Cerilla

Cerilla

El cerumen es una sustancia producida por glándulas ubicadas en el conducto auditivo externo. Esta cera para los oídos, como a veces se la llama, juega un papel protector valioso para nuestro sistema auditivo. Además, es importante no intentar limpiarlo demasiado profundamente, a riesgo de que se forme un tapón de cerumen.

Anatomía

La cera (del latín "cera", cera) es una sustancia producida naturalmente por el cuerpo, en el oído.

Secretado por las glándulas ceruminosas ubicadas en la parte cartilaginosa del conducto auditivo externo, el cerumen está compuesto por sustancias grasas, aminoácidos y minerales, mezclados con el sebo secretado por las glándulas sebáceas también presentes en este conducto, así como con detritos de queratina, pelo, polvo, etc. Dependiendo de la persona, esta cera puede estar húmeda o seca dependiendo de la cantidad de sustancia grasa.

La pared externa de las glándulas ceruminosas está cubierta de células musculares que, cuando se contraen, evacuan el cerumen contenido en la glándula. Luego se mezcla con el sebo, adquiere una consistencia líquida y cubre las paredes de la parte cartilaginosa del conducto auditivo externo. Luego se endurece, se mezcla con la piel muerta y los pelos que atrapa, para formar el cerumen en la entrada del canal auditivo externo, un cerumen que se limpia regularmente; parece incorrecto. .

fisiología

Lejos de ser una sustancia de "desperdicio", el cerumen cumple diferentes funciones:

  • un papel de lubricar la piel del canal auditivo externo;
  • una función de protección del conducto auditivo externo al constituir una barrera química pero también mecánica. Como un filtro, el cerumen atrapará cuerpos extraños: escamas, polvo, bacterias, hongos, insectos, etc.;
  • un papel de autolimpieza del canal auditivo y de las células queratínicas que se renuevan allí regularmente.

Tapones de cerumen

Ocasionalmente, el cerumen se acumula en el canal auditivo y crea un tapón que puede dañar transitoriamente la audición y generar incomodidad. Este fenómeno puede tener diferentes causas:

  • limpieza inadecuada y repetida de los oídos con un hisopo de algodón, cuyo efecto es estimular la producción de cerumen, pero también empujarlo hacia el fondo del canal auditivo;
  • baños repetidos porque el agua, lejos de licuar el cerumen, por el contrario aumenta su volumen;
  • uso regular de tapones para los oídos;
  • usando audífonos.

Algunas personas son más propensas a estos tapones para los oídos que otras. Hay varias razones anatómicas para esto que dificultan la evacuación de la cera al exterior:

  • sus glándulas ceruminosas producen naturalmente mayores cantidades de cerumen, por razones desconocidas;
  • la presencia de numerosos pelos en el conducto auditivo externo, impidiendo que el cerumen se evacue correctamente;
  • un canal auditivo de pequeño diámetro, especialmente en niños.

Tratamientos

Se recomienda encarecidamente no intentar quitarse el tapón usted mismo con ningún objeto (hisopo de algodón, pinzas, aguja, etc.), ya que corre el riesgo de dañar el canal auditivo.

Es posible obtener en farmacias un producto cerumenolítico que facilita la eliminación del tapón de cerumen disolviéndolo. Generalmente es un producto a base de xileno, un disolvente lipofílico. También puede utilizar agua tibia con la adición de bicarbonato de sodio o peróxido de hidrógeno, para dejar durante diez minutos en el oído. Precaución: Estos métodos que involucran líquidos en el oído no deben usarse si existe la sospecha de perforación del tímpano.

La escisión del tapón de cerumen se realiza en una oficina, usando una cureta, un mango romo o un pequeño gancho en ángulo recto y / o usando una succión para extraer los residuos del tapón. Se puede aplicar previamente un producto cerumenolítico en el conducto auditivo externo para ablandar el tapón mucoso cuando está muy duro. Otro método consiste en irrigar el oído con un pequeño chorro de agua tibia, utilizando una pera o una jeringa provista de un tubo flexible, para fragmentar el tapón mucoso.

Después de quitar el tapón de cerumen, el otorrinolaringólogo comprobará la audición mediante un audiograma. Los tapones de cerumen generalmente no causan complicaciones graves. Sin embargo, a veces causa otitis externa (inflamación del conducto auditivo externo).

Prevención

Con su función lubricante y de barrera, la cera es una sustancia protectora para el oído. Por lo tanto, no debe eliminarse. Solo la parte visible del canal auditivo se puede limpiar, si es necesario, con un paño húmedo o en la ducha, por ejemplo. En resumen, es aconsejable estar satisfecho con la limpieza de la cerilla que es evacuada naturalmente por el oído, pero sin mirar más en el canal auditivo.

La Sociedad Francesa de Otorrinolaringología recomienda no utilizar un hisopo para limpiar a fondo el oído para evitar tapones de cerumen, lesiones del tímpano (por compresión del tapón contra el tímpano) pero también eccemas e infecciones favorecidas por este uso repetido del hisopo. Los expertos también desaconsejan el uso de productos destinados a la limpieza del oído, como las velas para los oídos. De hecho, un estudio ha demostrado que la vela del oído no fue efectiva para limpiar el oído.

Diagnóstico

Diferentes signos pueden sugerir la presencia de un tapón de cerumen:

  • disminución de la audición;
  • una sensación de oídos tapados;
  • zumbido en el oído, tinnitus;
  • Comezón;
  • dolor de oído.

Ante estos signos, es necesario consultar a su médico o otorrinolaringólogo. Un examen con un otoscopio (un instrumento equipado con una fuente de luz y una lupa para auscultar el conducto auditivo externo) es suficiente para detectar la presencia de un tapón de cerumen.

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