¿Qué vitaminas puedo darle a mi bebé para su desarrollo?

¿Qué vitaminas puedo darle a mi bebé para su desarrollo?

Las vitaminas, necesarias para el buen funcionamiento del organismo, son en su mayor parte aportadas por los alimentos. La leche durante los primeros meses, complementada con todos los demás alimentos en el momento de la diversificación, son fuentes de vitaminas para los bebés. Sin embargo, la ingesta alimentaria de algunas vitaminas esenciales es insuficiente en los lactantes. Por eso se recomienda la suplementación. ¿Qué vitaminas se ven afectadas? ¿Qué papel juegan en el cuerpo? Todo lo que necesita saber sobre las vitaminas para su bebé.

Suplementos de vitamina D

La vitamina D es producida por el cuerpo bajo la influencia de la luz solar. Más precisamente, nuestra piel lo sintetiza cuando nos exponemos al sol. Esta vitamina también se encuentra en ciertos alimentos (salmón, caballa, sardinas, yema de huevo, mantequilla, leche, etc.). La vitamina D facilita la absorción intestinal de calcio y fósforo, necesarios para la mineralización ósea. En otras palabras, la vitamina D es muy importante, especialmente en el bebé, porque ayuda en el crecimiento y fortalecimiento de los huesos.

En los bebés, la ingesta de vitamina D contenida en la leche materna o la fórmula infantil es insuficiente. Para prevenir el raquitismo, una enfermedad que provoca deformidades y una mineralización insuficiente de los huesos, se recomienda la suplementación con vitamina D en todos los niños desde los primeros días de vida. “Esta suplementación debe continuarse durante toda la fase de crecimiento y mineralización ósea, es decir hasta los 18 años”, indica la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA).

Desde el nacimiento hasta los 18 meses, la ingesta recomendada es de 800 a 1200 UI por día. La cantidad varía dependiendo de si el niño está amamantado o con fórmula infantil:

  • si el bebé es amamantado, la suplementación es de 1200 UI por día.

  • si el bebé se alimenta con fórmula, la suplementación es de 800 UI por día. 

  • De los 18 meses a los 5 años, se recomienda la suplementación en invierno (para compensar la falta de exposición a la luz natural). Se aconseja otra suplementación durante el período de crecimiento de la adolescencia.

    Actualmente se está llevando a cabo una actualización de estas recomendaciones. “Estos se alinearán con las recomendaciones europeas, es decir, 400 UI por día de 0 a 18 años en niños sanos sin factores de riesgo, y 800 UI por día de 0 a 18 años en niños con un factor de riesgo”, dijo el National Food Safety Agencia (ANSES) en un comunicado de prensa publicado el 27 de enero de 2021.

    Los suplementos de vitamina D en bebés deben ser recetados por un profesional de la salud. Debe presentarse en forma de fármaco y no en forma de complementos alimenticios enriquecidos con vitamina D (a veces demasiada vitamina D).  

    ¡Tenga cuidado con el riesgo de sobredosis de vitamina D!

    Una sobredosis de vitamina D no está exenta de riesgos para los niños pequeños. En enero de 2021, ANSES alertó sobre casos de sobredosis en niños pequeños tras la ingesta de complementos alimenticios enriquecidos con vitamina D. Los niños afectados presentaban hipercalcemia (demasiado calcio en la sangre) que podría ser perjudicial para los riñones. Para evitar una sobredosis potencialmente peligrosa para la salud de los bebés, ANSES recuerda a los padres y profesionales de la salud:

    no multiplicar productos que contengan vitamina D. 

    • favorecer los fármacos sobre los complementos alimenticios.
    • verifique las dosis administradas (verifique la cantidad de vitamina D por gota).

    Suplementos de vitamina K

    La vitamina K juega un papel esencial en la coagulación sanguínea, ayuda a prevenir el sangrado. Nuestro cuerpo no la produce, por lo que la aportan los alimentos (verduras, pescado, carne, huevos). Al nacer, los recién nacidos tienen bajas reservas de vitamina K y por lo tanto tienen un mayor riesgo de hemorragias (internas y externas), que pueden ser muy graves si afectan al cerebro. Afortunadamente, estos son muy raros. 

    Para evitar el sangrado por deficiencia de vitamina K, los bebés en Francia reciben 2 mg de vitamina K al nacer en el hospital, 2 mg entre el cuarto y el séptimo día de vida y 4 mg al mes.

    Esta suplementación debe continuarse en bebés amamantados exclusivamente (la leche materna es menos rica en vitamina K que la leche infantil). Por tanto, se recomienda administrar una ampolla de 2 mg por vía oral cada semana siempre que la lactancia sea exclusiva. Una vez que se ha introducido la leche infantil, se puede detener esta suplementación. 

    Aparte de la vitamina D y la vitamina K, no se recomienda la suplementación con vitaminas en los bebés, excepto por consejo médico.

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