Diabetes en gatos: ¿que hacer con mi gato diabético?

Diabetes en gatos: ¿que hacer con mi gato diabético?

La diabetes mellitus es una enfermedad muy común en nuestros carnívoros domésticos, y especialmente en los gatos. El soporte puede ser bastante complejo y restrictivo. Es una patología difícil de equilibrar, porque no para de evolucionar y, por tanto, requiere tratamientos y controles periódicos. Sin embargo, con un manejo correcto y riguroso, la diabetes de los gatos se puede estabilizar o incluso tratar con éxito.

Presentación de la enfermedad

La diabetes es una anomalía en el metabolismo de azúcares complejos que resulta en un estado de hiperglucemia persistente. La eliminación del exceso de glucosa tiene lugar luego en la orina. Efectivamente, cuando el nivel de glucosa en sangre supera un determinado umbral (3g / L en gatos), el riñón ya no puede reabsorber la glucosa que se escapa y esta acaba en la vejiga, lo que puede ser el origen de complicaciones como insuficiencia renal o infecciones del tracto urinario.

Esta diabetes está bastante cerca de la diabetes tipo 2 en humanos: es un estado de resistencia a la insulina, a menudo relacionado con el estado de sobrepeso. Al inicio de la enfermedad, el gato se encuentra en un estado "prediabético". Su nivel de azúcar en sangre es constantemente alto y, poco a poco, el páncreas se agotará y las células del cuerpo del gato se volverán resistentes a la insulina. Luego, el gato termina siendo incapaz de secretar insulina. 

Esta resistencia a la insulina está relacionada principalmente, en los gatos, con la obesidad, así como con el sedentarismo y la inactividad física que suelen ir de la mano. También pueden intervenir factores genéticos. Finalmente, ciertos tratamientos pueden intervenir en la aparición de diabetes mellitus.

La frecuencia de la diabetes en los gatos aumenta con la edad y es más común en los machos que en las hembras, a diferencia de la diabetes de los perros.

Cuales son los sintomas ?

La diabetes del gato se manifiesta principalmente por un desequilibrio en la bebida: el gato bebe mucho más y, por lo tanto, comienza a orinar más. A veces, el gato puede incluso estar sucio. Finalmente, a pesar de un apetito conservado o incluso aumentado, el gato tenderá a perder peso.

¿Cuándo y cómo hacer un diagnóstico?

La presencia de los dos signos clínicos mencionados anteriormente debería llevarlo a consultar a su veterinario muy rápidamente. Este medirá el nivel de azúcar en sangre y en la orina para poder establecer su diagnóstico. En los gatos, la hiperglucemia por estrés es muy común en la consulta. Por lo tanto, su veterinario no podrá concluir que tiene diabetes solo con un análisis de sangre, es obligatorio realizar un análisis de orina. Otra posibilidad es medir el nivel sanguíneo de fructosaminas, que luego refleja el nivel promedio de azúcar en sangre durante las últimas semanas. Si estos son altos, entonces el gato sí tiene diabetes.

Si su gato alguna vez muestra depresión, anorexia y / o vómitos, deberá consultar a su veterinario con urgencia porque esto puede ser un signo de diabetes complicada. Luego requiere cuidados de urgencia y cuidados intensivos porque puede estar involucrado el pronóstico vital del animal.

Tratamiento de la diabetes en gatos

El establecimiento de un tratamiento para la diabetes felina requerirá un seguimiento regular y estrecho durante el primer mes de tratamiento, al menos para encontrar la dosis de insulina eficaz. Luego, las visitas pueden espaciarse si su veterinario lo juzga posible. 

La implementación de un tratamiento es compleja. Impone restricciones financieras y de estilo de vida. Efectivamente, el éxito del tratamiento requiere inyecciones de insulina en horarios fijos dos veces al día y todos los días, un ejercicio estable y una dieta adecuada: todo esto tiene un coste, además de ser difícil de gestionar.

Finalmente, dado que la diabetes suele aparecer en animales de edad avanzada, no es infrecuente que el gato presente otras patologías que empeoran su pronóstico.

Si el tratamiento se inicia lo suficientemente temprano y se sigue rigurosamente, algunos gatos pueden revertir su diabetes. Esta capacidad está fuertemente ligada al establecimiento de un tratamiento temprano. De hecho, cuanto más corto sea el estado de hiperglucemia crónica, mayores serán las posibilidades de reversibilidad. Se estima que la diabetes es reversible en un 80% en los primeros 6 meses posteriores al diagnóstico, pero más del 30% después. 

Además de los tratamientos farmacológicos, es importante controlar de cerca la dieta del animal. De hecho, la diabetes suele aparecer en animales obesos que carecen de ejercicio. Un alimento rico en proteínas y bajo en carbohidratos complejos es entonces el más adecuado. Los alimentos más adecuados en el mercado hoy en día son los alimentos “m / d Hill's” o “diabéticos” de Royal Canin. Si la diabetes es realmente grave, se recomienda una dieta casera a base de carne o pescado, complementada con minerales adecuados. Por último, además de las medidas dietéticas, será necesario intentar introducir el ejercicio en la vida del gato, sobre todo si vive en un apartamento o no tiene acceso al exterior. 

El tratamiento farmacológico es en realidad una terapia con insulina. La insulina inyectable en un corral se usa con mayor frecuencia porque es fácil establecer pequeñas dosis para su gato.

El hecho de que la diabetes se pueda revertir implica que existe un riesgo de sobredosis de insulina. En ocasiones, su veterinario tendrá que reducir gradualmente la dosis de insulina en paralelo con el control de la diabetes y la evolución de las curvas de azúcar en sangre. La reversión generalmente ocurre dentro de las 2 a 8 semanas posteriores al inicio del tratamiento cuando ocurre. Es por eso que se requiere un seguimiento estrecho durante este período. Las curvas de glucosa en sangre deben realizarse, si es posible, en casa y por el propietario para evitar la hiperglucemia por estrés y así seguir mejor el curso de la enfermedad.

A fuerza de paciencia y rigor, algunos gatos pueden curarse de su diabetes. Por lo tanto, la parte más difícil es ceñirse al tratamiento restrictivo y los cambios en el estilo de vida del animal. De hecho, si la diabetes es reversible y puede desaparecer, lo contrario también es cierto y puede reaparecer si se detienen las medidas correctivas.

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