Psicología

La psicología es una ciencia racional: ayuda a poner las cosas en orden “en los palacios de la mente”, modificar los “ajustes” en la cabeza y vivir felices para siempre. Sin embargo, también tiene facetas que todavía nos parecen misteriosas. Uno de ellos es trans. ¿Qué tipo de estado es este y cómo te permite tender un “puente” entre dos mundos: la conciencia y el inconsciente?

La psique se puede dividir en dos grandes capas: la conciencia y el inconsciente. Se cree que el inconsciente tiene todas las herramientas necesarias para cambiar de personalidad y acceder a nuestros recursos. La conciencia, por su parte, actúa como un constructor lógico que te permite interactuar con el mundo exterior y encontrar una explicación a todo lo que sucede.

¿Cómo se comunican estas capas entre sí? El «puente» entre la conciencia y el inconsciente es un estado de trance. Experimentamos este estado muchas veces al día: cuando empezamos a despertarnos o a dormirnos, cuando nos concentramos en un determinado pensamiento, acción u objeto, o cuando estamos completamente relajados.

El trance, por profundo que sea, es útil para la psique: permite que la información entrante se absorba mejor. Pero este está lejos de ser su único «superpoder».

El trance es un estado alterado de conciencia. Cuando entramos en él, la conciencia deja de contentarse con sólo la lógica y fácilmente permite un desarrollo ilógico de los acontecimientos. El inconsciente no divide la información en absoluto en mala y buena, lógica e irracional. Al mismo tiempo, es él quien inicia la ejecución de los comandos que recibe. Entonces, en el momento del trance, puede establecer un comando para el inconsciente de manera más efectiva.

Al ir a una consulta con un psicoterapeuta, por regla general, tenemos confianza en él. A su vez, permite que la mente consciente pierda el control y cierre la brecha hacia el inconsciente. A través de este puente recibimos órdenes de especialistas que inician los procesos de mejora de la salud y armonización de la personalidad.

mitos sobre la hipnosis

Los psicoterapeutas que practican la hipnoterapia te permiten sumergirte en las profundidades de un trance, en un estado de hipnosis. Muchos creen que en este estado somos capaces de aceptar cualquier orden, incluso una que nos hará mucho daño. Esto no es más que un mito.

El estado de hipnosis en sí mismo es útil, porque te permite armonizar nuestra personalidad y el trabajo de todo el organismo.

El inconsciente trabaja para nuestro bien. Todos los comandos con los que no tengamos acuerdo interno, los rechazará y nos sacará inmediatamente del trance. En palabras del psiquiatra Milton Erickson, «Por muy profunda que sea la hipnosis, cualquier intento de inducir al hipnótico a actuar de manera inconsistente con sus actitudes personales lleva a que este intento sea resueltamente rechazado».

Al mismo tiempo, el estado de hipnosis en sí mismo es útil, ya que nos permite armonizar nuestra personalidad y el trabajo de todo el organismo.

Otro concepto erróneo es que las personas se dividen en hipnóticas y no hipnotizables. Sin embargo, el punto clave en el proceso de inmersión en trance es la confianza en un especialista. Si la compañía de esta persona por alguna razón causa incomodidad, entonces la conciencia simplemente no te permitirá relajarte. Por lo tanto, uno no debe tener miedo de un trance profundo.

Beneficio

Un estado alterado de conciencia es natural y común: lo experimentamos decenas de veces al día. Además del hecho de que automáticamente inicia procesos útiles para la psique y el cuerpo, usted mismo puede "agregar" algunos comandos.

La mayor profundidad del trance natural se logra cuando comenzamos a dormirnos o despertarnos. En estos momentos, puedes pedirle al inconsciente que haga que el próximo día sea un éxito o que comience una curación profunda del cuerpo.

Usa tus recursos internos de manera más efectiva y prepárate para cambiar tu vida.

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