Debe reducirse el consumo de carnes y lácteos en el mundo

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que se deben realizar cambios importantes para poder alimentar a la creciente población del planeta. Tiene como objetivo reducir el consumo de carne y productos lácteos en el mundo, reducir el desperdicio de alimentos, aumentar el consumo de alimentos vegetales, etc.

Un informe de la ONU presentado en la reunión del Foro Económico Mundial en Davos, advierte que se debe reducir el consumo de carne y productos lácteos en el mundo como parte del plan para reducir el uso de tierras agrícolas. El informe realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) explica que la necesidad de alimentar a la creciente población ha provocado que en todo el mundo, cada vez más bosques, praderas o sabanas se transformen en tierras de cultivo. Como resultado, ha habido una degradación ambiental generalizada y una pérdida de diversidad biológica, pérdida que se estima afecta al 23% de la tierra a nivel mundial.

La agricultura utiliza el 30% de la superficie continental de nuestro planeta y las tierras de cultivo el 10%. A esto hay que sumar el incremento anual, según estudios, entre 1961 y 2007 las tierras de cultivo se expandieron un 11%, y es una tendencia creciente que se acelera con el paso de los años. El informe explica que es prioritario frenar la pérdida de biodiversidad y para ello será necesario acabar con la expansión de cultivos, principal causante de dicha pérdida.

 Ampliar la cantidad de tierra dedicada a los cultivos para satisfacer la creciente demanda de carne y productos lácteos es insostenible para la biomasa, al menos en las condiciones actuales, que de mantenerse superaría con creces el llamado espacio operativo seguro para el año 2050. Este es un concepto que se utiliza como punto de partida para saber cuánto puede crecer la demanda de tierras de cultivo antes de llegar a una situación de daño irreversible, esto incluye la liberación de gases, la alteración del agua, pérdida de suelo fértil y pérdida de biodiversidad, etc. .

A través del concepto de espacio operativo seguro, se considera que la superficie mundial disponible para responder a la demanda del planeta podría aumentar de forma segura en unas 1.640 millones de hectáreas, pero de mantenerse las condiciones actuales, para el año 2050 la demanda mundial de tierras para el cultivo excederá con creces el espacio operativo seguro, con consecuencias fatales. Provisionalmente se propone una superficie de 0 hectáreas de tierra cultivada por persona hasta el año 20, en el caso de la Unión Europea, en 2030 se necesitaban 2007 hectáreas por persona, lo que representa una cuarta parte más de la tierra disponible en la UE , es decir, 0 hectáreas más de lo recomendado. Los desafíos globales están asociados a un consumo insostenible y desproporcionado, en aquellos países que consumen muchos recursos existen pocas herramientas regulatorias que aborden los hábitos de consumo excesivo y no existen muchas estructuras que los favorezcan.

Reducir el consumo excesivo es una de las herramientas que no se han utilizado para poder “salvar” la tierra, pero también hay que tener en cuenta otras cuestiones, como reducir el desperdicio de alimentos, cambiar los hábitos alimentarios y consumir menos carne y lácteos, aumentar el consumo de alimentos vegetales, mejorar la eficiencia del transporte, la vivienda, las prácticas de producción agrícola, mejorar la gestión del agua, invertir en la rehabilitación de suelos degradados, reducir los cultivos que se utilizan para fabricar biocombustibles, etc.

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