Trastornos de la micción

¿Cómo se caracterizan los trastornos de la micción?

La micción es el acto de orinar. Los trastornos de la micción son múltiples y su naturaleza varía según la edad. Pueden ser primarios (siempre presentes) o secundarios a una lesión, enfermedad, deterioro del funcionamiento de la vejiga, etc.

La micción normal debe estar bien controlada, “fácil” (no la fuerce), indolora y permitir que la vejiga se vacíe satisfactoriamente.

Los trastornos miccionales son particularmente comunes en los niños (incluida la enuresis nocturna, la “enuresis nocturna” y la inmadurez de la vejiga), aunque también afectan a los adultos, especialmente a las mujeres.

Los trastornos de la micción pueden deberse a un trastorno de llenado de la vejiga o por el contrario al vaciado de la vejiga. Los síntomas varían de una persona a otra.

Existen varios trastornos frecuentes de la micción, entre otros:

  • disuria: dificultad para vaciar la vejiga durante la micción voluntaria (debilidad del chorro, micción a chorros)
  • polaquiuria: micción demasiado frecuente (más de 6 por día y 2 por noche)
  • retención aguda: incapacidad para vaciar la vejiga a pesar de una necesidad urgente
  • urgencia o urgencia: antojos urgentes que son difíciles de controlar, anormales
  • La incontinencia urinaria
  • poliuria: aumento del volumen de orina
  • síndrome de vejiga hiperactiva: necesidades urgentes con o sin incontinencia urinaria, generalmente asociada con polaquiuria o nicturia (necesidad de orinar por la noche)

¿Cuáles son las posibles causas de los trastornos de la micción?

Existe una amplia variedad de trastornos de la micción y causas asociadas.

Cuando la vejiga se vacía mal, puede ser un mal funcionamiento del músculo detrusor (músculo de la vejiga). También puede ser un “obstáculo” que bloquea la salida de la orina (a nivel del cuello de la vejiga, la uretra o el meato urinario), o incluso un trastorno neurológico que impide el paso de la orina. vejiga para funcionar normalmente.

Puede ser, entre otros (y de forma no exhaustiva):

  • obstrucción de la uretra ligada, por ejemplo, a problemas de próstata en los hombres (hipertrofia prostática benigna, cáncer, prostatitis), a un estrechamiento (estenosis) de la uretra, a un tumor uterino u ovárico, etc.
  • infección del tracto urinario (cistitis)
  • cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa, cuyas causas no se conocen bien, que causa trastornos de la micción (necesidad muy frecuente de orinar, en particular) asociados con dolor pélvico o de vejiga
  • un trastorno neurológico: trauma en la médula espinal, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, etc.
  • las consecuencias de la diabetes (que afecta los nervios que permiten que la vejiga funcione bien)
  • prolapso genital (descenso de órganos) o tumor vaginal
  • tomando ciertos medicamentos (anticolinérgicos, morfinas)

En los niños, los trastornos de la micción suelen ser funcionales, pero a veces pueden indicar una malformación del tracto urinario o un problema neurológico.

¿Cuáles son las consecuencias de los trastornos de la micción?

Los trastornos de la micción son incómodos y pueden alterar la calidad de vida de forma considerable, con un impacto en la vida social, profesional, sexual… La gravedad de los síntomas es obviamente muy variable, pero es importante no retrasar la consulta para beneficiarse de un apoyo rápido .

Además, determinados trastornos como la retención urinaria pueden provocar infecciones urinarias repetidas y, por tanto, es fundamental remediarlas rápidamente.

¿Cuáles son las soluciones en caso de trastornos miccionales?

El tratamiento dependerá de la causa encontrada.

En los niños son frecuentes los malos hábitos de micción: miedo a ir al baño en la escuela, retención de orina que puede provocar infecciones, vaciado incompleto de la vejiga que provoca una micción más frecuente, etc. Muchas veces, la “rehabilitación” soluciona el problema.

En las mujeres, una debilidad del suelo pélvico, especialmente después del parto, puede provocar incontinencia y otros problemas urinarios: la rehabilitación perineal suele mejorar la situación.

En otros casos, se considerará el tratamiento si existe una molestia significativa. Se pueden ofrecer tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y de rehabilitación (biorretroalimentación, rehabilitación perineal) según la situación. Si se detecta una infección del tracto urinario, se ofrecerá un tratamiento con antibióticos. Los síntomas como ardor y dolor al orinar no deben pasarse por alto: una infección del tracto urinario puede tener complicaciones graves y debe tratarse rápidamente.

Lea también:

Nuestra hoja informativa sobre infecciones del tracto urinario

1 Comentario

  1. Миний шээмс хүрээд байгаа боловч шээхгүй яах уу

Deje un comentario