Falanges: ¿que es?

Falanges: ¿que es?

Las falanges son los pequeños huesos largos que se combinan para formar los dedos de las manos y de los pies, de los que, por tanto, constituyen el esqueleto. Estos pequeños huesos tubulares son tres para los llamados dedos largos y dos para el pulgar y el dedo gordo del pie. Etimológicamente, este término proviene del griego "phalagx » lo que significapieza cilíndrica de madera, palo". La primera falange de un dedo siempre se articula con un metacarpiano de la mano o un metatarsiano del pie. En cuanto a las otras falanges, se articulan entre sí. La falange es, por tanto, un segmento óseo articulado con las otras falanges a nivel de las articulaciones interfalángicas: son las que dan así a los dedos su particular movilidad y agilidad. Las patologías más frecuentes de las falanges son las fracturas, cuyo tratamiento suele ser ortopédico, por ejemplo mediante una férula, y en ocasiones quirúrgico, en particular cuando a la fractura se añaden lesiones de los nervios o tendones.

Anatomía de las falanges

La falange es un segmento óseo articulado: constituye el esqueleto del dedo de la mano o del pie, y en estos segmentos óseos se insertan diferentes músculos. Colocadas verticalmente, en cada dedo, una encima de la otra, las falanges se distinguen en primera o metacarpianas, segundas o medias y tercera o unguales.

Las falanges constituyen así los huesos más distales de la mano o del pie. Los dedos largos tienen cada uno tres falanges por dedo, por otro lado, el pulgar, también llamado pólux, o el dedo gordo del pie, también llamado hallux, solo tiene dos. La falange distal es la que lleva la uña, la falange proximal es la que está en la raíz del dedo. En total, hay catorce falanges en cada mano y otras tantas en cada pie, lo que hace un total de cincuenta y seis falanges.

Las articulaciones que conectan las falanges entre sí se denominan articulaciones interfalángicas. La falange ubicada más cerca del metacarpo también se llama falange proximal, la falange media se llama falangina, y la falange ubicada en el extremo del dedo, también llamada falange distal, a veces también se conoce como falangeta.

Fisiología de las falanges

La función de las falanges es dar a los dedos su agilidad, su movilidad tan particular y tan esencial a este órgano único que es la mano. Para ello, los extremos de las falanges se redondean al nivel de la articulación con el resto de huesos, donde se ubican los puntos de anclaje de los ligamentos falangeales. De hecho, las falanges proximales de todos los dedos se articulan con los huesos metacarpianos y las falanges intermedias se articulan bien con las falanges distales. Y estas falanges se articulan, más precisamente, con las otras falanges, a nivel de las articulaciones interfalángicas.

Anomalías, patologías de las falanges.

Las lesiones de los dedos, a nivel de las falanges, pueden ser de origen traumático, pero también reumatológico, neurológico o congénito. Pero, de hecho, las patologías más frecuentes de las falanges resultan ser fracturas. "Las fracturas de las manos pueden complicarse con deformidad si no se tratan, rigidez con sobretratamiento y tanto deformidad como rigidez con mal tratamiento.“, Advirtió el científico estadounidense de nombre Swanson.

Las fracturas de cuartillas y falanges son, por tanto, el traumatismo más frecuente de la extremidad, y el 70% de ellas se producen entre los 11 y los 45 años. Las fracturas de las falanges suelen ocurrir como resultado de un traumatismo por caída o por aplastamiento. Más raramente, ocurren después de un choque mínimo o sin trauma en un hueso patológico (debilitado por un tumor óseo). El más común de estos tumores es el condroma, que es un tumor benigno que debilita el hueso con el paso de los años.

¿Qué tratamientos en caso de problemas relacionados con las falanges?

A principios del siglo XXe siglo, estas fracturas de falange se curaron sin cirugía, y la mayoría de ellas continúan siendo tratadas con éxito en la actualidad sin necesidad de cirugía. La selección del tratamiento óptimo depende de varios factores, entre los que se encuentran la ubicación de la fractura (articular o extraarticular), su geometría (transversal, espiral u oblicua, aplastada) o la deformación.

Muy a menudo, el tratamiento de estas fracturas es ortopédico, con el uso de entablillados. Más raramente, será necesario recurrir a la cirugía, especialmente cuando hay lesiones asociadas de los nervios o tendones. La inmovilización debe durar entre cuatro y ocho semanas, no más para evitar la aparición de rigidez articular.

¿Qué diagnóstico?

El trauma inicial a menudo sugiere una fractura y un paciente con un dedo roto no puede moverlo.

  • Signos clínicos: clínicamente buscar la presencia de inflamación, deformidad, hematoma, déficit funcional y especialmente dolor a la palpación del hueso. El examen clínico también será útil para especificar qué imágenes radiográficas se van a tomar;
  • Radiología: la mayoría de las veces, las radiografías simples son suficientes para establecer el diagnóstico de una fractura de una o más falanges. En ocasiones será necesario, en algunos casos más concretos, solicitar la realización de una TC o RM para precisar el aspecto de una fractura. Estos exámenes adicionales también permitirán completar la evaluación antes de una posible intervención.

Historias y anécdotas sobre las falanges.

El conde Jean-François de La Pérouse es un explorador francés del XVIIIe siglo. Informó en uno de sus trabajos que describe sus expediciones alrededor del mundo (Viaje, tomo III, p. 214) una observación asombrosa: “La costumbre de cortar ambas falanges del dedo meñique está tan extendida entre estos pueblos como entre las Islas Cocos y las Islas Traidoras, y esta marca de dolor por la pérdida de un familiar o amigo es casi desconocida en las Islas de los Navegadores.", El escribe.

Además, otra anécdota relacionada con las falanges concierne a un gran astronauta: así, en 1979, mientras Neil Armstrong trabajaba en su granja, arrancó una falange, cuando su alianza se atascó en el costado del remolque de su tractor, como salta al suelo. Con compostura, recupera la punta de su dedo anular, lo pone en hielo y se dirige al hospital. Los cirujanos podrán coserlo.

Finalmente, otro astronauta estadounidense también se enfrentó a una historia sorprendente: se trata de Donald Slayton. Cuando tenía solo cinco años, Donald Kent Slayton, futuro astronauta de la misión Apollo-Soyuz, cortó bruscamente la falange proximal de su dedo anular izquierdo mientras quería ayudar a su padre en su cortadora de heno tirada por dos caballos. Cuando, trece años después, en 1942, pasó los reconocimientos médicos con el objetivo de incorporar la formación de piloto de avión militar, temió fracasar por su falange desaparecida. No es tan. Los médicos encargados de examinarlo habiendo comprobado el reglamento de la Fuerza Aérea, descubrieron con asombro que el dedo anular de la mano izquierda si se es diestro (o el dedo anular de la mano derecha si el 'somos zurdos') mano) es el único dedo amputado que no plantea ningún problema. ¡La Fuerza Aérea consideró así que es, en cierto modo, el único dedo "inútil"! Una oportunidad para Donal Slayton que obtiene sus alas de piloto al año siguiente, en 1943, antes de enterarse unos años después, en abril de 1953, de que formará parte del grupo de los primeros siete astronautas. Y, para que conste, sepa que usará su anillo de bodas ... en el dedo meñique.

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