“¡Elemental, Watson!”: Por qué nos son útiles las historias de detectives

Un asesinato misterioso, pruebas engañosas, una investigación llena de acción... A casi todo el mundo le encantan las historias clásicas de detectives. ¿Por qué? El mediador y autor de historia cultural David Evans ayuda a responder esta pregunta. Según él, los secretos, como los cuentos infantiles, nos llevan del miedo a la certeza.

A todos nos encantan las historias, y muchos de nosotros nos sentimos atraídos principalmente por el misterio del asesinato y las historias de muerte y caos.

El mediador y autor de libros David Evans, citando estadísticas de la industria editorial, señala que en 2018, los lectores prefirieron misterios de asesinatos: las ventas de ese tipo de literatura lideraron por un margen significativo. “Pero otros libros de ficción tienen mucho crimen, asesinato y caos”, comenta. ¿Qué hace que las historias de detectives sean diferentes?

Evans comienza su análisis considerando las características del género. ¿Cuál es su especificidad?

De hecho, toda historia clásica de detectives debería incluir seis elementos:

1. Asesinato. El primer requisito para una historia de detectives es el asesinato. Alguien muere al principio de la historia, y ese evento es el motor que impulsa el resto de la historia. Plantea una gran pregunta que debe ser resuelta en el final.

2. Asesino. Si alguien fue asesinado, ¿quién lo hizo?

3. Detectives. Alguien se compromete a resolver el crimen y llevar al asesino ante la justicia.

En la literatura y el cine existe una amplia, casi ilimitada, gama de personas que asumen el papel de «detective». Se trata de la solterona Miss Marple y el excéntrico Hércules Poirot, el pastor de mediana edad el Padre Brown y el joven apuesto vicario Sidney Chambers, el gordo Nero Wolfe que no sale de su casa y el activo abogado Perry Mason, el intelectual y apuesto Erast Fandorin y el “rey de los detectives” Nat Pinkerton, la niña-Adolescente Flavia de Luce y el experimentado Detective Inspector Barnaby… ¡Y estas no son todas las opciones!

Cuando lleguemos al desenlace, nuestra reacción debería ser: “¡Oh, por supuesto! ¡Ahora yo también lo veo!”

Los detectives son aquellos con los que los lectores nos identificamos más a menudo. No son superhéroes. A menudo tienen fallas y experimentan conflictos internos, dificultades y, a veces, en gran peligro, lo que hace que parezca que no podrán encontrar al asesino.

4. Circunstancias y contexto. Como en el caso de elegir un detective, el rango aquí es casi ilimitado. La acción puede tener lugar con el telón de fondo de las estepas o una metrópolis ruidosa, en el interior nevado de Europa o en una isla paradisíaca en el océano. Sin embargo, en una buena historia clásica de detectives, la credibilidad es importante. El lector debe creer en la realidad del mundo en el que está inmerso. Nada de realismo mágico, enfatiza David Evans.

5. Proceso. El proceso por el cual el detective identifica al asesino también debe ser absolutamente creíble. Sin magia ni trucos. En una novela clásica de detectives, las pistas aparecen todo el tiempo, pero el escritor o guionista, con la destreza de un mago, las desvía hacia las sombras o las vuelve ambiguas.

Y cuando lleguemos al desenlace, nuestra reacción debería ser algo así: “¡Oh, por supuesto! ¡Ahora yo también lo veo!” Después de que todo se revela, se forma el rompecabezas: todos los detalles se combinan en una sola imagen lógica, que debería ser obvia para nosotros. Desentrañando el misterio a medida que se desarrollaba la trama, intentamos usar todas las pistas e incluso deducir una versión preliminar del desarrollo de los hechos, pero en ese mismo momento el autor llamó nuestra atención sobre una pista engañosa y nos envió por el camino equivocado.

6. Confianza. En opinión del autor, este es el aspecto más importante de la novela policiaca clásica, un género tan arquetípico como el viaje del héroe.

Es un viaje del miedo a la certeza.

En términos generales, la historia comienza cuando sucede algo terrible que genera confusión, incertidumbre y miedo mientras los afectados tratan de averiguar cómo reaccionar. Entonces aparece alguien importante para hacerse cargo de resolver el crimen, ya sea un detective profesional o no.

Según David Evans, a partir de ese momento, el investigador del crimen decide «hacer un viaje». Y gracias a esto, él o ellos se convierten en nuestros suplentes: junto con ellos, nosotros mismos emprendemos un viaje.

Hace unos años, los psicólogos hicieron un trabajo importante. Sugirieron que los cuentos de hadas leídos a los niños tenían un efecto beneficioso en su vida emocional. Resultó que los cuentos de hadas ayudan a los niños a sobrellevar los miedos y traumas y a preocuparse menos por ellos.

Nos encantan los misterios de asesinatos porque estas historias siempre terminan en redención.

Y las historias policíacas clásicas, a su vez, pueden actuar como «cuentos de hadas para adultos».

Vivimos en un mundo lleno de guerras, violencia y desastres. Pero los libros de detectives y las películas dedicadas a resolver misterios y asesinatos pueden darnos esperanza. Cuentan historias que comienzan con eventos terribles, pero luego unen los esfuerzos de las personas, muchas de las cuales están listas para asumir riesgos y hazañas para vencer al mal con un esfuerzo considerable.

Nos encantan los misterios de asesinatos porque estas historias siempre terminan en redención, dando esperanza y ayudando a pasar del miedo a la certeza.


Sobre el autor: David Evans es mediador y autor de libros sobre historia cultural.

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