¿Qué hacer cuando a mi hijo no le gusta jugar solo?

¿Qué hacer cuando a mi hijo no le gusta jugar solo?

Jugar solo es tan importante para un niño como divertirse con sus padres u otros amigos. Aprende a ser independiente, estimula su creatividad e imaginación y descubre la libertad de decidir las cosas por sí mismo: cómo jugar, con qué y durante cuánto tiempo. Pero a algunos les resulta difícil jugar solos. Para ayudarlos, comencemos jugando.

Aburrimiento, esta etapa formativa

Jugar solo no es necesariamente natural para algunos niños. Cuando algunos pueden pasar horas solos en sus habitaciones, otros se aburren y dan vueltas en sus casas. Sin embargo, el aburrimiento no es necesariamente algo malo. Permite que el niño aprenda a jugar sin pareja y desarrolle su autonomía. Es una gran herramienta para obligarlos a escucharse a sí mismos y usar su creatividad.

Para llenar su soledad, el niño desarrolla su propio mundo imaginario y recurre a sus recursos personales. Se toma el tiempo para descubrir su entorno y soñar, dos etapas clave en su aprendizaje.

Enséñele a su hijo a jugar solo

Si su hijo tiene dificultades para jugar sin usted o sus compañeros de juego, no lo regañe ni lo envíe a su dormitorio. Empiece por acompañarlo organizando actividades en la misma habitación que usted. Al comentar sus acciones, se sentirá comprendido y animado a continuar con su juego.

También puedes participar en sus actividades. Paradójicamente, es jugando con él que después le enseñas a hacerlo solo. Así que comienza el juego con él, ayúdalo y anímalo, luego aléjate mientras te quedas en la misma habitación. Entonces podrás hablar con él y comentar sus acciones de manera positiva para que gane confianza en sí mismo: “¡tu dibujo es magnífico, a papá le encantará!”. “O” tu construcción es muy hermosa, todo lo que falta es el techo y estarás listo ”, y así sucesivamente.

Por último, no dude en sugerirle que haga una actividad para un miembro de la familia. Dibujar, pintar, bricolaje, todo es bueno para que quiera complacer a un ser querido. Su motivación será aún mayor y se fortalecerá su confianza en sí mismo.

Anime al niño a jugar solo

Para ayudarlo a aprender el juego y más particularmente el hecho de jugar solo, es importante incentivar sus iniciativas y crear momentos favorables. Por ejemplo, puede planificar horas "gratuitas" en un día. Al no sobrecargar su horario con muchas actividades (deporte, música, clases de idiomas, etc.), y al ofrecerle unos momentos de libertad, el niño desarrolla su espontaneidad y aprende a jugar solo.

Asimismo, si está aburrido, no se apresure a ocuparlo. Déjelo que tome iniciativas y cree un juego que sea divertido y similar a él. Anímelo u ofrézcale varias alternativas y déjele elegir la que más le hable.

Si parece perdido y no tiene idea de qué jugar, diríjalo a las actividades y juguetes que tiene. Al hacerle preguntas abiertas y despertar su interés, tendrá más confianza e interés en sus propios asuntos. Preguntándole "¿cuál es tu juguete favorito?" Ah sí, enséñamelo entonces. », El niño se sentirá tentado a agarrarlo y, una vez en la mano, jugar con él.

Finalmente, para promover el juego, es mejor limitar el número de juguetes. Otro punto que puede parecer contradictorio, pero para que el juego en solitario funcione y dure más de unos minutos, es mejor no multiplicar los diferentes objetos. La mayoría de las veces, es suficiente que el niño se proporcione dos o tres juguetes para inventar una historia y construir un juego completo a su alrededor. Rodeándolo de multitud de cosas, su atención no se queda fija y su sensación de aburrimiento resurge en poco tiempo. Asimismo, recuerda guardar, exhibir y llevar todos sus juguetes, para animarlo a ayudarse a sí mismo y crear su pequeño universo imaginario.

Soñar y aburrirse son una gran parte del desarrollo de su hijo, así que no trate de mantenerlo ocupado y llenar su horario. Para ayudarlo a jugar solo y fomentar su creatividad, dale libertad todos los días.

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