Heces anormales

Heces anormales

¿Cómo se caracterizan las heces anormales?

Las heces ayudan a evacuar los desechos sólidos de la digestión y otros procesos metabólicos. Las heces normalmente contienen alrededor de 75-85% de agua y 20% de materia seca.

La frecuencia, apariencia y color de las heces varían mucho de una persona a otra. En promedio, las deposiciones se realizan una o dos veces al día, aunque algunas personas evacuan con más frecuencia y otras menos, sin que esto sea anormal. Más bien, es la ocurrencia de cambios en relación con las deposiciones habituales lo que permite decir que la situación es “anormal”. Puede ser, en particular:

  • deposiciones demasiado frecuentes y líquidas (diarrea)
  • heces demasiado duras (estreñimiento)
  • alternancia de diarrea / estreñimiento
  • heces con sangre o moco
  • heces grasas (esteatorrea)
  • heces negras (que a veces son un signo de sangrado que se produce en el sistema digestivo superior, por ejemplo, el estómago: esto se llama melena)
  • heces muy claras o blancas
  • heces de colores inusuales o muy malolientes
  • heces que contienen parásitos (a veces visibles a simple vista)

Se pueden añadir otros síntomas, como dolor intestinal (espasmos), gases, problemas digestivos, fiebre, etc.

Debe saber que el color marrón normal de las heces se debe a la presencia de pigmentos biliares, estercobilina y urobilina, pigmentos marrones.

¿Cuáles son las causas de las deposiciones anormales?

El aspecto de las heces proporciona información sobre la presencia de posibles patologías: por ello, es importante consultar sin demora si sus heces tienen características inusuales, como las mencionadas anteriormente.

Una gran cantidad de enfermedades pueden provocar cambios en la apariencia o frecuencia de las deposiciones. Sin hacer una lista exhaustiva, estos son los trastornos que se encuentran con mayor frecuencia, a menudo responsables de la diarrea:

  • Infección digestiva (gastroenteritis, intoxicación alimentaria, "turista", etc.) que puede provocar diarrea aguda.
  • parasitosis intestinal (giardia, ameba, oxiuros, anillos de tenia, salmonella, etc.)
  • Enfermedad intestinal inflamatoria crónica (EII) como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, que puede causar moco y heces con sangre.
  • síndrome del intestino irritable (alternancia de diarrea / estreñimiento)
  • síndromes de malabsorción (como intolerancia al gluten, enfermedad celíaca), que pueden provocar heces grasas

El estreñimiento puede estar relacionado con una multitud de causas:

  • el embarazo
  • ambiental
  • enfermedades endocrinas (diabetes, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo),
  • enfermedad metabólica
  • enfermedad neurológica (enfermedad de Parkinson, etc.)
  • tomar ciertos medicamentos (antidepresivos, psicotrópicos, opiáceos)
  • patologías digestivas como la enfermedad de Hirschsprung

Finalmente, los cánceres pueden cambiar la apariencia de las heces:

  • cánceres digestivos, incluido el cáncer colorrectal, a menudo responsables del estreñimiento o episodios alternos de diarrea y estreñimiento, o la presencia de sangre en las heces
  • cáncer de páncreas: las heces son de color amarillo blanquecino debido a la falta de sales biliares. Tales deposiciones también pueden deberse a pancreatitis, fibrosis quística (fibrosis quística), enfermedad celíaca, etc.

 

¿Cuáles son las consecuencias de las deposiciones anormales?

Aparte de la incomodidad causada por el estreñimiento o la diarrea, las heces anormales deben estar alerta, ya que a menudo son un signo de un problema de salud, especialmente si la anormalidad persiste o reaparece con frecuencia.

La presencia de sangre en las heces, en particular, debe ser siempre objeto de consulta médica, ya que puede ser indicativa de una patología grave.

Asimismo, las heces negras, que pueden ser negras por la presencia de sangre digerida, pueden indicar la existencia de sangrado digestivo.

Ante la más mínima duda, es importante consultar a su médico. Los exámenes adicionales (análisis coprológicos, heces fecales, endoscopia, etc.) podrán establecer un diagnóstico.

¿Cuáles son las soluciones para las heces anormales?

Las soluciones obviamente dependen de la causa, de ahí la importancia de identificar rápidamente el origen del trastorno.

Si las heces se vuelven anormales después de regresar de un viaje, o se acompañan de espasmos, fiebre, problemas digestivos, es probable que se trate de una infección. Esto puede curarse por sí solo en la mayoría de los casos en unos pocos días, pero si los síntomas persisten, consulte a su médico: podría ser una parasitosis intestinal que requiera un tratamiento específico.

En caso de estreñimiento, es importante hidratarse bien, incorporar más fibra en su dieta, probar ciertos laxantes naturales como las ciruelas pasas. Tenga cuidado de no abusar de los medicamentos laxantes: pueden ser irritantes y empeorar el problema. Es importante buscar siempre el consejo de su médico o farmacéutico antes de tomar cualquier medicamento.

Finalmente, si las heces anormales revelan la presencia de una patología tumoral, obviamente será necesario un tratamiento en el servicio de oncología. En caso de EII, un seguimiento en gastroenterología ayudará a paliar los síntomas y garantizará que la nutrición se realice correctamente.

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