¿Qué son los pensamientos intrusivos y cómo manejarlos?

¿Qué son los pensamientos intrusivos y cómo manejarlos?

Psicología

Este tipo de pensamientos son impredecibles y, a menudo, tienen una connotación negativa.

¿Qué son los pensamientos intrusivos y cómo manejarlos?

Si alguien nos dice que “solemos estar en las nubes”, es posible que se esté refiriendo a algo alegre e incluso inocente, ya que asociamos esta expresión con “perderse” entre pensamientos bucólicos y sueños despiertos. Pero lo que “nos metemos en la cabeza” no siempre es algo bueno, y ni siquiera siempre está bajo nuestro control. Hablamos entonces del llamado "Pensamientos intrusivos": aquellas imágenes, palabras o sensaciones que despiertan emociones que nos distraen del presente.

La psicóloga Sheila Estévez explica que estos pensamientos pueden ser, en un principio, accidentales, pero con el paso del tiempo, si se repiten, «suelen ser pensamientos que nos invaden, con los que pueden generar estrés y ansiedad, resultado del miedo , rabia,

 culpa, vergüenza o varias de estas emociones al mismo tiempo, o lo que es el mismo malestar ». Además, tenga en cuenta que son pensamientos que, si se mantienen en intensidad, "Activar la rumia", lo que llamamos "bucle". “Si este malestar persiste, se convierten en pensamientos tóxicos ya que minan nuestra autoestima, seguridad y confianza”, explica Estévez.

¿Todos tenemos pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos son comunes y la mayoría de las personas los han tenido en algún momento de su vida. La Dra. Ángeles Esteban, de Alcea Psicología y Psicoterapia explica que, sin embargo, “hay personas en las que estos pensamientos son tan frecuentes o su contenido es tan impactante, que Causar serias dificultades en la vida y el disfrute.». Asimismo, el médico habla de la dificultad de calificar como positivo un pensamiento intrusivo, pues si el pensamiento que nos viene a la mente nos gusta, “tener ese carácter agradable para la persona, no serían desagradables, a menos que su intensidad o frecuencia alcanzara a ser demasiado extremo. Por su parte, Sheila Estévez habla de cómo, si no nos distraen del todo, los pensamientos repentinos pueden generar bienestar: «Un ejemplo claro es cuando conocemos a alguien que nos gusta y nos viene a la mente cada dos en tres; es un pensamiento intrusivo que nos hace sentir bien.

Este tipo de pensamiento puede abarcar muchos temas diferentes: hablamos de ellos si lo que nos viene a la mente es algo del pasado “que nos atormenta”, puede ser la idea de fumar o comer algo que no debemos, o preocupaciones para el futuro. «En general, suelen ser pensamientos vinculado a emociones que nos hacen sentir que no estamos actuando como nos gustaría, o como “creemos” que otros esperan que hagamos ”, especifica Sheila Estévez.

Si no solucionamos este problema, esto puede llevar a otros. El psicólogo explica que podemos quedarnos atrapados en una sensación de no avanzar y de malestar, «de pensamientos que pasan de ser intrusivos a ser rumiantes y de ser rumiantes a ser tóxicos ”, lo que significará que la persona que está atrapada en el presente va a acumular situaciones que se sumarán a su malestar.

Cómo controlar los pensamientos intrusivos

Si hablamos de cómo podemos controlar estos pensamientos, el Dr. Esteban tiene una pauta clara: «Para manejar los pensamientos obsesivos tenemos que dales la importancia real que tienen, centrarnos en el presente, el aquí y ahora y trabajar con la necesidad de tener el control de situaciones que quizás no podamos controlar ».

Si queremos ir a lo más específico, la recomendación de Sheila Estévez es utilizar tácticas como meditación. “La meditación activa es una habilidad que entrena la capacidad de salir de pensamientos intrusivos o pasajeros antes de que cristalicen, para 'tener control' sobre ellos y decidir cuándo darles espacio en el presente para que no nos abrumen”, Explicar. y continúa: "La meditación activa consiste en estar conectado al aquí y ahora.a, en lo que se está haciendo con todos los sentidos puestos en ello: cortar las verduras de la comida y prestar atención a los colores y olores, ducharse y sentir el tacto de la esponja, en las tareas laborales seguir los objetivos marcados por el día con toda la atención puesta… ».

De esta forma, podemos lograr el objetivo que nos permitirá deshacernos de estos pensamientos incómodos. “De esta forma podemos ganarnos el control de nosotros mismos evitando posibles errores en el presente al estar realmente en él”, concluye Estévez.

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