El papel de un solo gen en la evolución de la carrera humana

Una de las diferencias genéticas conocidas más antiguas entre humanos y chimpancés puede haber ayudado a los antiguos homínidos, y ahora a los humanos modernos, a tener éxito en largas distancias. Para comprender cómo funciona la mutación, los científicos examinaron los músculos de ratones que habían sido modificados genéticamente para portar la mutación. En los roedores con la mutación, los niveles de oxígeno aumentaron en los músculos activos, aumentando la resistencia y reduciendo la fatiga muscular general. Los investigadores sugieren que la mutación podría funcionar de manera similar en humanos. 

Muchas adaptaciones fisiológicas han ayudado a que los humanos sean más fuertes en las carreras de larga distancia: la evolución de las piernas largas, la capacidad de sudar y la pérdida de pelo han contribuido a aumentar la resistencia. Los investigadores creen que han "encontrado la primera base molecular para estos cambios inusuales en los humanos", dice el investigador médico y autor principal del estudio, Ajit Warki.

El gen CMP-Neu5 Ac Hydroxylase (CMAH para abreviar) mutó en nuestros antepasados ​​hace unos dos o tres millones de años cuando los homínidos comenzaron a abandonar el bosque para alimentarse y cazar en la vasta sabana. Esta es una de las primeras diferencias genéticas que conocemos entre los humanos modernos y los chimpancés. Durante los últimos 20 años, Varki y su equipo de investigación han identificado muchos genes relacionados con la carrera. Pero CMAH es el primer gen que indica una función derivada y una nueva habilidad.

Sin embargo, no todos los investigadores están convencidos del papel del gen en la evolución humana. El biólogo Ted Garland, que se especializa en fisiología evolutiva en UC Riverside, advierte que la conexión sigue siendo "puramente especulativa" en esta etapa.

“Soy muy escéptico sobre el lado humano, pero no tengo ninguna duda de que hace algo por los músculos”, dice Garland.

El biólogo cree que simplemente mirar la secuencia de tiempo en que surgió esta mutación no es suficiente para decir que este gen en particular desempeñó un papel importante en la evolución de la carrera. 

La mutación CMAH funciona cambiando las superficies de las células que componen el cuerpo humano.

“Cada célula del cuerpo está completamente cubierta por un enorme bosque de azúcar”, dice Varki.

CMAH afecta esta superficie al codificar ácido siálico. Debido a esta mutación, los humanos tienen solo un tipo de ácido siálico en el bosque de azúcar de sus células. Muchos otros mamíferos, incluidos los chimpancés, tienen dos tipos de ácido. Este estudio sugiere que este cambio en los ácidos en la superficie de las células afecta la forma en que se entrega el oxígeno a las células musculares del cuerpo.

Garland cree que no podemos asumir que esta mutación en particular fue esencial para que los humanos evolucionaran a corredores de fondo. En su opinión, incluso si no se produjo esta mutación, se produjo alguna otra mutación. Para demostrar un vínculo entre CMAH y la evolución humana, los investigadores deben observar la resistencia de otros animales. Comprender cómo nuestro cuerpo está conectado con el ejercicio no solo puede ayudarnos a responder preguntas sobre nuestro pasado, sino también a encontrar nuevas formas de mejorar nuestra salud en el futuro. Muchas enfermedades, como la diabetes y las enfermedades del corazón, se pueden prevenir mediante el ejercicio.

Para mantener el funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos, la American Heart Association recomienda 30 minutos diarios de actividad moderada. Pero si te sientes inspirado y quieres poner a prueba tus límites físicos, debes saber que la biología está de tu lado. 

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