La consulta preanestésica: ¿cómo se realiza?

Parto medicalizado o cesárea: consulta obligatoria

Esta visita con un anestesista, prevista por la ley desde 1994, suele tener lugar al final del 8º mes y, en todo caso, varios días antes de la fecha de nuestra entrega. Es obligatorio en todos los casos en los que se programe una cesárea o un parto inducido (artículo D 6124-91 del Código de Salud Pública). Asimismo, si elegimos deliberadamente la analgesia epidural de antemano, se recomienda encarecidamente cumplir con esta entrevista. Su objetivo: Permitir que el anestesista que nos atenderá el día de nuestro parto tenga un conocimiento perfecto de nuestro expediente médico para garantizar nuestra seguridad.

Sin epidural: se recomienda una consulta opcional

Peri o no ? Incluso si no nos hemos decidido realmente, pero nos estamos preguntando acerca de esta intervención, es mejor ir a esta visita : el anestesiólogo también está ahí para responder a todas nuestras preguntas y ayudarnos a tomar nuestra decisión. Una visita tanto más imperativa si entra nuestro hijo asiento o si tiene un embarazo múltiple, lo que aumenta aún más el riesgo no solo de una epidural, sino también de una cesárea. En realidad, un nacimiento siendo siempre un asunto, ninguna mujer puede estar segura de que no será enfrentado a complicaciones probablemente requiera la instalación de una anestesia epidural o espinal, o incluso una anestesia general. Es por ello que, incluso en los casos en los que tenemos previsto dar a luz en una estructura menos medicalizada (plataforma técnica, centro fisiológico, centro de maternidad o incluso a domicilio), se nos recomienda asistir a esta visita, porque es un traslado a la maternidad. nunca excluido!

La consulta preanestésica: ¿cómo va?

Durante los consulta preanestésica, el médico nos preguntará sobre nuestro embarazo (término, experiencia), pero también sobre nuestro historial médico (embarazos previos, enfermedades, alergias, historial quirúrgico, etc.). Nos preguntará sobre los medicamentos y tratamientos en curso, indicándonos cuáles modificar o suspender. Examinará cuidadosamente nuestro expediente y, en particular, los resultados de las evaluaciones clínicas prescritas (hematología, grupo sanguíneo, etc.). Él tomará nuestra tensión, nuestro peso y nos auscultará. Nos informará sobre la preparación postoperatoria a realizar si tenemos una cesárea programada. También responderá a nuestras preguntas y prescribirá un análisis de sangre completo, que se realizará dentro de los 30 días anteriores al parto. También se le puede solicitar que prescriba varios exámenes adicionales dependiendo de sus hallazgos (radiografía de tórax, electrocardiograma, etc.).

¿Y si doy a luz antes de esta consulta?

No entre en pánico ! Deberíamos beneficiarnos de la epidural sin ningún problema. De hecho, ya sea que tuviéramos o no esta visita preanestésica, una evaluación anestésica se realizará en todo caso en las horas anteriores a la intervención. En definitiva: si, llegado el momento, se quiere la epidural o si las circunstancias precisan una intervención quirúrgica urgente, se pueden realizar los análisis clínicos y de sangre previstos durante esta consulta (recuento de plaquetas, en particular) (en este caso, es posible que tenga que esperar un poco más para la puesta peri, mientras se realizan las pruebas). Además, aunque estas valoraciones se hayan realizado durante la consulta, muchas veces se renuevan unas horas antes de la operación, porque algunos datos que nos conciernen pueden haber cambiado entre tanto: posible estado febril, problemas de tensión arterial, etc.

¿Estará presente el anestesista que conocieron el gran día?

No necesariamente. Por razones de planificación operativa, otro anestesista que es probable que el que nos reunimos en consulta nos apoye para la intervención (especialmente en las estructuras públicas). ¡Pero nuestro expediente médico le habrá sido enviado y conocerá nuestro caso de adentro hacia afuera!

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