¿Cuándo el patriotismo se convierte en narcisismo colectivo?

Algunas personas experimentan verdadero dolor ante el mero pensamiento de que su patria nunca será apreciada. Tales actitudes son peligrosas. Así, por ejemplo, el resentimiento de los votantes por su país les hizo votar por Trump no a instancias del alma, sino como represalia. Este fenómeno puede llamarse narcisismo colectivo.

La imagen en el periódico es paradójica: representa un ojo humano, del cual fluye una lágrima, convirtiéndose en un puño. Esto, según la psicóloga estadounidense Agnieszka Golek de Zavala, es una excelente ilustración o metáfora del estado de aquellos votantes de Trump, a los que llamó «narcisistas colectivos». Su resentimiento condujo a la venganza.

Cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de 2016, la psicóloga tuvo una corazonada. Ella creía que Trump tenía dos promesas de campaña con las que jugar: “hacer de Estados Unidos una gran potencia otra vez” y “poner sus intereses primero”. ¿Qué tan cierta es esta hipótesis?

En 2018, Agnieszka Golek de Zawala realizó una encuesta a 1730 encuestados estadounidenses que votaron por Trump. El investigador quería averiguar qué creencias jugaron un papel importante en su elección. Como era de esperar, las características de los votantes como el género, el color de la piel, las actitudes hacia el racismo y el nivel socioeconómico fueron fundamentales. Pero eso no es todo: muchos fueron impulsados ​​por el resentimiento. Los votantes de Trump se sintieron heridos porque la reputación de Estados Unidos como una gran potencia en todo el mundo se vio gravemente dañada.

¿Qué tienen en común el fútbol y el Brexit?

Golek de Zavala llama narcisistas colectivos a las personas que le dan tanta importancia a la reputación de su país. La psicóloga encontró narcisismo colectivo no solo entre los partidarios de Trump, sino también entre otros encuestados en Polonia, México, Hungría y el Reino Unido, por ejemplo, entre los partidarios del Brexit que rechazaron la Unión Europea porque "no reconoce la posición especial del Reino Unido y tiene un efecto nocivo en la política británica «. Además, vieron a los migrantes como una amenaza a la integridad del país.

El investigador pudo detectar el narcisismo colectivo incluso entre los aficionados al fútbol y los miembros de una comunidad religiosa, lo que significa que, aparentemente, no se trata solo de la nación, sino también del método de identificación con cualquier grupo. Este fenómeno ha sido familiar durante mucho tiempo para los psicólogos sociales.

Lo que es ofensivo para un narcisista no es ofensivo para un nacionalista

El descubrimiento de Golek de Zavala, en su opinión, no es un rasgo de personalidad, sino una creencia rígida: los narcisistas colectivos consideran a su grupo como algo completamente excepcional, que merece un trato especial y constante reconocimiento. Indisolublemente ligada a esto está la segunda parte de las creencias: supuestamente, su grupo es sistemáticamente subestimado, ignorado y criticado injustificadamente por otros, independientemente de cómo se vea realmente el país o la comunidad.

Cualquier cosa puede hacer que un país, un equipo de fútbol, ​​una comunidad religiosa sea especial para los narcisistas colectivos: el poder militar, el poder económico, la democracia, la religiosidad, el éxito. Desde el punto de vista de los narcisistas colectivos, es imperativo que no se critique injustamente esta exclusividad, porque se percibe como un insulto personal: se considera al grupo como parte de la propia identidad.

A diferencia de los patriotas o nacionalistas, estas personas sufren un resentimiento a largo plazo por su país o grupo. Los nacionalistas y patriotas, que también consideran que su país o grupo es el mejor, no se ofenden si alguien expresa falta de respeto por él.

Según Golek de Zavala, los narcisistas colectivos sufren un dolor prolongado por el país: no solo reaccionan dolorosamente a las críticas o ven ignorancia donde no la hay, sino que tratan de ignorar las “faltas” reales de su país o de la comunidad a la que pertenecen. pertenecer.

Talón de Aquiles del votante ofendido

Los sentimientos de resentimiento conllevan consecuencias desagradables: el deseo de defenderse y vengarse. Por lo tanto, los narcisistas colectivos a menudo apoyan a los políticos que están dispuestos a recurrir a medios militares para defender un país supuestamente infravalorado y prometen hacerles la vida difícil a los adversarios percibidos en su país, como los migrantes.

Además, los narcisistas colectivos tienen una idea muy estrecha de quién es considerado un ciudadano «real» del país. Paradójicamente, muchos de ellos no se sienten conectados personalmente en absoluto con la comunidad que idealizan. Parece que la pertenencia y la idealización se excluyen mutuamente. Los populistas en política pueden muy fácilmente iniciar y aprovechar estos sentimientos de resentimiento.

La investigadora destaca la importancia de que las personas se sientan cómodas en sus comunidades o equipos, que se sientan pertenecientes a un único y gran círculo de personas, y que además puedan hacer algo por los demás miembros del grupo.

Si consideramos el fenómeno del narcisismo colectivo de manera más amplia, podemos llegar a la conclusión de que dondequiera que haya un grupo de personas unidas por un espacio, experiencia o idea, todos sus participantes deben estar involucrados en la comunicación y una causa común.

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