¿De dónde viene el apetito: cómo mejorar el apetito de un niño?

El niño no quiere comer. Un problema común. Los padres que tienen que resolverlo se han dividido durante mucho tiempo en dos campos: algunos obligan al niño a comer según el horario, otros nunca lo fuerzan. Pero ambas partes quieren resolver el problema a nivel mundial, es decir, formar un apetito saludable en su bebé. ¿Es posible? ¡Bastante!

Tres hechos importantes sobre el apetito que todo padre debe saber

Antes de comenzar un programa para mejorar su apetito, asegúrese de recordar:

  • La falta de voluntad para comer puede estar asociada con la enfermedad. En primer lugar, verifique todos los indicadores de salud y luego inicie acciones activas. Si el niño está enfermo, no solo no formará ningún apetito en él, sino que también perderá el tiempo.
  • Un apetito saludable no siempre es un gran apetito. Hay personas que simplemente no comen lo suficiente, y eso está bien. Quizás su hijo sea uno de ellos. Hable con su médico, hágase pruebas, asegúrese de que su bebé tenga suficientes vitaminas y minerales y no insista en una comida de tres platos.
  • La sobrealimentación es tan dañina como la desnutrición. Y las consecuencias no son necesariamente la obesidad. Estas son las neurosis y los trastornos alimentarios (anorexia y bulimia), y solo el rechazo de algunos productos individuales.

Recuerde que en materia de nutrición, es muy fácil dañarlo, así que tenga el mayor cuidado posible con lo que hace y comuníquese regularmente con los médicos.

Las principales reglas de alimentación.

¿De dónde viene el apetito: cómo mejorar el apetito de un niño?

Las reglas de alimentación en realidad no lo son tanto. Uno de ellos, el más importante, es el siguiente: "Nunca obligue al niño a comer". Es el insistente “hasta que comas, no te levantarás de la mesa” y otros ultimátums que forman el rechazo de la comida en el bebé. Con la perseverancia adecuada, logrará el resultado opuesto: incluso si el niño quiere comer, comerá sin deseo, porque solo tiene asociaciones negativas con la comida.

La siguiente regla es confiar en su hijo en términos de comida. La mayoría de los niños, si sus gustos no se han echado a perder con las hamburguesas y los refrescos, saben cuánta comida necesitan y de qué tipo. ¿El bebé no tiene problemas de peso (dentro del rango normal, incluso en el límite inferior), no tiene problemas de movilidad (corre, juega, no es apático), no tiene problemas con la silla (regular, normal)? Así que no tienes nada de qué preocuparte. Si lo desea, puede realizar pruebas que confirmarán que el cuerpo tiene suficientes vitaminas y minerales.

Otra recomendación es que los niños con mala alimentación deben comer de acuerdo con un horario. Por supuesto, es difícil conciliar esto con el requisito de no obligarlo nunca a comer. Pero todo es posible. Para salir con un horario de comidas, llame regularmente a su hijo a la hora adecuada para comer. Que se lave las manos, se siente a la mesa, mire la comida que le ofrezcan, la pruebe. No es necesario que lo comas, persuadirlos de que prueben con una cuchara, y eso es todo. Si lo intentó y se negó, déle agua o té, fruta. Suéltalo para seguir jugando. Con el tiempo, el niño adquirirá el hábito de sentarse a la mesa a la misma hora todos los días y comer algo. Con el hábito, también aparecerá el apetito.

Otro punto importante es la falta de bocadillos entre comidas. La primera vez, cuando el niño no come en el momento adecuado, es poco probable que lo haga sin bocadillos. Pero debe reducir su número y elegir aquellos que no sofoquen el apetito, sino que lo enciendan. Estas son manzanas, galletas saladas caseras, nueces, frutas secas.

Formar un interés por la comida

¿De dónde viene el apetito: cómo mejorar el apetito de un niño?

La principal razón por la que un niño no quiere comer es la falta de interés por la comida. A pesar de que la comida es vida, su bebé no lo entiende claramente. Para él, el momento del poder, el momento en el que fue arrancado de un juego interesante. Pero puedes cambiar eso.

En primer lugar, los juegos de cocina te ayudarán. Puedes jugar en casa con productos infantiles o incluso reales (frutas y verduras), o puedes jugar en la computadora en unidades flash especiales, como aquí. Elige la app donde se prepara la comida que quieres que pruebe tu hijo. Por ejemplo, un bistec o una tortilla. ¡Y juega! Habiendo preparado tal plato en el juego, su hijo probablemente querrá probarlo. E incluso si no le gusta, siempre puedes hacer otro.

Y no olvides ofrecerle a tu hijo diferentes productos. Recuerde que cuantos más platos diferentes pruebe el niño, mejor podrá navegar por ellos y mayores serán sus posibilidades de encontrar algo que le guste. ¡Y comer con ganas es la clave para tener buen apetito y buen humor!

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