Angiomiolipoma

Angiomiolipoma

El angiomiolipoma es un tumor renal benigno poco común que se presenta de forma aislada. Más raramente, se asocia con la esclerosis tuberosa de Bourneville. Aunque es benigno, se puede ofrecer una cirugía para evitar complicaciones.

¿Qué es el angiomiolipoma?

Definición

El angiomiolipoma es un tumor de riñón formado por grasa, vasos sanguíneos y músculo. Hay dos tipos:

  • EL REINO UNIDOangiomiolipoma esporádico, también llamado angiomiolipoma aislado, es la forma más común. Este tumor a menudo es único y está presente solo en uno de los dos riñones.
  • EL REINO UNIDOangiomiolipoma asociado con esclerosis tuberosa es el tipo menos común. La esclerosis tuberosa es un trastorno genético que hace que se formen tumores no cancerosos en muchos órganos.

Aunque no es canceroso, existen riesgos de sangrado o diseminación. Son tanto más importantes si el tumor mide más de 4 cm de diámetro.

Diagnóstico

Una ecografía abdominal permite realizar el diagnóstico en base a:

  • un pequeño tumor
  • la presencia de grasa en el tumor

En caso de duda sobre la naturaleza del tumor, la exploración quirúrgica y la biopsia confirmarán la naturaleza benigna del tumor.

Las personas involucradas y los factores de riesgo 

Las mujeres tienen más riesgo que los hombres de desarrollar angiomiolipoma cuando está aislado.

Las personas con esclerosis tuberosa tienen más probabilidades de tener angiomiolipoma. La esclerosis tuberosa a menudo induce la formación de más de un tumor, su presencia en ambos riñones y de mayor tamaño. Esta enfermedad genética afecta tanto a hombres como a mujeres, y los angiomiolipomas se desarrollan antes que en su forma aislada.

Los síntomas del angiomiolipoma

Los tumores no cancerosos causan pocos síntomas.

Los tumores grandes o los que sangran pueden causar:

  • dolor en el costado, la espalda o el abdomen
  • un bulto en el abdomen
  • sangre en la orina

Tratamientos para el angiomiolipoma

Aunque es benigno, el tumor de angiomiolipoma se puede extirpar con cirugía para prevenir: 

  • sangrado del tumor
  • agrandamiento del tumor
  • expansión del tumor a un órgano cercano

Prevenir complicaciones

Para evitar que el tumor crezca, sangre o se propague a los órganos cercanos, se recomienda que realice un seguimiento con el médico al menos una vez cada dos años cuando el tumor no tenga más de 4 cm de diámetro. A continuación, se monitorizará la evolución para evitar complicaciones.

Más allá de los 4cm de diámetro o en presencia de varios tumores, se recomienda hacer una cita de seguimiento cada 6 meses.

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