Psicología

Si queremos tener éxito, debemos ser notados, lo que significa que de alguna manera debemos sobresalir entre nuestros colegas. Preferiblemente sin perjuicio de sus intereses. El columnista de psicología Olivier Bourkeman explica cómo lograr este doble desafío.

Los coaches empresariales dicen que es difícil contar con el crecimiento profesional si no destacas en el equipo. Pero, ¿por qué medios ya qué precio podemos darnos a conocer? Aquí hay algunas sutilezas psicológicas a considerar.

Objetivo

Lo primero que debe recordar es que llamar la atención no es tan difícil como podría parecer.

La segunda cosa importante es que las formas más obvias son a veces las menos efectivas. En otras palabras, no debe correr a buscar un café para su jefe, será percibido como un toady (a menos, por supuesto, que traer café no esté incluido en sus deberes oficiales). Un tono perentorio hacia sus subordinados en las reuniones no aumentará su autoridad, pero creará una reputación de ser detestable. Sinceramente trate de ser útil. Siempre ten en cuenta que los demás ven perfectamente bien cuando solo estamos tratando de ser influyentes y cuando somos realmente influyentes.

Teoría

Las raras hazañas espectaculares hacen poco. Logrará más si se enfoca en pequeños pasos hacia su meta. Son tan importantes que el renombrado entrenador de negocios Jeff Olson incluso les dedicó un libro.1. Insignificantes, a primera vista, las reglas a las que te adhieres eventualmente darán frutos y te diferenciarán de la multitud.

No intentes adivinar lo que quiere el jefe. La mayoría de los jefes estarán felices si les preguntas qué se debe hacer primero.

Conviértete, por ejemplo, en ese empleado que siempre completa el trabajo a tiempo (Esta es una táctica mucho más efectiva que a veces hacer todo extremadamente rápido y otras veces romper la fecha límite, porque no se puede confiar en esa persona). Conviértase en el empleado al que se le ocurre una idea valiosa en cada reunión.

Pregúntate qué proceso o proyecto le está causando dolores de cabeza a tu jefe y sé tú quien aligere su carga. El conocido consejo de “simplemente trabaja más duro que los demás” solo conducirá al agotamiento, por lo que casi nadie te recompensará.

Esto es lo que debe probar

1. Siéntete libre de promocionarte. No se trata de jactarse, da una impresión repulsiva. Pero, ¿por qué ir al otro extremo? Una carta breve al jefe con un mensaje sobre lo que se ha hecho no es fanfarronear, sino solo informar sobre el progreso de las cosas. Y una garantía de que tus esfuerzos serán notados.

2. Recuerda el efecto Benjamin Franklin: “Aquel que una vez te hizo bien te ayudará de nuevo con más gusto que aquel a quien tú mismo ayudaste”. Paradójicamente, es más fácil conquistar a las personas pidiéndoles un favor que viceversa haciéndoles un favor. El secreto es que cuando ayudamos a alguien, queremos pensar que esa persona merece nuestros esfuerzos, y sin darnos cuenta comenzamos a sentirnos bien por él.

3. Solo pregunta. Mucha gente piensa que para ser apreciados, necesitan averiguar lo que quiere el jefe. Es una ilusión. La mayoría de los jefes estarán felices si les preguntas qué se debe hacer ahora. Y ahorrarás mucha energía.


1 J. Olson «La ligera ventaja: convertir disciplinas simples en gran éxito y felicidad» (GreenLeaf, 2005).

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