Equilibrio ácido-base y dieta “verde”

Los vegetales verdes juegan un papel primordial en una dieta sana y equilibrada. Y esto no es casualidad, porque las verduras le brindan al cuerpo nutrientes que respaldan la salud, mejoran la nutrición celular, aumentan la energía y la vitalidad, promueven un metabolismo adecuado, aumentan la función inmunológica y combaten los radicales libres. Al ser un superalimento, estos vegetales son ricos en clorofila, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales. La clorofila es muy abundante en la alfalfa, la cebada, la avena, el trigo, la hierba de trigo, la espirulina y las algas verdeazuladas. En las verduras, que contienen mucha clorofila, hay minerales alcalinos que tienen un efecto tónico, renovando las células dañadas. Nuestra sangre, plasma y líquido intersticial son normalmente de naturaleza ligeramente alcalina. El pH saludable de la sangre humana oscila entre 7,35 y 7,45. El valor de pH del líquido intersticial es de 7,4 +- 0,1. Incluso una pequeña desviación en el lado ácido es costosa para el metabolismo celular. Es por eso que los naturópatas recomiendan una dieta en la que los alimentos alcalinos deben estar en una proporción de aproximadamente 5:1 formadores de ácido. Un pH sobrepeso en acidez conduce a una disminución en la capacidad del cuerpo para absorber minerales y otros nutrientes, una disminución en la producción de energía por parte de las células (lo que lleva a una fatiga excesiva e incapacidad del cuerpo para eliminar metales pesados). Por lo tanto, el ambiente ácido debe alcalinizarse para evitar efectos perjudiciales. Los minerales alcalinizantes son el potasio, el magnesio, que se encuentran en los cereales y reducen la acidez en el organismo. Además del valor nutricional y el apoyo inmunológico, las verduras y hortalizas tienen un poderoso efecto de limpieza. La alfalfa proporciona al cuerpo mucha vitamina C, lo que le permite producir glutatión, un compuesto desintoxicante. El diente de león no solo es rico en vitaminas A y C, sino que también es una gran fuente de hierro. Afortunadamente, la temporada de verano está en la nariz, y muchos de nosotros tenemos pueblos y casas de verano. ¡Las frutas, bayas, hierbas y verduras cultivadas en tu propio jardín con alma y amor son las mejores y más saludables!

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