¿Por qué llorar mucho significa que eres fuerte? - Felicidad y salud

Si bien llorar puede no ser la mejor sensación del mundo, los neurocientíficos que trabajan en la psicología y fisiología del acto de llorar están de acuerdo en que llorar es bueno para nosotros.

En realidad, es una respuesta a la tristeza y la frustración. Si reprimimos nuestras lágrimas, nos mantendremos en un estado de estrés emocional que puede ser terrible para nuestro cuerpo y nuestra mente.

Incluso se ha comprobado que El llanto puede reducir el riesgo de ataques cardíacos que acompañan a enfermedades relacionadas con el estrés.

Si bien la mayoría de nosotros podemos sentirnos avergonzados por el llanto y asociamos los episodios de llanto frecuentes o intensos con algún tipo de debilidad, en realidad significa lo contrario. Seríamos mentalmente más fuertes. Es por eso.

1. Al llorar nos enfrentamos a nuestras emociones

Cuando lloramos, abrazamos nuestras emociones de la mano. Los escudriñamos sin apartar la mirada. Nos abruman por un momento y poco a poco ceden para dar paso a una cierta serenidad.

Negarnos a llorar resueltamente significa que huimos de nuestros sentimientos profundos y no dejamos salir nuestra negatividad que confunde profundamente nuestro bienestar físico y mental.

Llorar no significa que no podamos lidiar con nuestras emociones. Por el contrario, esto indica una capacidad real para enfrentar las situaciones y los peligros de la vida. Mantenemos los pies anclados en la realidad y la experimentamos en todo lo bello pero complicado y a veces doloroso.

Al llorar, nuestro cuerpo libera toda la energía negativa acumulada por una situación estresante o dolorosa para dejar espacio para las próximas emociones más calmantes.

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2.No nos importa lo que piensen los demás

Cuando lloramos, exudamos abiertamente vulnerabilidad. Es valiente mostrar tu lado más emocional a los demás sin preocuparte por lo que puedan inferir de esa actitud o percibir de nosotros.

Es posible que muchos de nosotros hayamos crecido en familias en las que no se fomentaba este tipo de comportamiento. Le “molestaba” o bien mostraba debilidad. Llorar sin preocuparse por ser mal percibido también significa liberarse de los mensajes negativos que transmite la norma social del “pensamiento correcto”.

Mostrar tus emociones es, ante todo, revelar a los demás que eres humano.

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3. La sinceridad exige autenticidad

Este rechazo de estas normas sociales nos acerca a las personas que nos rodean que nos importan. Los amigos, la familia o un cónyuge que acepte vernos realmente como somos (en su totalidad), apreciarán que nos permitamos estar completamente abiertos en su presencia.

Al mismo tiempo, podremos distinguir y percibir a las personas que no nos pertenecen. Aquellos que se sientan incómodos por compartir un momento de intensa intimidad como este, probablemente no serán con quienes compartir una relación auténtica.

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4. Llorar relaja

Contener las lágrimas trae ira, tristeza e impide una adecuada regulación de las emociones. ¿Quién no ha experimentado ya la sorpresa de una persona que de repente explota por un detalle?

La mayoría de las personas que reprimen sus sentimientos corren el riesgo de descompensarse violentamente el día en que la "válvula" está llena.

Cuando lloramos cuando lo necesitamos, todos desahogamos el riesgo de expresar nuestra frustración en otra persona o de provocar tensión en quienes nos rodean sin motivo alguno.

5. El llanto mejora nuestra salud general

Los científicos ahora saben cómo demostrar que el llanto ofrece más que beneficios emocionales.

También reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, el llanto estimula la liberación en nuestro cuerpo de hormonas para sentirse bien y reduce el nivel de manganeso (que si es demasiado alto provoca ataques de estrés y ansiedad). Por último, el llanto lubrica nuestros globos oculares y previene una deshidratación incómoda.

Nuestras lágrimas tienen beneficios antibacterianos y ayudan a eliminar las toxinas de nuestro sistema.

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6. Permitimos que quienes nos rodean se abran

Cuando lloramos, mostramos a nuestros seres queridos que ser vulnerable no es una debilidad. Es honesto dejarse llevar frente a personas en las que confía. Si nos sentimos cómodos con nuestras lágrimas, existe la posibilidad de que quienes nos rodean valoren este acto al alza, en su escala de valores.

Por ejemplo, nuestros amigos, que suelen guardar sus emociones para sí mismos, aprenderán a compartirlas con nosotros. Menos preocupados y más confiados, sabrán que no los juzgaremos y los apoyaremos. Este tipo de reacciones positivas son ciertas. Cuando damos de nosotros mismos, otros dan a su vez

7) llorar es conectarse contigo mismo, con los demás y con el mundo

Cuando estamos en sintonía con nuestras emociones, por supuesto, estamos más inclinados a llorar. Ser emocional es ante todo poder notar cosas en nosotros que son invisibles para los demás.

Esta conciencia desarrollada de nosotros mismos, nos permite identificar más fácilmente nuestras fortalezas y debilidades para poder trabajar en ellas. Alguien que llora sabe cómo funciona su mente.

Desarrollar una relación especial con uno mismo y con los demás se vuelve posible: construir verdaderos vínculos emocionales sin artificios entre uno mismo y el mundo es beneficioso y contribuye a nuestro desarrollo personal.

Sea más sereno, más pacífico, encuentre la paz interior… Las terapias de bienestar están floreciendo en el mercado. Algunos tienen métodos cuestionables, todos se facturan ... Deberíamos pensar en una solución simple (y gratuita) que esté al alcance de todos.

¿Qué pasa si usamos nuestra capacidad biológica para llorar? Aprovechemos al máximo el alivio natural que puede proporcionar el llanto y experimentemos su fantástica acción contra la ansiedad. Los ataques de llanto ya no deben verse como un signo de debilidad, sino como un signo de fuerza interior y atención.

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