Esto es lo que sucede en tu cuerpo cuando haces ayuno intermitente

Esto es lo que sucede en tu cuerpo cuando haces ayuno intermitente

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El proceso de autofagia, que se promueve en tiempos de ayuno, sirve para “reciclar nuestros desechos celulares”.

Esto es lo que sucede en tu cuerpo cuando haces ayuno intermitente

Últimamente, el ayuno intermitente bebe titulares y charlas. Seguro que has leído mucho al respecto. Elsa Pataki contó en “El Hormiguero” que ella y su esposo Chris Hemsworth lo practicaban. Jennifer Aniston declaró que esto "había cambiado su vida". Hay muchos famosos (y no famosos) que no se cansan de contar a los cuatro vientos las virtudes del ayuno intermitente, pero ¿por qué lo hacen? Y lo que es más importante, ¿qué le sucede a nuestro cuerpo cuando lo practicamos?

Aquí entra en juego la autofagia. Este es un proceso metabólico por el que pasa nuestro cuerpo cuando no recibe nutrientes durante un tiempo. La nutricionista Marta Mató explica que este proceso sirve para "Reciclar los desechos celulares". El profesional cuenta cómo funciona: “Hay lisosomas, que son orgánulos dedicados a reciclar los restos celulares y luego convertirlos en moléculas funcionales”.

En 1974 el científico Christian de Duve descubrió este proceso y lo nombró, por lo que recibió el Premio Nobel de Medicina. Fue en 2016 cuando el científico japonés Yoshinori Ohsumi hizo lo propio por los descubrimientos y avances en autofagia. Esto ocurre en nuestro cuerpo cuando pasamos mucho tiempo introduciendo nutrientes en nuestro cuerpo. Cuando las células no reciben alimento, entramos, dice Marta Mató, en “modo reciclaje” y nuestras células se “auto-digieren” para obtener los nutrientes necesarios. De este modo, nuestro cuerpo de alguna manera se "regenera". Y aquí es donde entra en juego el ayuno, ya que es en este estado donde se forma este proceso.

¿Cómo recomiendan los expertos el ayuno intermitente?

Hay varias formas de practicar el ayuno intermitente. La opción más común es ayuno diario de 16 horas. Se trata de 16 horas de ayuno y dosificación de las comidas del día en las 8 horas restantes.

Además, puedes optar por la técnica denominada 12/12, que consiste en rápido 12 horas, algo no muy difícil si adelantamos un poco la cena y retrasamos un poco el desayuno.

Un patrón más extremo sería ayuno intermitente 20/4, en la que ingieren una comida diaria (o dos repartidas en un período máximo de cuatro horas) y el resto del tiempo ayunarían.

Otros ejemplos podrían ser el ayuno de 24 horas, en el que se deja pasar un día entero hasta volver a comer, el ayuno 5: 2, que consistiría en comer cinco días de forma regular y dos de ellos reduciendo la ingesta energética a unas 300 calorías o ayunar en días alternos, que consistiría en comer comida un día y no el otro.

Antes de optar por alguno de estos ejemplos, es importante consultar con un dietista nutricionista y seguir sus instrucciones.

Marta Mató señala que este proceso suele comenzar después de 13 horas de ayuno. Por tanto, es un proceso biológico que forma parte de determinadas dietas, como el ayuno intermitente antes mencionado. Esto, si se hace correctamente, puede ser beneficioso para nuestra salud, pero el profesional destaca que es importante entender que el ayuno intermitente “no se trata de comer menos, sino de agrupar nuestra dieta en una ventana de tiempo determinada, alargando las horas de ayuno ».

Advierte que, como todo, practicar el ayuno en condiciones extremas es peligroso, ya que “necesitamos tanto periodos de alimentación como de abstinencia”. “Este equilibrio siempre ha estado con nosotros, pero ahora mismo no hay periodos de abstinencia”, explica el profesional, añadiendo que vivimos en un entorno en el que “se favorecen más los periodos de crecimiento” y pasamos pocas horas sin comer.

Finalmente, enfatiza la idea de que para una parte de la población, como los niños en crecimiento o las mujeres embarazadas, la dieta de ayuno intermitente debe ser analizada con mucho cuidado.

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