencia única, ya que no se puede inducir.. Podemos hacer un esfuerzo por recordar, pero nadie ha sabido inventar todavía una estrategia que nos permita olvidar a voluntad ”, explica Garrocho. De la misma manera que se puede entrenar la memoria, el filósofo dice que “le encantaría que existiera una academia del olvido”.

Ser gente nostálgica nos hace percibir el presente a través de una perspectiva específica. Bárbara Lucendo señala dos aspectos de cómo ese anhelo puede construir nuestra relación con el día de hoy. Por un lado, explica que ser nostálgico «puede significar añorar ese pasado encontrándonos entre sentimientos de soledad, desconexión del momento actual y de las personas que nos rodean ». Pero, por otro lado, hay momentos en los que la nostalgia tiene el efecto totalmente contrario y conlleva implicaciones positivas, ya que puede mejorar nuestro estado de ánimo y aportar una mayor seguridad emocional. “Esto nos hace ver el pasado como una fuente útil de aprendizaje para el momento presente”, dice.

“Es innegable que la nostalgia es un rasgo de carácter que nos ayuda a definirnos”
Diego S. Garrocho , Filósofo

La nostalgia puede tener 'beneficios' para nosotros porque no necesariamente tiene que tener un lado negativo. “Ya Platón nos decía que había formas de dolor saludable y, desde entonces, no pocos han considerado que hay una forma de lucidez que solo se da en la tristeza o la melancolía”, explica Diego S. Garrocho. Aunque advierte que no quiere “otorgarle al pesimismo ningún prestigio intelectual”, sí asegura que, en el caso de la nostalgia, la nota más esperanzadora es la posibilidad de regreso: “El nostálgico añora un tiempo que pasó pero ese recuerdo Puede servir como motor emocional para intentar volver a ese lugar al que, de una forma u otra, pertenecemos.

Melancolía o anhelo

La melancolía se usa a menudo como sinónimo de anhelo. La psicóloga Bárbara Lucendo comenta que si bien estos dos sentimientos comparten muchas similitudes, también tienen muchos otros matices que los hacen diferentes. Una de las principales diferencias es el efecto que tienen en la persona que los experimenta. "Tiempo La melancolía provoca en el individuo un sentimiento de insatisfacción. con su vida personal, la nostalgia no tiene este efecto ”, dice el profesional, quien agrega que la experiencia de la nostalgia está ligada a un recuerdo específico mientras que la melancolía, y sus consecuencias, se da de manera más amplia en el tiempo. Por otro lado, la melancolía nace de pensamientos tristes y se asocia a vivencias de emociones desagradables, haciendo que la persona se sienta deprimida y sin entusiasmo, mientras que la nostalgia puede estar relacionada con emociones tanto desagradables como agradables por el recuerdo de lo vivido.

La nostalgia, dice Diego S. Garrocho, es un ejercicio de ficción: considera que la memoria es una facultad egocéntrica, ya que nos protege de nuestra propia mediocridad y aspira a recrear los días pasados ​​con una épica y con una dignidad que ellos Probablemente no se lo merezca. Sin embargo, sostiene que las personas a veces tienen la necesidad de recrear nuestras experiencias precisamente para colocar el pasado a la altura de nuestras expectativas. “Creo que este ejercicio puede serlo, no sé si es saludable, pero al menos es legítimo siempre que no supere ciertos límites”, dice.

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