Sal, este veneno ...

Sal, este veneno ...

Sal, este veneno ...
En todo el mundo, consumimos demasiada sal; a menudo el doble de lo recomendado. Sin embargo, esta dieta salada tiene una influencia directa sobre la presión arterial y, por tanto, sobre el riesgo de accidentes cardíacos y vasculares. ¡Es hora de guardar el salero!

Demasiada sal !

La observación es clara: en los países desarrollados, consumimos demasiada sal. De hecho, la ingesta de sal no debe superar los 5 g / día (lo que equivale a 2 g de sodio) según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¡Y todavía! En Francia, es de media 8,7 g / d para hombres y 6,7 g / d para mujeres. Más ampliamente, en Europa, la ingesta diaria de sal varía entre 8 y 11 g. ¡Y no es raro que alcance los 20 g por día! Incluso entre los jóvenes se requiere exceso: entre los 3 y los 17 años, el consumo medio de sal es de 5,9 g / d para los niños y de 5,0 g / d para las niñas.

En América del Norte y Asia, la situación es la misma. Los estadounidenses consumen aproximadamente el doble de sodio de lo recomendado. Un exceso que tiene importantes impactos en la salud, en particular a nivel cardiovascular… Porque demasiada sal rima con mayor riesgo de hipertensión arterial, ictus, enfermedades renales, entre otros.

Para limitar el consumo de sal, que ha aumentado en todo el mundo durante el último siglo (principalmente por el auge de los productos agroalimentarios industriales), la OMS ha emitido recomendaciones:

  • En los adultos, la ingesta de sal no debe exceder los 5 g / día, el equivalente a una cucharadita de sal.
  • Para los bebés de 0 a 9 meses, no se debe agregar sal a la dieta.
  • Entre los 18 meses y los 3 años, la ingesta de sal debe ser inferior a 2 g.


 

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