Capacidad de perdonar

Todos hemos vivido traiciones, tratos injustos e inmerecidos en mayor o menor medida. Si bien este es un fenómeno de la vida normal que le sucede a todos, a algunos de nosotros nos lleva años dejar de lado la situación. Hoy hablaremos de por qué es importante aprender a perdonar. La capacidad de perdonar es algo que puede cambiar cualitativamente tu vida. Perdonar no significa que borre su memoria y olvide lo que pasó. Esto tampoco significa que la persona que te ofendió cambiará su comportamiento o querrá disculparse, esto está fuera de tu control. Perdonar significa dejar ir el dolor y el resentimiento y seguir adelante. Aquí hay un punto psicológico interesante. La sola idea de dejar a alguien impune (¡mucho menos perdonado!) después de todo lo que ha hecho es insoportable. Estamos tratando de “nivelar el marcador”, queremos que sientan el dolor que nos causaron. En este caso, el perdón parece nada más que una traición a uno mismo. Tienes que renunciar a esta lucha por la justicia. La ira dentro de ti se calienta y las toxinas se esparcen por todo el cuerpo. Pero aquí está la cosa: la ira, el resentimiento, la ira son emociones. Los impulsa el deseo de justicia. Al estar al amparo de estas emociones negativas, nos cuesta entender que el pasado está en el pasado, y lo que pasó, pasó. La verdad es que perdonar es renunciar a la esperanza de que el pasado pueda cambiar. Sabiendo que el pasado quedó atrás, entendemos y aceptamos que la situación no volverá y volverá a ser como queríamos que fuera. Para perdonar a una persona, no debemos esforzarnos en absoluto por renunciar. Ni siquiera tenemos que hacer amigos. Necesitamos reconocer que una persona ha dejado su huella en nuestro destino. Y ahora tomamos una decisión consciente de “curar las heridas”, sin importar las cicatrices que dejen. Al perdonar sinceramente y dejar ir, avanzamos con valentía hacia el futuro, sin permitir que el pasado nos controle más. Siempre es importante recordar que todas nuestras acciones, toda nuestra vida es el resultado de decisiones tomadas constantemente. Lo mismo es cierto cuando llega el momento de perdonar. Simplemente hacemos esta elección. Por un futuro feliz.

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