Psicología

La tarea de la psicología es explicar el comportamiento de diferentes personas, describir el comportamiento de personas de diferentes edades en diferentes situaciones. Pero cómo ayudar a las personas a desarrollarse, aprender, cómo educarlas para que se conviertan en personas dignas, esto no es psicología, sino pedagogía, en sentido estricto. Explicación y descripción, recomendaciones sobre el uso de técnicas: esto es psicología. Formación y educación, métodos de influencia y tecnología: esto es pedagogía.

Realizar investigaciones, probar qué tan preparado está un niño para la escuela es psicología. Preparar a un niño para la escuela es pedagogía.

Un psicólogo solo puede sentarse a la mesa, afirmar, evaluar, describir y explicar, en el mejor de los casos, proponer recomendaciones para aquellos que harán algo con las personas. Un psicólogo puede entrar en interacción solo para estudiar y no para cambiar algo en una persona. Realmente hacer algo con las manos, influir realmente en una persona, cambiar a una persona, esto, se considera, ya es una profesión diferente: la pedagogía.

Un psicólogo en la comprensión de hoy es una criatura fundamentalmente sin brazos.

Hoy, los psicólogos prácticos que se fijan metas pedagógicas se exponen al fuego. La pedagogía se salva por el hecho de educar a los niños pequeños. Tan pronto como pasamos a la crianza de los hijos, surgen de inmediato una serie de preguntas difíciles: “¿Quién te dio permiso para determinar cómo debe vivir una persona en particular? ¿Sobre qué base asumes el derecho de determinar qué es malo y qué es bueno para una persona? ¿estas personas?"

Sin embargo, siempre hay una salida para un psicólogo práctico: entrar en psicocorrección o psicoterapia. Cuando un niño o un adulto ya está francamente enfermo, se llama a los expertos: ¡ayuda! En realidad, la psicología práctica, al menos en Rusia, nació precisamente de la actividad psicoterapéutica, y hasta ahora un psicólogo consultor se llama psicoterapeuta.

En el campo de la psicología práctica, puedes trabajar tanto como consultor como formador, mientras que la elección principal sigue siendo: ¿eres más psicoterapeuta o más profesor? ¿Curas o enseñas? La mayoría de las veces hoy en día esta elección se hace en la dirección de la psicoterapia.

Al principio, esto parece bastante romántico: "Ayudaré a las personas en situaciones difíciles", pronto llega la visión de que el psicólogo-consultor se convierte fácilmente en un empleado de servicio de por vida, reparando apresuradamente las muestras en descomposición.

Sin embargo, cada año crece la comprensión de que es necesario pasar de la asistencia directa a las personas con problemas a la prevención, previniendo la aparición de los problemas. Que es necesario tratar con la psicología del desarrollo, que esta es precisamente la dirección prometedora que creará una nueva persona y una nueva sociedad. Un psicólogo debe aprender a convertirse en un maestro. Ver →

Misión pedagógica de un psicólogo.

Un psicólogo-educador llama a las personas al crecimiento y al desarrollo, muestra cómo no es ser Víctima, cómo convertirse en Autor de su vida.

Un psicólogo-educador es aquel que trae a la vida de las personas un significado a veces olvidado por ellas, diciendo que la vida es un don invaluable, cuyo hecho mismo es la mayor felicidad. Ver →

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