Psicología

Golpearse la cabeza contra la pared es ineficaz y muy doloroso. Hablamos de once cosas que no se pueden cambiar, pero si dejas de pensar en ellas, la vida se volverá más placentera y productiva.

Los oradores y entrenadores motivacionales dicen que todo en el mundo se puede cambiar, solo hay que quererlo. Creemos en ello, trabajamos de la mañana a la noche, los siete días de la semana, pero prácticamente nada cambia. Esto se debe a que algunas cosas están fuera de nuestro control. Perder tiempo y energía en ellos es una estupidez, es mejor dejar de prestarles atención.

1. Todos dependemos de alguien

Nuestra vida está conectada con muchas personas y no se puede hacer nada al respecto. Puedes intentar cambiar las reglas del juego y tus principios morales, cambiar de religión o hacerte ateo, dejar de trabajar «para el dueño» y convertirte en autónomo. No importa lo que hagas, seguirá habiendo personas de las que dependes.

2. No podemos vivir para siempre

La vida para muchos de nosotros es difícil y estresante. Siempre estamos en contacto y listos para trabajar a cualquier hora del día o de la noche, olvidándonos de fines de semana y días festivos. Pero incluso en los períodos más estresantes, no debe olvidarse de usted mismo, debe comer normalmente, dormir las horas suficientes, hacer algo más que trabajar, consultar a los médicos a tiempo. De lo contrario, te torturas hasta la muerte o te llevas a un estado tal que ya no puedes trabajar ni disfrutar de la vida.

3. No podemos complacer a todos

Tratar de complacer a todos los que te rodean es un negocio ingrato y agotador, siempre habrá personas que no estén contentas con tu trabajo, apariencia, sonrisa o falta de ella.

4. Es imposible ser el mejor en todo.

Siempre habrá alguien con una casa más grande, un trabajo más interesante, un auto más caro. Deja de intentar ser el mejor. Ser uno mismo. La vida no es una competencia.

5. La ira es inútil

Cuando te enojas con alguien, primero te lastimas a ti mismo. Todos los agravios están en tu cabeza, y el que te ofendió, te ofendió o te humilló, no lo toca. Incluso si no quieres comunicarte con una persona, trata de perdonarlo. Así te deshaces de los pensamientos negativos y puedes seguir con tu vida.

6. Es imposible controlar los pensamientos de otra persona.

Puedes hacer tu mejor esfuerzo: gritar, persuadir, suplicar, pero no puedes cambiar la opinión de la otra persona. No puedes obligar a una persona a que te ame, te perdone o te respete.

7. No puedes traer de vuelta el pasado

Pensar en los errores del pasado es inútil. Un sinfín de “si” envenenan el presente. Saca conclusiones y sigue adelante.

8. No puedes cambiar el mundo

Los dichos inspiradores de que una persona puede cambiar el mundo no son muy realistas. Algunas cosas están fuera de nuestro control. Sin embargo, puedes mejorar el mundo que te rodea.

Es mejor hacer algo útil todos los días por los seres queridos y por tu hogar, barrio, ciudad, que soñar con cambios globales y no hacer nada.

9. Tu origen no depende de ti, no puedes convertirte en una persona diferente.

El lugar donde naciste, tu familia y el año de nacimiento son los mismos, te gusten o no. Es una tontería preocuparse por una infancia difícil. Es mejor dirigir tus energías hacia la elección del camino de vida con el que sueñas. Tú decides qué profesión elegir, con quién ser amigo y dónde vivir.

10. La vida personal no nos pertenece por completo

En la era digital, la información personal está disponible para todos. Debe aceptar esto y, si es posible, vivir sin "esqueletos en el armario".

11. Es imposible devolver lo perdido

Puede compensar las inversiones perdidas y hacer nuevos amigos. Sin embargo, esto no niega el hecho de que algunas cosas se pierden para siempre. Esto es especialmente cierto cuando se trata de relaciones. Las nuevas relaciones nunca repetirán las del pasado.


Sobre el autor: Larry Kim es vendedor, bloguero y orador motivacional.

Deje un comentario