Los síntomas de la leishmaniasis

Los síntomas de la leishmaniasis

Los síntomas dependen de la forma de leishmaniasis. A menudo, la picadura pasa desapercibida.

  • Leishmaniasis cutánea : la forma cutánea se manifiesta por una o más pápulas rojas indoloras (pequeños botones que sobresalen), incrustadas en la piel, ulcerando luego y cubriendo con una costra, dando paso después de meses de evolución a una cicatriz indeleble. Si la cara es la primera afectada (de ahí el nombre de "espinilla oriental"), la forma cutánea también puede afectar a todas las demás áreas de la piel descubiertas.
  • Leishmaniasis visceral : si la forma cutánea es fácilmente identificable, no siempre es lo mismo para la forma visceral que puede pasar desapercibida. Por tanto, son frecuentes los denominados portadores “asintomáticos” (sin ningún signo observable). Cuando se manifiesta, la forma visceral se manifiesta en primer lugar por una fiebre de 37,8-38,5 durante dos a tres semanas, por un deterioro del estado general, palidez, emaciación y fatiga, fiebre oscilante, dificultad para respirar. (por falta de glóbulos rojos), alteraciones del carácter, náuseas y vómitos, diarrea, así como un aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia) y del bazo (esplenomegalia), de ahí el nombre de leishmaniasis visceral. La palpación cuidadosa encuentra pequeños ganglios linfáticos diseminados (linfadenopatía). Finalmente, la piel puede adquirir un aspecto gris terroso, de ahí el nombre "kala-azar" que significa "muerte negra" en sánscrito.
  • Leishmaniasis de las mucosas : la leishmaniasis se manifiesta por lesiones nasales y orales (lesiones infiltradas, perforación del tabique nasal, etc.), progresivamente destructivas con riesgo de vida en ausencia de tratamiento.

Deje un comentario