Infección del tracto urinario en gatos: reconocer los síntomas

Infección del tracto urinario en gatos: reconocer los síntomas

Los gatos son propensos a desarrollar problemas urinarios, al igual que los humanos. Por lo tanto, es importante controlar su comportamiento para estar atento a cualquier signo sugerente. Estas se conocen comúnmente como infecciones del tracto urinario y pueden ocurrir en gatos. Sin embargo, en los gatos machos castrados en particular, la cistitis no suele estar relacionada con una infección por bacterias, sino con una simple inflamación de la vejiga. En todos los casos, los síntomas son los mismos.

¿Qué es una infección del tracto urinario en los gatos?

Una infección del tracto urinario es una infección, por bacterias, del tracto urinario inferior, es decir, de la vejiga o la uretra. Las bacterias pueden proliferar en la orina o colonizar células en la superficie del tracto urinario. Esto conduce a una inflamación que es la causa de los signos observados. En algunos casos, la inflamación se produce en ausencia de bacterias. Este es particularmente el caso de los gatos machos castrados. Estos se presentan con frecuencia con cistitis puramente inflamatoria, sin bacterias en la vejiga. Los síntomas son los mismos para una infección o una simple inflamación.

Cuales son las causas ?

Las infecciones urinarias son causadas con mayor frecuencia por bacterias en el tracto digestivo. Las bacterias presentes en las heces y por tanto en la zona genital suben por la uretra e infectan el tracto urinario. En un animal sano con un sistema inmunológico competente, estas bacterias no deberían poder colonizar la orina. Por tanto, una infección del tracto urinario puede indicar inmunosupresión y, por tanto, otra enfermedad subyacente. También puede ser secundario a una inflamación de la vejiga (cálculos, cateterismo urinario, etc.). Finalmente, para la cistitis inflamatoria, la causa aún se desconoce, pero parece estar relacionada con un estado de ansiedad y probables espasmos de vejiga o uretra.

¿Cuáles son los signos de una enfermedad del tracto urinario inferior?

Para garantizar la buena salud de su gato, es fundamental vigilar su comportamiento. Así, sin cuantificarlo todo exactamente, es necesario tener una idea de la cantidad y apariencia de las heces y orina que se emiten cada día, así como la cantidad de alimentos y agua consumidos. Sin duda, esto es más complicado para los gatos con acceso al exterior. Sin embargo, esta es la única forma de detectar enfermedades en su gato a tiempo.

Si presta atención, uno de los primeros signos que puede notar es un aumento en el uso de arena. Esto puede deberse a un aumento en la producción de orina que a menudo se asocia con un aumento del consumo de alcohol (poliuropolidipsia) o una producción de orina muy frecuente en pequeñas cantidades.

Si observas a tu gato haciendo viajes de ida y vuelta a la caja de arena, debes examinar la caja para identificar la presencia de grandes charcos más bien indicativos de poliuropolidipsia o, por el contrario, la ausencia de charcos con la presencia solo de unas pocas gotas. Si la arena es incolora, también puede evaluar el color de la orina y comprobar la presencia de sangre, ya sea por un color rosado o por la presencia de coágulos de sangre.

En caso de afectación del tracto urinario inferior, el gato también puede presentar dolor durante la emisión de orina, identificable principalmente por vocalizaciones, o tenesmo urinario, es decir un posicionamiento sin producción de orina. Finalmente, la incomodidad urinaria a veces se manifiesta por falta de limpieza con un gato que orina en lugares inusuales, fuera de su caja de arena.

Si los signos pasan desapercibidos durante unos días, el estado general del gato puede deteriorarse. En este caso, podemos notar:

  • pérdida de apetito;
  • depresión o postración con el gato acostado en un rincón apartado;
  • trastornos digestivos (vómitos, diarrea).

El deterioro del estado general es más rápido en caso de obstrucción uretral (por un cálculo, un espasmo, un coágulo, etc.). Entonces, el gato ya no puede vaciar su vejiga, lo que puede tener graves consecuencias y poner en peligro su vida a corto plazo.

¿Cómo reaccionar ante estos trastornos urinarios?

Los trastornos urinarios no son específicos de una afección en particular. Hablamos, por tanto, de afección del tracto urinario inferior en sentido amplio, incluyendo infecciones del tracto urinario, cistitis, cálculos urinarios (en la vejiga o uretra) u obstrucciones uretrales.

En primer lugar, si observa alguno de los trastornos urinarios descritos, es recomendable que se ponga en contacto con su veterinario para concertar una cita, evaluando con él la urgencia de la situación. El riesgo más importante es la obstrucción uretral que requiere una consulta inmediata. Para explorar el origen de los trastornos urinarios, es probable que deban realizarse varios exámenes adicionales.

El primero es un análisis de orina para evaluar diferentes parámetros y buscar signos de inflamación o infección bacteriana. También serán necesarios exámenes médicos por imágenes en caso de sospecha de cálculos (radiografías de abdomen, ultrasonido). Finalmente, en caso de deterioro del estado general, puede estar indicado un análisis de sangre para evaluar la función renal, en particular.

¿Cómo prevenir los trastornos urinarios?

Algunas medidas permiten limitar el riesgo de recurrencia de trastornos urinarios. Para infecciones bacterianas, como en humanos, se recomienda reducir al máximo la retención urinaria. Así, aumentar el número de cajas de arena a disposición del gato y asegurarse de que estén limpias en todo momento evita reacciones de evitación que pueden retrasar la emisión de orina.

En cuanto a los cálculos urinarios, el objetivo es el mismo, junto con una dilución de la orina. Se trata de una dieta adaptada con alimentos dietéticos veterinarios específicos y estimulando la bebida (ofrecer varios cuencos de agua en diferentes lugares, renovar el agua de los cuencos al menos una vez al día, ofrecer fuentes. Agua para gatos que les guste beber agua corriente, etc. .).

Finalmente, en gatos machos castrados con cistitis se sospecha un componente conductual (estrés, ansiedad). Por tanto, las terapias adyuvantes pueden resultar beneficiosas: terapia conductual, difusores de feromonas, complementos alimenticios destinados a reducir el estrés, etc.

Que recordar

En conclusión, es importante controlar la producción de orina de los gatos para asegurar la ausencia de trastornos urinarios. Si observa signos compatibles, comuníquese con un veterinario, especialmente si su gato también muestra signos de daño en el estado general. Finalmente, si tu gato ya ha tenido dolencias del tracto urinario, es recomendable estar atento porque las recurrencias no son raras.

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