Tratamiento de la acromegalia.

Tratamiento de la acromegalia.

El tratamiento de la acromegalia incluye cirugía, medicación y, más raramente, radioterapia.



Tratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico es el tratamiento preferencial de la acromegalia, con el objetivo de extirpar el tumor hipofisario benigno que provoca la hipersecreción de GH. Solo se puede realizar en manos muy experimentadas, en este caso las de neurocirujanos especialistas en cirugía de la glándula pituitaria.

Hoy en día, se realiza por vía nasal (la llamada vía transesfenoidal), ya sea en microcirugía (con microscopio) o por endoscopia. Si este enfoque es el más lógico, también es difícil y una fuente potencial de efectos secundarios. En algunos casos se realiza un tratamiento médico previo; en otros casos, implica la extirpación de la mayor cantidad posible de masa tumoral (la denominada cirugía de reducción tumoral) para mejorar la respuesta posterior al tratamiento médico.



Tratamiento médico.

El tratamiento médico puede complementar la cirugía o reemplazarla cuando la intervención no es posible. En la actualidad, se recetan varios fármacos de la clase de los inhibidores de la somatostatina para la acromegalia. Actualmente se encuentran disponibles formas de depósito que permiten inyecciones espaciadas. También existe un análogo de la GH que, “sustituyendo a esta última”, permite detener su acción, pero para ello se requieren varias inyecciones diarias. Otros fármacos, como los dopaminérgicos, también se pueden utilizar en la acromegalia.



Radioterapia

En la actualidad, la radioterapia dirigida a la glándula pituitaria rara vez se prescribe debido a estos efectos secundarios. Sin embargo, ahora existen técnicas donde los rayos son muy dirigidos, que limitan en gran medida las consecuencias nocivas de la radioterapia (GammaKnife, CyberKnife por ejemplo), y que posiblemente pueden complementar el tratamiento médico y / o quirúrgico.

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