Psicología

Hay muchos chistes sobre suegras, pero en serio, las tensiones con los suegros son un verdadero problema para muchas parejas. Las cosas pueden ponerse muy calientes durante las vacaciones cuando se supone que todos son una gran familia feliz. ¿Cómo sobrevivir a este encuentro con pérdidas mínimas?

¿Piensas con miedo en la visita de los padres de tu pareja? ¿Se volverán a arruinar las vacaciones? En gran medida depende de ti. Estos son algunos consejos de terapeutas familiares.

1. Prométete a ti mismo que intentarás mejorar la relación.

No es necesario prometerse algo solo en la víspera del Año Nuevo. Junto con su compañero de vida, ha elegido a sus padres y no se deshará de ellos, excepto quizás después de un divorcio. Procura no quejarte cada vez que visites a tu suegra o suegra, pero llévate bien con ellas durante este año. Tienes muchos años por delante, así que no tiene por qué ser perfecto la primera vez. Comience con un pequeño paso, como "No mencionaré la bebida del tío Husband este año". Con el tiempo, descubrirá que comunicarse con los padres de su cónyuge ya no es una carga para usted. ― Aaron Anderson, terapeuta familiar.

2. Habla con franqueza con tu pareja de antemano

¡No mantengas tus miedos y preocupaciones en secreto! Habla con tu cónyuge sobre cómo crees que será la reunión con los padres. Pero no hables de tu actitud negativa hacia ellos. Dile lo que te molesta y pide ayuda. Describe exactamente lo que necesitas. Por ejemplo, pídale que lo apoye más o que participe más activamente en la preparación de una celebración familiar. Piense en esta conversación y analice sus preocupaciones. ― Marnie Fuerman, terapeuta familiar.

3. Cuídate

Una de las principales razones por las que perdemos la paciencia con los invitados es la necesidad de mantenerlos entretenidos. Durante las reuniones con amigos o, especialmente, familiares, a menudo uno tiene que ignorar los propios deseos por el bien de la comodidad de otra persona. Como resultado, simplemente nos olvidamos de nosotros mismos. Y si bien puede parecer que no hay tiempo para cuidarse, esta es la mejor manera de lidiar con el estrés y la invasión del espacio personal.

Haz equipo con un compañero. Recuerde, usted es primero un cónyuge, y solo entonces, un hijo o una hija.

Cuida tu salud, date una ducha relajante, acuéstate temprano, lee en un lugar tranquilo. Escuche a su cuerpo y trate de prestar más atención a sus necesidades. ― Alisha Clark, psicóloga.

4. Haz equipo con un compañero

En un matrimonio, a menudo hay tensiones con los padres de tu cónyuge y, a veces, comienzas a dudar de qué lado está él. Ambos han sido miembros de otra familia durante mucho tiempo, con sus propias tradiciones y costumbres navideñas. La lucha por la influencia entre los padres de la pareja y su otra mitad puede estallar en serio, porque ambas «partes» quieren atraerlo durante las vacaciones. Formar equipo con un compañero es una forma de terminar esta pelea. Entonces os apoyaréis mutuamente, no a vuestros padres.

Pero tienes que mantenerte firme y defender a tu pareja. Este enfoque puede parecer duro, pero poco a poco los padres se adaptarán a la situación y comprenderán que la decisión conjunta de los cónyuges siempre está en primer plano. Recuerda de qué lado estás. Primero eres un esposo, y solo entonces, un hijo o una hija. ― Danielle Kepler, psicoterapeuta.

5. Reúne valor antes de la reunión

Antes de conocer a los padres de tu pareja, haz un ejercicio mental. Imagina que llevas una armadura especial que te protege de cualquier energía negativa. Dite a ti mismo: «Estoy a salvo y protegido, estoy a salvo». En el acto, sea lo más educado y encantador posible. Mantenga una actitud positiva y actúe a gusto. No tiene sentido perder un tiempo precioso lamentando cosas que no puedes controlar. ― Becky Whetstone, terapeuta familiar.

6. Recuerda: es temporal

En vacaciones, el flujo de reuniones y visitas familiares no se agota. Las vacaciones terminarán, volverás a casa y podrás olvidarte de todos los inconvenientes. No es necesario insistir en lo negativo: esto solo aumentará los problemas y puede convertirse en motivo de peleas con un compañero. No permita que los padres de su cónyuge arruinen su vida e influyan en su relación. ― Aaron Anderson, terapeuta familiar.

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