Psicología

Algunos de nosotros mentimos así, sin ningún propósito. Y molesta a la gente alrededor. Hay seis razones por las que los mentirosos patológicos no quieren decir la verdad. Compartimos observaciones profesionales de una psicóloga.

La mayoría de la gente trata de decir siempre la verdad. Algunos mienten más que otros. Pero hay quienes mienten todo el tiempo. La mentira patológica no es un diagnóstico clínico, aunque puede ser uno de los síntomas de psicopatía y episodios maníacos.

Pero la gran mayoría de los mentirosos son personas mentalmente sanas que piensan diferente o mienten bajo la influencia de las circunstancias, explica David Lay, psiquiatra, doctor en psicología clínica. ¿Por qué lo hacen?

1. Las mentiras tienen sentido para ellos.

La gente de alrededor no entiende por qué mienten incluso en cosas pequeñas. De hecho, estas pequeñas cosas son importantes para los que mienten. Tienen una percepción diferente del mundo y un sistema de valores diferente. Lo que les importa es lo que no es importante para la mayoría.

2. Cuando dicen la verdad, sienten que están perdiendo el control de la situación.

A veces, esas personas mienten para influir en los demás. Están seguros de que su engaño suena más convincente que la verdad y les permite controlar la situación.

3. No quieren molestarnos.

Mienten porque temen la desaprobación de los demás. Los mentirosos quieren ser apreciados y amados, ser admirados. Temen que la verdad no parezca muy atractiva y, al enterarse, los amigos pueden alejarse de ellos, los familiares comenzarán a avergonzarse y el jefe no les confiará un proyecto importante.

4. Una vez que empiezan a mentir, no pueden parar.

Las mentiras son como una bola de nieve: una atrapa a la otra. Cuanto más mienten, más difícil les resulta empezar a decir la verdad. La vida se vuelve como un castillo de naipes: si quitas incluso una carta, se derrumbará. En algún momento, comienzan a mentir para reforzar las mentiras del pasado.

Los mentirosos patológicos están seguros de que si confiesan en un episodio, resulta que han dicho una mentira antes. Temiendo la exposición, continúan engañando incluso donde no es necesario.

5. A veces ni siquiera se dan cuenta de que están mintiendo.

En una situación estresante, la gente no piensa en las pequeñas cosas, porque ante todo es importante salvarse a uno mismo. Y activan un modo de supervivencia en el que no son del todo conscientes de lo que dicen o hacen. Y creen sinceramente en sus propias palabras.

La gente cree en lo que no fue, si les conviene. Y una vez que ha pasado el peligro, no recuerdan lo que dijeron bajo la influencia del estrés.

6. Quieren que sus mentiras sean verdad.

A veces los mentirosos son ilusiones. Les parece que los sueños pueden convertirse en realidad con un poco de simulación. Se volverán más ricos si comienzan a derrochar y hablan de su riqueza mítica o de un abuelo millonario que les dejó un testamento.

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