Práctica de compasión

El concepto de compasión (religiosamente bien desarrollado en el budismo y el cristianismo) se está explorando actualmente a nivel de exploración cerebral y psicología positiva. Las acciones compasivas, amables y simpáticas de una persona, además de beneficiar al medio ambiente, benefician a la persona misma. Como parte de un estilo de vida compasivo, una persona:

La razón de un efecto tan positivo de un estilo de vida compasivo en la salud humana radica en el hecho de que el proceso de dar nos hace más felices que recibir. Desde la perspectiva de la psicología positiva, la compasión es una propiedad evolucionada de la naturaleza humana, arraigada en nuestro cerebro y biología. En otras palabras, a lo largo de la evolución, una persona ha obtenido una experiencia positiva a partir de manifestaciones de empatía y bondad. Así, hemos encontrado una alternativa al egoísmo.

Según la investigación, la compasión es de hecho una cualidad humana adquirida que es importante para mantener la salud e incluso la supervivencia de nosotros como especie. Otra confirmación es un experimento realizado en Harvard hace casi 30 años. Al ver una película sobre la organización benéfica de la Madre Teresa en Calcuta, que dedicó su vida a ayudar a los niños pobres de la India, los espectadores experimentaron un aumento del ritmo cardíaco y cambios positivos en la presión arterial.

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