Psicología

Has conocido al hombre de tus sueños. Pero algo salió mal, y la relación no funcionó por enésima vez. La psicóloga clínica Susanne Lachman analiza las razones por las que fallamos en el frente del amor.

1. Indigno de algo mejor

Los estudios de citas en línea han demostrado que tendemos a elegir parejas a las que consideramos cercanas en términos de atractivo visual, ingresos, educación e inteligencia. En otras palabras, la persona que conocemos refleja en gran medida cómo nos percibimos a nosotros mismos. Por ejemplo, nos consideramos feos o nos sentimos culpables por algo que nos sucedió en el pasado. Estas experiencias negativas influyen en a quién estamos listos o no listos para acercarnos.

Aunque a veces nos resulta difícil confiar en una persona, todavía sentimos la necesidad de una conexión cercana. Esto, a su vez, conduce al hecho de que entramos en una relación por la que estamos tratando de "pagar" con una pareja. Nos parece que no somos valiosos por nosotros mismos, sino solo por los recursos que podemos proporcionar.

Las mujeres intentan esconderse detrás del papel de una amante o amante ejemplar, los hombres anteponen la riqueza material. Así que solo ganamos un sustituto para la intimidad y caemos en un círculo vicioso donde nuestra incredulidad de que merecemos algo mejor solo se intensifica.

2. Fuerte dependencia emocional

En este caso, necesitamos una confirmación constante de que somos amados. Empezamos a atormentar a nuestra pareja con la necesidad de demostrarnos que siempre estará ahí. Y no es que estemos celosos, es solo que nuestros egos inseguros necesitan pruebas de que aún nos valoran.

Si la pareja no aguanta esta presión (lo que ocurre en la mayoría de los casos), la parte dependiente queda aislada, y esto provoca aún más desesperación. Darse cuenta de cómo nuestra dolorosa necesidad se convierte en un destructor de relaciones es el primer paso para mantenerlas.

3. Expectativas poco realistas

A veces, nuestro perfeccionista interior se enciende en el momento en que elegimos pareja. Piensa en tus relaciones con los demás: ¿eres demasiado exigente y parcial?

¿Estás tratando de encontrarte con un producto inexistente de tu propia fantasía? Tal vez no deberías ser maximalista y cortar la conexión tan pronto como no te guste algo en las palabras o el comportamiento de tu contraparte, pero dale a él y a ti mismo la oportunidad de conocerse mejor.

4. Presión de los seres queridos

Nos bombardean con preguntas sobre cuándo nos casaremos (casaremos) o encontraremos pareja. Y poco a poco nos sentimos culpables de seguir solos en un mundo donde sólo las parejas parecen ser felices. Y aunque esto es solo una ilusión, la presión del exterior aumenta aún más la ansiedad y el miedo a estar solo. Comprender que hemos caído en el poder de las expectativas de los demás es un paso importante para convertir la búsqueda de pareja de un deber en un juego romántico.

5. Experiencia dolorosa del pasado

Si tienes experiencias negativas de una relación anterior (confiabas en la persona que te hizo sufrir), puede que te cueste volver a abrirte con alguien. Después de una experiencia así, no es fácil dar los pasos para conocerse: registrarse en un sitio para encontrar una pareja o unirse a un club de interés.

No te apresures, pero piensa que, a pesar de los acontecimientos del pasado, sigues siendo la misma persona, capaz de amar y recibir amor.

6. Culpa

Puedes sentir que fuiste responsable de que la relación anterior se desmoronara y lastimaras a tu pareja. Esto, a su vez, puede llevarlo a creer que no es digno de amor. Si nuestro pasado comienza a gobernar el presente y el futuro, esta es una receta segura para perder relaciones, incluso con una persona cercana y cariñosa.

Solo cuando dejamos de asociar a una nueva pareja con la anterior, nos damos la oportunidad de construir una unión plena y feliz.

7. Aún no ha llegado tu hora

Puedes ser una persona segura, atractiva y maravillosa. No tienes problemas de comunicación y muchos amigos. Y, sin embargo, a pesar del deseo de encontrar a un ser querido, ahora estás solo. Quizá aún no ha llegado tu hora.

Si quieres encontrar el amor, la larga espera (como te parece) puede llevar eventualmente a un sentimiento de soledad aguda e incluso desesperación. No dejes que este estado se apodere de ti, puede empujarte a la elección equivocada con la que nos engañamos a nosotros mismos. Date tiempo y sé paciente.


Sobre la experta: Suzanne Lachman, psicóloga clínica.

Deje un comentario