¿Por qué un niño se autolesiona y cómo ayudarlo?

¿Por qué algunos adolescentes se cortan, se cauterizan la piel? Esto no es una «moda» ni una forma de llamar la atención. Esto puede ser un intento de aliviar el dolor mental, de hacer frente a experiencias que parecen insoportables. ¿Pueden los padres ayudar a un niño y cómo hacerlo?

Los adolescentes se cortan o se peinan la piel hasta sangrar, se golpean la cabeza contra la pared, se cauterizan la piel. Todo esto se hace para aliviar el estrés, deshacerse de experiencias dolorosas o demasiado fuertes.

“Los estudios muestran que un número bastante significativo de adolescentes se autolesionan en un intento de hacer frente a las emociones dolorosas”, explica la psicoterapeuta infantil Vena Wilson.

No es raro que los padres entren en pánico cuando se enteran de que su hijo se está lastimando. Ocultar objetos peligrosos, tratar de mantenerlo bajo supervisión constante o pensar en internarlo en un hospital psiquiátrico. Algunos, sin embargo, simplemente ignoran el problema, con la secreta esperanza de que pase por sí solo.

Pero todo esto no ayudará al niño. Vienna Wilson ofrece 4 pasos prácticos para los padres que descubren que su hijo se autolesiona.

1. Cálmese

Muchos padres, al enterarse de lo que está pasando, se sienten impotentes, se ven superados por la culpa, el dolor y la ira. Pero antes de hablar con el niño, es importante reflexionar y calmarse.

“La autolesión no es un intento de suicidio”, enfatiza Vienna Wilson. Por lo tanto, antes que nada, es importante calmarse, no entrar en pánico, lidiar con sus propias experiencias y solo luego comenzar una conversación con el niño.

2. Trate de entender al niño

No puede iniciar una conversación con acusaciones, es mejor demostrar que está tratando de comprender al niño. Pregúntale en detalle. Trate de averiguar cómo le ayuda la autolesión y con qué propósito lo hace. Tenga cuidado y tacto.

Lo más probable es que el niño esté muy asustado de que los padres hayan descubierto su secreto. Si quieres obtener respuestas sinceras y francas, lo mejor es dejarle claro que ves lo asustado que está y que no lo vas a castigar.

Pero incluso si hace todo bien, el niño puede cerrarse o tener una rabieta, comenzar a gritar y llorar. Es posible que se niegue a hablar contigo porque está asustado o avergonzado, o por otras razones. En este caso, es mejor no presionarlo, sino darle tiempo, para que el adolescente decida contarte todo.

3. Busca ayuda profesional

La autolesión es un problema grave. Si el niño aún no trabaja con un psicoterapeuta, intente encontrar un especialista para este trastorno en particular para él. El terapeuta creará un espacio seguro para que el adolescente aprenda a lidiar con las emociones negativas de otras maneras.

Su hijo necesita saber qué hacer en una crisis. Necesita aprender las habilidades de autorregulación emocional que necesitará en su vida posterior. El terapeuta también puede ayudarlo a lidiar con las posibles causas fundamentales de las autolesiones: problemas escolares, problemas de salud mental y otras fuentes de estrés.

En muchos casos, los padres también se beneficiarán al buscar ayuda profesional. Es muy importante no culpar ni avergonzar al niño, pero tampoco debes culparte a ti mismo.

4. Da ejemplo de autorregulación saludable

Cuando lo encuentre difícil o malo, no tenga miedo de demostrarlo frente a su hijo (al menos en el nivel en el que pueda entenderlo). Exprese emociones en palabras y muestre cómo logra manejarlas de manera efectiva. Quizás en tales casos necesite estar solo por un tiempo o incluso llorar. Los niños lo ven y aprenden la lección.

Al dar un ejemplo de autorregulación emocional saludable, está ayudando activamente a su hijo a romper el peligroso hábito de autolesionarse.

La recuperación es un proceso lento y requerirá tiempo y paciencia. Afortunadamente, a medida que un adolescente madura fisiológica y neurológicamente, su sistema nervioso madurará más. Las emociones ya no serán tan violentas e inestables, y será mucho más fácil lidiar con ellas.

“Los adolescentes con tendencia a autolesionarse pueden deshacerse de este hábito poco saludable, especialmente si los padres, al enterarse, pueden mantener la calma, tratar al niño con sincera comprensión y cuidado, y encontrarle un buen psicoterapeuta”, dice Vena. Wilson.


Sobre la autora: Vena Wilson es psicoterapeuta infantil.

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