Psicología

Cualquier artículo sobre relaciones enfatizará la importancia de la comunicación abierta en primer lugar. Pero, ¿y si tus palabras hacen más daño que bien?

Las palabras pueden no ser tan inofensivas como parecen. Muchas cosas que se dicen en el calor del momento pueden dañar las relaciones. Aquí hay tres frases que son las más peligrosas:

1. “Tú siempre…” o “Tú nunca…”

Una frase que mata la comunicación efectiva. Nada es más capaz de cabrear a una pareja que las generalizaciones de este tipo. En el fragor de una pelea, es muy fácil tirar algo así sin pensar, y el compañero escuchará algo más: “No sirves para nada. Siempre me defraudas.» Incluso cuando se trata de pequeñas cosas como lavar los platos.

Quizás eres infeliz y quieres mostrárselo a tu pareja, pero él o ella percibe esto como una crítica a su personalidad, y eso es doloroso. El compañero inmediatamente deja de escuchar lo que quieres decirle y comienza a defenderse agresivamente. Tal crítica solo alejará a la persona que amas y no te ayudará a lograr lo que necesitas.

¿Qué decir en su lugar?

“Siento X cuando haces/no haces Y. ¿Cómo podemos resolver este problema?”, “Realmente aprecio cuando haces “Y”. Vale la pena comenzar una oración no con "usted", sino con "yo" o "mí". Así, en lugar de culpar a tu pareja, lo invitas a un diálogo diseñado para resolver contradicciones.

2. «No me importa», «No me importa»

Las relaciones se basan en el hecho de que los socios no son indiferentes entre sí, ¿por qué destruirlos con frases tan mal concebidas? Al decirlas en cualquier contexto ("No me importa lo que cenamos", "No me importa si los niños pelean", "No me importa adónde vamos esta noche"), le demuestras a tu pareja que no te importa vivir juntos.

El psicólogo John Gottman cree que el signo principal de una relación a largo plazo es una actitud amable hacia el otro, incluso en cosas pequeñas, en particular, un interés en lo que la pareja quiere decir. Si quiere que le prestes atención y le dejas claro que no te interesa, esto es destructivo.

¿Qué decir en su lugar?

No importa lo que digas, lo principal es demostrar que estás interesado en escuchar.

3. «Sí, no importa»

Tales palabras implican que rechazas todo lo que tu pareja tiene que decir. Suenan pasivo-agresivos, como si quisieras insinuar que no te gusta su comportamiento o tono, pero al mismo tiempo evitas una conversación abierta.

¿Qué decir en su lugar?

“Realmente me gustaría escuchar tu opinión sobre X. «Estoy teniendo problemas aquí, ¿puedes ayudarme?» Entonces diga gracias. Como era de esperar, las parejas que se agradecen regularmente se sienten más valoradas y apoyadas, lo que facilita superar los períodos de tensión en una relación.

Todo el mundo tiene momentos en que una pareja causa irritación. Puede parecer que vale la pena ser honesto y expresar su descontento abiertamente. Pero tal honestidad es contraproducente. Pregúntese: "¿Es esto realmente un gran problema o es algo pequeño que todos olvidarán pronto?" Si está seguro de que el problema es grave, discútalo con calma con su pareja de manera constructiva, mientras critica solo las acciones de la pareja, y no de sí mismo, y no arroje acusaciones.

Los consejos no significan que tengas que vigilar cada palabra que dices, pero la sensibilidad y la precaución pueden ser muy útiles en una relación. Trate de mostrar amor con más frecuencia, sin olvidar palabras como gracias o “te amo”.


Fuente: Huffington Post

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