7 buenas razones para rechazar el plástico

Por supuesto, un producto tan ampliamente utilizado debe ser seguro, ¿verdad? Pero, desafortunadamente, este no es el caso. Algunas de las sustancias químicas del plástico pueden terminar en nuestros alimentos, y los fabricantes no tienen la obligación de revelar qué sustancias químicas utilizan.

Sin duda, el plástico hace que nuestra vida sea más cómoda, pero el regusto amargo de los alimentos que se han almacenado o cocinado en plástico durante mucho tiempo dice algo.

Nuestra dependencia del plástico causa muchos problemas. Presentamos a su atención 7 razones de peso por las que debe renunciar al plástico, especialmente cuando se trata de alimentos.

1. BFA (Bisfenol A)

Hay muchos tipos diferentes de plástico, ya cada uno se le asigna un número específico. Los consumidores pueden usar estos números para determinar si un plástico en particular es reciclable.

Cada tipo de plástico se produce según una determinada “receta”. El plástico #7 es un plástico de policarbonato duro y es este tipo el que contiene BPA.

Con el tiempo, el BPA se acumula en nuestro cuerpo y contribuye a la destrucción del sistema endocrino, y también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades peligrosas como el cáncer y las enfermedades del corazón. Los niños, incluidos los bebés e incluso los fetos, son particularmente sensibles a los efectos del BPA en nuestros alimentos. Esta es la razón por la que el BPA no se usa en cosas como biberones y tazas.

Pero el BPA puede esconderse en muchas cosas: en latas de sopa de aluminio, latas de frutas y verduras, papel de recibo, latas de refresco, DVD y termos. Trate de comprar productos etiquetados como "libres de BPA" para limitar los efectos nocivos de esta sustancia en su cuerpo.

2. Ftalatos

Los plásticos blandos, que se utilizan en muchos tipos de juguetes para niños, contienen ftalatos, que hacen que el material sea maleable. Los juguetes a menudo están hechos de PVC o plástico #3. Los ftalatos no se unen químicamente al PVC, por lo que se absorben fácilmente en la piel o en cualquier alimento con el que entren en contacto.

Los estudios muestran que los ftalatos dañan los sistemas endocrino y reproductivo de los niños en desarrollo e incluso pueden aumentar el riesgo de cáncer de hígado. Y el olor a dolor de cabeza del PVC fresco sugiere que esta sustancia es bastante tóxica.

Puede ser difícil evitar por completo estas sustancias. A veces se pueden encontrar en productos para el cuidado personal, así que busque la etiqueta "libre de ftalatos" en los productos que usted y su familia usan para cuidar su piel.

3. Antimonio

Todo el mundo sabe que las botellas de agua de plástico ya se han convertido en un desastre medioambiental, pero no todo el mundo se da cuenta de la amenaza que suponen para nuestra salud. El plástico utilizado en estas botellas es PET #1 y utiliza un químico llamado antimonio como catalizador en su producción. Los investigadores sospechan que el antimonio aumenta el riesgo de cáncer.

Se necesita más investigación para determinar los riesgos completos del antimonio en el agua, pero ya se sabe que el antimonio se filtra de las botellas con agua. Se han informado efectos adversos para la salud en personas que trabajan profesionalmente con antimonio al tocar o inhalar el químico.

4. Aditivos antibacterianos

El tipo de plástico del que están hechos la mayoría de nuestros recipientes de almacenamiento de alimentos es polipropileno (plástico #5). Durante bastante tiempo, el plástico n.º 5 se ha considerado una alternativa saludable al plástico BPA. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que se filtran aditivos antibacterianos.

Este es un descubrimiento relativamente reciente, y todavía queda mucha investigación por hacer para determinar el daño que el plástico No. 5 puede causar al cuerpo. Sin embargo, nuestro intestino debe mantener un delicado equilibrio de bacterias para funcionar correctamente, y agregar suplementos antibacterianos al cuerpo puede alterar este equilibrio.

5. Teflón

El teflón es un tipo de plástico antiadherente que recubre algunas ollas y sartenes. No hay evidencia de que el teflón sea intrínsecamente tóxico para el cuerpo, pero puede liberar sustancias químicas tóxicas a temperaturas muy altas (más de 500 grados). El teflón también libera sustancias químicas peligrosas durante su fabricación y eliminación.

Para evitar la exposición a esta sustancia, elija platos elaborados con materiales más seguros. Una buena opción serían los utensilios de cocina de hierro fundido y cerámica.

6. Ingestión inevitable

La industria química reconoce que no hay forma de evitar pequeños pedazos de plástico en los alimentos, pero enfatiza que la cantidad de esos elementos es muy pequeña. Lo que comúnmente se pasa por alto es que muchas de estas sustancias químicas no pueden ser procesadas por el cuerpo, sino que se instalan en nuestro tejido graso y continúan acumulándose allí durante muchos años.

Si no está listo para dejar de usar plástico, hay varias formas de minimizar su exposición. Por ejemplo, nunca caliente alimentos en plástico, ya que esto aumenta la cantidad de plástico ingerido. Si utiliza envases de plástico para cubrir los alimentos, asegúrese de que el plástico no entre en contacto con los alimentos.

7. Daño ambiental y alteración de la cadena alimentaria

No es ninguna novedad que el plástico tarda mucho en descomponerse y acumularse en los vertederos a un ritmo alarmante. Peor aún, termina en nuestros ríos y océanos. Un excelente ejemplo es la Gran Parche de Basura del Pacífico, una enorme pila de plástico flotante que es solo una de las muchas “islas” de basura que se han formado en las aguas del mundo.

El plástico no se descompone, pero bajo la influencia del sol y el agua, se descompone en partículas más pequeñas. Estas partículas son consumidas por peces y pájaros, entrando así en la cadena alimenticia. Por supuesto, comer tantas sustancias venenosas también perjudica a las poblaciones de estos animales, reduciendo su número y amenazando con la extinción de algunas especies.

No es fácil eliminar por completo el plástico debido a su omnipresencia en nuestra alimentación. Sin embargo, hay algunos pasos simples que puede seguir para minimizar el impacto.

Para comenzar, cambie a recipientes de vidrio, recipientes para beber y biberones. Use una toalla de papel en el microondas para sostener la salpicadura, no una envoltura de plástico. También es una buena idea lavar a mano los recipientes de plástico en lugar de ponerlos en el lavavajillas y desechar cualquier plástico que esté rayado o deformado.

Al reducir gradualmente nuestra dependencia del plástico, lograremos que la salud de la Tierra y de todos sus habitantes mejore exponencialmente.

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